Las mujeres en la historia compartida: pertinencia del tema para un coloquio (I)

21 de octubre de 2022

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Onedys Calvo Noya y Marjorie Peregrín Avalo

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Centro HIstórico de La Habana, Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa, Coloquio Presencias europeas en Cuba, Cuba, Cultura

 

Desde y para el pensamiento, ha sido la vocación con la que el Centro para la interpretación de las relaciones culturales Cuba – Europa, con sede en el Palacio del Segundo Cabo, ha proyectado tanto su museología como su gestión sociocultural. Medular en este hacer ha resultado el Coloquio Presencias europeas en Cuba, el cual, entre el 25 y el 28 de octubre está celebrando su V edición. En esta ocasión, la cita académica permitirá visibilizar y concientizar sobre Las mujeres en la historia compartida entre Cuba y Europa. Acerca de la pertinencia de esta problemática conversamos con la Máster Yainet Rodríguez Rodríguez, coordinadora general del Coloquio.

 

¿Cómo ha sido la convocatoria de un tema que parece tan noble: las mujeres en la historia compartida entre Cuba y Europa?
Hubo que impulsar el tema porque realmente, dentro del gremio de los historiadores cubanos, son muy pocas las voces que a veces se centran en él. Y también existe un prejuicio con este tipo de eventos, y con la mirada de género porque se piensa que esta constituye un ataque al hombre. En verdad en esto uno tiene que asestar a un golpe al pensamiento social heteronormativo y patriarcal, pero no al hombre en sí.
Es decir, el sentimiento del concepto de las masculinidades también está haciendo revisitado. En este evento lo que nosotros pretendemos es valorar la condición de la mujer, su hora, su momento, su rol y su participación y quizás es necesario hacer, como bien decía una investigadora amiga con la cual conversaba hace ya unos meses, reajustes dentro de la historia. Reajustes para que la mujer, como parte de un grupo discriminado, tenga su lugar y que la historia entonces se abra para su participación y que esta nueva participación, claro que va a conllevar a una nueva modificación de la de la historia y de cómo es que se comprende. Y es imposible no comprender, empezar este proceso de reconfiguración sin, por ejemplo, no cuestionamos la mujer cómo ha sido educada. De ahí que haya un panel sobre este tema y de cómo la mujer se proyecta en la educación.
Muchas veces he escuchado hablar a Alicia Conde, que es una investigadora amiga de nuestro centro y, además, una de las unas historiadoras muy acuciosas sobre la pedagogía en Cuba, hablar sobre estas mujeres que fueron tan importantes en el cambio de siglo. Es decir, en ese paso de colonias República para acoger a los niños huérfanos y, además, fomentar la educación de las nuevas generaciones. Y creo que a veces, muchas veces, es un papel que no se ha ponderado lo suficiente o como tampoco, nos hemos cuestionado cómo es que la mujer ha sido educada, no solamente desde la casa, sino también desde las instituciones o las diferenciaciones que hubo mucho tiempo para la educación del hombre o de la mujer.

 

 

Los temas en este evento tienen un matiz histórico, pero realmente cuando uno extrapola estas reflexiones, volvemos a lo que decía hace unos minutos atrás, caemos necesariamente en una visión de actualidad. De qué es lo que está pasando realmente ahora que tenemos aulas donde hay niños y niñas. Donde hay mujeres y hombres en la Universidad. Pero realmente a veces no, vamos a decir, no ponemos, no enclaustramos en roles específicos, lo que es deportes de mujeres, por ejemplo, las universidades, deportes de mujeres y los deportes que hacen las niñas o este tipo de dinámicas, que a veces son también interesantes.
Y lo de las mujeres, sí. En ese rubro de mujeres profesionales que también caen, es decir, ahí están representadas en las mujeres de letras. Ahí están las periodistas, las escritoras, las poetas. Tenemos a un grupo de mujeres que a veces no son muy conocidas, otras sí, pero otras no. Y creo que tratar de ver las paradojas de estas mujeres en su tiempo, que alguna es, también interesante y que puede ser una revisitación que viene de manos de investigadoras de muy alto calibre y que es muy oportuno volver a ellas. Como es, por ejemplo, Elina Miranda, que además tiene hasta un libro publicado, una investigación muy acuciosa sobre Laura Mestre y que, de momento, tenga la oportunidad de hablar de Laura Mestre en vivo. Es decir, en una ponencia que a veces es diferente cuando uno consulta el libro o cuando uno ve la ponencia.
O tener la oportunidad de escuchar a Yoel Cordoví, que es un eminentísimo investigador cubano y Presidente del Instituto de Historia de Cuba, hacer un estudio sobre cómo aparece la historiografía de las mujeres en la en la historia de Cuba. Yo creo que esta es una de las ponencias también más esperadas, porque realmente sería una indagación que, a propósito del coloquio, de hecho, Yoel está realizando.

