La sexta parte del mundo vista por los cineastas cubanos
15 de noviembre de 2017
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El próximo 18 de noviembre conmemoraremos el 40 aniversario de la Première en el cine La Rampa del largometraje documental La sexta parte del mundo (1977) realizado bajo la dirección general de Julio García Espinosa y en el que intervinieron los más relevantes cineasta cubanos en homenaje al 60 aniversario de la Revolución de Octubre. El propósito cardinal de este ambicioso proyecto fue concebir un filme sobre la Unión Soviética, su carácter multinacional, y sobre el hombre soviético; es decir, es una película sobre un país y, al mismo tiempo, sobre muchos países. Es una película sobre un hombre que pertenece a un país en general y, al mismo tiempo, a un país en particular.
Cada uno de los realizadores filmó en las quince repúblicas distribuidas de la siguiente manera: Estonia y Letonia correspondieron a Enrique Pineda Barnet, Manuel Herrera filmó en Lituania, Sergio Giral en Moldavia, Miguel Torres en Georgia, para rodar en Rusia fueron designados Fernando Pérez, José Massip, Jesús Díaz, Juan Carlos Tabío y Humberto Solás. En Bielorrusia filmó Víctor Casaus, mientras que en Tadzhikistán y Kirguizia lo hizo Idelfonso Ramos y Rogelio París en Uzbekistán, quien declaró sobre el proceso de rodaje:
“Diecinueve equipos formados por los directores más diversos del ICAIC filmamos a lo largo de seis semanas en las quince repúblicas que conformaban entonces la Unión Soviética. Como existían estudios cinematográficos en la mayoría de estas repúblicas contamos con su colaboración como también con la del Comité Estatal de Cine de la URSS”.
A Tomás Gutiérrez Alea le asignaron Azerbaidzhán, a Manuel Pérez la república de Turkmenia, A Santiago Álvarez en Kazajstán, Manuel Octavio Gómez rodó en Armenia y, por último, en Ucrania correspondió a Octavio Cortázar. En la crítica publicada en la revista Bohemia, en ocasión de su estreno, expresó la periodista Azucena Plasencia:
“El homenaje de los cineastas cubanos al 60 Aniversario de la Gran Revolución de Octubre se materializaba en más de dos mil metros de una película que trata de aquel a quien abrasa el sol asiático o congela el frío polar: La sexta parte del mundo nos habla del hombre soviético, de la unidad –segura garantía de independencia– en la historia, los comunes propósitos y los combates en defensa de la existencia como Estado del primer país socialista: del viejo sueño de hermandad entre los hombres –según expresa su director, Julio García Espinosa que ya se ha hecho realidad en una sexta parte del mundo, donde varias nacionalidades se han integrado en una sola, la soviética”.
Sortear el peligro de ofrecer un panorama “solamente turístico, de notas de viaje” y evitar asimismo “el tono pomposo, aunque se tratara de una película-homenaje”, constituyeron aspectos de verdadero reto para el director general, Julio García Espinosa, quien pretendía “la mayor sinceridad posible, sin forzar el dramatismo propio de los testimonios”.
La música de Leo Brouwer, más que integrarse al documental, constituye parte inherente del mismo en acertado marco sonoro. La sexta parte del mundo modela una experiencia interesante dentro del quehacer cinematográfico cubano y contribuyó al conocimiento de los pueblos que integraban entonces la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
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