Las cosas como son

26 de septiembre de 2016

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Jesús Francisco Yagües

 

 

El Museo Nacional inauguró, recientemente, en la planta baja del edificio de Arte Universal, la muestra personal Las cosas como son, del artista cubano de las artes plásticas Glexis Novoa, que se mantendrá abierta al público hasta el 16 de enero del venidero 2017.
Las cosas como son, con curaduría de Corina Matamoros, es un proyecto especialmente concebido por su autor para el Palacio de Bellas Artes de nuestra Nación. Consta de un conjunto escultórico integrado por once piezas que son, más bien, pedazos de muros desahuciados, “extraídos de una vieja edificación habanera”, sobre los que el artista dibujó en grafito ideas que rondan sus pensamientos, que le hacen recordar “utopías sociales y políticas familiares”. También componen la muestra igual número de pinturas sobre lienzo de gran formato, en la que una palabra o frase, trazada con enorme colorido contrastante, ocupa todo el territorio pictórico, y nos trasmite una nueva sonoridad lingüística relacionada con los cintillos informativos que pasan por la televisión o se divulgan a través de los sitios web, así como un audiovisual, que a pesar de ser efímero, por su tiempo de duración, no pasa inadvertido.

Glexis Novoa, pertenece a la generación artística de los 80 del pasado siglo, después de una prolongada estancia en Monterrey, México DF y Miami sitios en los que respiró el ambiente cultural, que con su especialidad se relacionaba, y que indiscutiblemente ha influenciado en su obra creativa, decide establecer su hábitat en La Habana entregándose totalmente al trabajo hasta lograr esta original exposición que finalmente ve la luz y que decide nombrar, Las cosas como son.
En esta ocasión el visitante se puede tropezar con Lenin, Ivan Shadr, Mayakovsky o Kim Il Sung, pero también con Hemingway, Garaicoa, “La bestia” o con un Almendrón; con escenarios históricos, políticos y geográficos, que como “Luz brillante”, vocablo que aparece en una de sus obras, entra en el recinto expositivo para iluminar nuestro entendimiento y obligarnos a razonar sobre lo que ha ocurrido y lo que está por venir.