La Habana de este siglo en crónicas
18 de febrero de 2019
|Fotos Néstor Martí
“Laidi se atreve siempre. Se traza una meta casi imposible y la cumple al registrar en un género difícil, fugaz y escurridizo como la crónica (…) los recodos ocultos de la vida en la ciudad, su tramado preciso y espejeante”, afirmó Francisco López Sacha en su apasionada presentación de La Habana nuestra de cada día, de Laidi Fernández de Juan, publicado por Ediciones Boloña para esta edición de la Feria del Libro.
Para López Sacha, “solo la agudeza de su mirada y el amor pueden mostrar La Habana de hoy metida en este libro, esa ciudad encantada en los meses de sol, que son todos; esa ciudad sin dueños bajo la llovizna que se abre y se cierra a voluntad; esa ciudad que nos acoge con el ceño fruncido y luego tiembla de dolor cuando nos vamos; esa rara belleza a la vez, ensombrecida y señorial como una diva que más que una ciudad parece un sueño o más bien un anhelo que transcurre entre el tiempo y la memoria y se deja querer para salir airosa en esta Habana nuestra de cada día”.
“La autora –continuó el escritor– pulsa una cuerda infinita que es el retrato de una ciudad, sus costumbres, sus hábitos, y también sus misterios […] se mueve con una lupa enorme que amplifica los hechos, que desnuda a gran escala a sus protagonistas, luego los estudia, los describe con el rigor y la precisión de una miniaturista. De modo que ahí están los sucesos, su explicación y sus furtivas consecuencias”.
Francisco López Sacha consideró que aunque maneja muy bien la ficción como escritora, al mismo tiempo es una investigadora social, “con espíritu de espía, infiltrada en las redes sociales, las verdaderas redes sociales: las calles, los barrios, las arterias, las venas… para darle corporeidad y sentido a la vida diaria, a esas cosas que ocurren de un modo imperceptible”.
“Laidi Fernández de Juan recoge esos fragmentos, esos detalles que dejamos pasar, y nos definen y entonces les da vida, les da brillo, les da valor, los hace resonar en la norma cubana del idioma casi siempre con un rescoldo de malicia, arrobo y bondad con esa gracia que se trasunta en su estilo, con esa manera de escribir entre irónica, mordaz y risueña”.
López Sacha dijo que Laidi se atreve en este libro a emular con todos los escritores que han dejado alguna vez un cuadro de La Habana. “Se atreve a emular, aunque ese no haya sido su propósito, con Buenaventura Pascual Ferrer y la Condesa de Merlin, con Hemingway y el varón de Humboldt, con Eladio Secades y Jorge Mañach, con el Leonardo Padura de los barrios y la periferia”.
Laidi Fernández de Juan anunció que con este libro celebra sus 25 años de vida artística, y le complace que sea con estas estampas dedicadas a La Habana y a Cuba en general, al tiempo que agradeció a Ediciones Boloña su edición, con ilustraciones de Evelio Toledo Quesada. “Quisimos que mi primer libro de estampas fuera publicado por la casa editora de la Oficina del Historiador”.
Dedicó este libro a su madre, Adelaida de Juan, su primera y siempre entusiasta lectora, y agradeció a Francisco López Sacha, pues de sus manos recibió en 1994 su primera obra publicada, Dolly y otros cuentos africanos.
Detalló el contenido del libro que estructuró en capítulos nombrados: “La Habana en sí”, “Tipos sociales”, “Actitudes sociales”, “Humor nuestro”, “El mundo médico”, “Nuestro mar”, “Nuestra economía”, “Lo cubano”, “Otras interrogantes” y “Misceláneas”, y confesó que entre sus preferidos está “Mujeres, madres, hijos”, con estampas que abordan el tema de género y la familia.
Justo de este capítulo leyó para los presentes en la Calle de Madera, su deliciosa estampa “Cuando los hijos viajan”.
Laidi Fernández de Juan tiene publicados más de una decena de libros de cuentos, una novela e innumerables artículos de costumbres que han aparecido en medios de prensa.
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