La Habana vuelve a desbordarse de cuentos

16 de julio de 2015

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Yoel Lugones Vázquez

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Centro HIstórico de La Habana, Cuba, Cultura, Narración Oral Escénica

Si el resultado de la inauguración de un evento fuera el pronóstico para cómo será su desarrollo, entonces sin dudas “Cuentos para una añeja ciudad”, en su sexta edición, será – aunque ya la es por reunir a tan buenos narradores de varias partes del mundo – un éxito.
Esta cita que comenzó oficialmente este 16 de julio en la Calle de Madera de la Plaza de Armas, en horas de la mañana – aunque tuvo una jornada previa de talleres – es una oportunidad única para dejarse atrapar por leyendas, historias, cuentos en fin que subyugan no solo a los más pequeños – destinatario principal –, sino a todo aquel que deje volar su imaginación, tenga la edad que tenga.
Eso fue lo más impresionante del momento inaugural: ver cómo el público iba creciendo en número. Sí, hubo personas y participantes que estaban desde el comienzo y llegaron para disfrutar del espectáculo. Pero hubo otras que simplemente deambulaban con sus familias por el lugar y se quedaron atrapados totalmente. Y esa es una de las intenciones fundamentales del evento – como ha expresado Osvaldo Manuel Pérez, Presidente del encuentro – que inunda ya los parques y plazas del Centro Histórico habanero con contadas: que el ser humano deje a un lado su cotidianidad y se sumerja en un mundo onírico, de fantasía, con historias educativas y entretenidas.
Narradores de México (María Eugenia Márquez), España (Mon Peraza) y de Cuba (Virginia López) nos deleitaron con sus propuestas. Minutos antes, el proyecto Palabra abierta nos ofrecieron una serie de anécdotas cobre la historia de La Habana Vieja.
El talento de los niños no podía faltar en esta mañana. Impresionante el grupo de teatro-danza “Abril”, con pequeños que no son bailarines pero que entregan toda su alma en el escenario e igualmente impactante la ejecución de Marcia Chely Ballester con la entrada de la zarzuela “Cecilia Valdés” y “El yerbero”.
Hasta el 19 de julio, Día de los Niños, la Plaza de Armas, la Plaza Vieja, la esquina de Mercaderes y Obispo y los parques Rumiñahui y Simón Bolívar acogen las historias mágicas de los participantes en “Cuentos para una añeja ciudad”, cita con lo mejor de la narración oral escénica de Cuba y el mundo.

 

Cantar y jugar con Lili Flor y Paulo Pixu

Lili Flor y Paulo Pixu son dos artistas brasileños que han hecho de los cuentos y juegos infantiles su arte de expresión; la vía idónea para comunicar, enseñar, transmitir valores a los más pequeños. Ellos han llegado a Cuba con muchas expectativas para participar en “Cuentos para una añeja ciudad”, cita de la narración oral escénica que comenzó este 16 de julio.
Pero el Comité Organizador del evento no quiso desaprovechar la oportunidad y además de programar en las contadas el arte de estos dos creadores, le propusieron que compartiera un taller con todos los participantes. Y qué mejor tema que el de mostrar algunas canciones y juegos de varias regiones del Brasil.
Del Sur, del Sureste, del Noreste y del Norte del gran suramericano nos llegaron estas iniciativas que se resisten al tiempo y que fortalecen la memoria afectiva de los niños, de la mano de Flor y Pixu.
“Este Taller – nos apunta Flor – ha sido una experiencia muy rica porque todos acá tienen mucho ritmo, una alegría muy grande. La participación fue como in crescendo. Estuvimos muy hermanados todos los artistas que estaban presentes por medio de las canciones, de los juegos. Y era una manera de compartir nuestro folclor con los cubanos, y más cuando tenemos muchas raíces en común. Y no solo con los cubanos, sino con todos los hermanos latinoamericanos que han venido a este Festival”.
Paulo Pixu compartió con nosotros sus experiencias como narradores: “Nosotros trabajamos esta línea. Una de las vertientes de nuestro trabajo son los cuentos para jugar. Esto es para todas las edades. Tenemos también historias destinadas a los adolescentes. Hurgamos en nuestros antepasados, porque la memoria histórica no puede ser olvidada. Es por eso que rescatamos cuentos de nuestros indígenas, y son historias para adultos. Buscamos siempre en el público una respuesta a partir de los movimientos corporales, de los propios juegos; que el espectador se vea involucrado en la historia que contamos, que participe, que sea protagonista. Es por eso que la improvisación es necesaria en nuestra labor. Le damos mucha importancia. Queremos lograr una relación afectiva con los espectadores”.
“Era un sueño antiguo el de estar en Cuba. Y más aún estar en este Festival. Cada lugar es una historia. Y estar aquí es para nosotros es una nueva historia, un nuevo comenzar, una nueva experiencia. Nos gusta el frescor del momento, el intercambiar con el espectador. Y creo que La Habana y este evento nos aportará eso: el regocijo de compartir con personas con las cuales no habíamos compartido. Estar acá es el resultado de un arduo trabajo y es un premio para nosotros. Nuestras expectativas son las mejores”, afirmó Lili Flor.
Lili Flor y Paulo Pixu, dos artistas, dos narradores orales escénicos que ya están brindado su arte por estos días en los parques y plazas del Centro Histórico habanero gracias a “Cuentos para un añeja ciudad”. La invitación está hecha.