Memoria y sueños de Leal: una obra que continúa

8 de abril de 2021

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Maria Karla Villar Mora

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Cuba, Cultura, Oficina del Historiador de La Habana, Patrimonio

 

 

Los amantes de caminar y conocer La Habana pueden disfrutar de un nuevo espacio que, como tantas obras emprendidas por la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), relaciona el esparcimiento sano con el saber. Se trata de un proyecto ideado por el Doctor Eusebio Leal Spengler y que tras casi un año de ejecución se convierte en realidad.

Concebida en la calle Amargura, la sala expositora de la pintura mural Vista de la Habana en 1852, de Hipólito Hidalgo de Caviedes, contiene uno de los murales más importantes realizados por el pintor español durante su estancia en La Habana. El fresco decoraba los espacios del antiguo edificio de la Metropolitana, “en donde lo admiraba Leal cada vez que entraba por aquel pasillo”, rememora Perla Rosales, Directora Adjunta de la OHCH.

 

 

Cuando el inmueble comenzó a ser intervenido para convertirlo en un hotel “Leal nos dice: vayan a ver porque yo creo que podemos desmontarlo, traerlo, protegerlo y hacer de este una gran hazaña –añade Rosales–. Entonces empezamos a investigar allí. Unos decían que no se podía traer porque estaba pintado sobre el muro, pero unas personas muy ingeniosas, las muchachas María del Carmen y Tamara, que son dos restauradoras que nos han acompañado desde los inicios de la empresa Restaura, vienen con la noticia: «¡Leal, el mural se puede traer!»”.

 

 

Para la experimentada arquitecta Yaumara Fernández Muik, especialista del Departamento de inversiones Plaza Vieja de la OHCH, “esta ha sido una de las cosas más complejas a las cuales nos hemos enfrentado puesto que es una obra de grandes dimensiones, no es fácil la manipulación (había que hacerla con equipos). Como es una pieza con grado de protección 1, es decir, tiene un alto valor histórico, era muy importante que esa exposición a la intemperie en el traslado no le hiciera daño a la obra; y la manipulación sobre todo fue muy difícil porque había que sacarlo de un edificio para colocarlo en otro. Todo fue por grúas, porque ni salía ni entraba por ninguno de los vanos de las edificaciones, hubo que siempre hacerlo alzado desde arriba por las cubiertas; y por lo tanto eso le aportó un grado de dificultad bastante grande al traslado del mural”.

 

 

 

 

Perla Rosales cataloga al proyecto como toda una proeza, el cual advierte que fue realizado en todo momento con la aprobación de la Comisión Nacional de Monumentos, “por la importancia que tiene para el patrimonio cubano, por lo que se han cumplido todos los protocolos, y ahora mismo se está inscribiendo a nombre de la OHCH”.

Leal vaticinó que ese espacio, que antiguamente era una parcela descampada, iba a contar la historia de Hipólito, según explicó Rosales en entrevista exclusiva con Habana Radio. “Por eso no nos quedamos ahí –señala– salimos a investigar la vida de Hipólito en la ciudad y hemos encontrado más de diez murales de su autoría en toda La Habana, incluso en edificios de viviendas donde Hipólito dejó en los lobby de los edificios maravillas de murales de pinturas como estas”.

 

 

Gracias al empeño que Eusebio Leal ha legado a los trabajadores de la Oficina del Historiador que lideró de forma inigualable, La Habana cuenta con sitios tan sorprendentes como este que además cuenta con tecnología novedosa, que permite no solo admirar de forma virtual cada una de estas pinturas murales encontradas en la Habana bajo la firma de Hipólito Hidalgo, sino también otras particularidades relacionadas con su vida y obra en la capital cubana.

 

 

“El lugar es bastante sui géneris –describe la arquitecta Yaumara Fernández Muik– porque es una obra que ha desarrollado un proyecto sencillo pero muy impactante, un proyecto que permite al espectador estar en un ambiente de paz, de tranquilidad. Tiene un diseño muy contemporáneo donde las personas pueden llegar y contemplar la gran obra que es la vista de la Habana en 1852 desarrollada por Hipólito Hidalgo. También tiene un tema muy interesante que es el uso de la realidad aumentada a través de Wi-Fi, donde el público puede llegar, cargar esa aplicación, y a través de su móvil puede disfrutar de toda la exposición, incluso la biografía del propio autor, todo el proceso de traslado y restauración del mural, etc. También otro tema muy interesante que es que muchas obras importantes que tuvo este mismo autor Hipólito Hidalgo de Caviedes en La Habana van a estar recreadas en las gráficas que va a contener la sala, la cual pueden enfocar a través del teléfono e incluso hacer un recorrido en 360 grados por el lugar, como está en la actualidad; mientras que aquí en la sala los lugares van a estar reflejados en gráficas de la época. Son elementos bien interesantes para la atracción del público, para poder disfrutar de una manera diferente de una muestra tan peculiar como esta”.

 

 

Perla Rosales admite que “realmente en este lugar Leal soñó que por el tamaño del mural las personas pudieran venir, sentarse, admirar la obra, ver La Habana desde un espacio muy cómodo pero también ir oyendo la historia de Hipólito, quién fue (para cultura de nuestro pueblo) y qué hizo; es decir, van a estar viendo la narración de todos los murales estos que hemos ido encontrando y que algunos incluso, es posible que lleguemos a restaurar en los lugares en que están. Teniendo en cuenta la memoria y los deseos que Leal nos inspiró y nos pidió, esto es una obra que no termina, que continúa”.

En la hoy hermosa calle de Amargura, muy cerca de donde Leal tuvo su despacho hasta los últimos días de su vida, queda expuesta una parte de la historia de La Habana contada desde el talento pictórico de Hipólito Hidalgo de Caviedes. Otro empeño de leal que se materializa para beneplácito de los transeúntes de la capital de todos los cubanos