 

 

Las sesiones van a recorrer historias de mujeres en el ámbito de las artes visuales, de las artes escénicas; en la historia económica…. Se van a recorrer también las mujeres en las organizaciones femeninas, porque creo que también es un tema que tenemos que revisar. Muy especialmente se va a mirar también a la mujer en el ámbito del patrimonio; y hay temas muy interesantes como el de las migraciones, la familia y la identidad, porque dentro de ese rol histórico que hemos heredado y dentro de esas funciones básicas que asumimos todas las mujeres y que, como identidad nacional, tenemos las cubanas de ser matricéntricas, pues es muy importante valorar. Están invitados una gran diversidad de investigadores de todo el país, no solo de la capital, incluso también va a haber presencia internacional en este en este coloquio. ¿Cuál ha sido el mayor reto de convocar el coloquio en este tema?
Yo creo que uno de los mayores retos a nivel temático fue precisamente la convocatoria y porque fue recibida como con recelo. En muchos casos fue necesario el contacto personal, ya sea por vía, WhatsApp o telefónico y aclarar cuáles eran nuestras perspectivas con él. Eso fue un desafío y también siempre para cualquier evento científico que se realiza desde La Habana, también es un desafío hacer llegar la convocatoria fuera de nuestros, es decir, de los marcos geográficos de la ciudad. Y que llegue a otros lugares del país en provocar a esos investigadores, muchos de los cuales a veces no conoces. Por tanto, tienes que hacer alianzas con instituciones de estas regiones o tratarlas de promover en centros de estudios, universidades, en círculos de investigación y demás. Y bueno, el diálogo perenne. Yo creo que ese se fue como uno de los mayores desafíos.
Y bueno, yo también tengo mi desafío personal porque como mismo pasó hace unos años con la museología, cuando estábamos intentando acercarnos al proyecto del Palacio del Segundo Cabo. Yo soy graduada de Historia del Arte, no de Museología. Siempre me sentía como un poco, pez fuera del agua. Y con estos temas de género hay que tener mucho cuidado desde la perspectiva que se manejan. Y a veces me sentía y aún me siento, voy a confesarlo como estar en un bote en el medio de un océano. Te sientes sobrepasado porque son muchas las perspectivas, las maneras en que estos temas se manejan a nivel internacional y creo que a veces en el sentido en querer defenderlo, hay demasiadas polarizaciones. Ya sea hacia un extremo o hacia otro. Y también es muy fácil caer en replicar, aunque uno no quiera, esas visiones de patriarcado. No solamente en la manera en que uno le expresa con palabras escritas, sino inclusive, hablando con las personas.

 

 

Por tanto, creo que, para mí en lo particular tuve que hacer reajustes. En mi lenguaje personal, en la manera de presentar el tema de convocar y de persuadir y tratando de hacer reflexionar. Es decir, mientras me hacía reflexionar a mí misma, también hacer reflexionar a los otros. A veces tengo el presentimiento de que sobre las mujeres se hacen investigaciones más bien de corte biográfico y se centra en lo que esas mujeres hicieron. Es decir, en su recorrido, donde nacieron, sus trayectorias vitales, pero con frecuencia se deja fuera de ese análisis todo ese contexto que enriquece tanto la obra de esas mujeres, las maneras en que interactuaron con determinado ámbito. Cómo eran comprendidas el rol de la mujer en su tiempo para ver, es decir, en medio de ese contexto integral, entonces la participación de esas mujeres o la obra que hicieron.

 

 

En ese sentido, creo que este coloquio puede ser un espacio que inclusive, teniendo reunido el gremio de los historiadores, se puede provocar para fomentar esas miradas mucho más amplias, que no solamente pueden ser expresadas por los ponentes, sino también por el público que participe. Porque si algo ha caracterizado siempre a nuestro coloquio, y espero que así sea también en este, es que es un foro de discusión y del intercambio de manera muy respetuosa, pero sigue siendo un espacio para dialogar con una visión de actualidad sobre temas como este, que ahora mismo, puede ser crucial para las nuevas miradas que sobre la historia se están tejiendo.