La grandeza de fundar escuelas

23 de agosto de 2021

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Thays Roque Arce

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Carlos Rafael Rodríguez, Cuba, Cultura, Empresa Constructora Puerto Carenas, Eusebio Leal Spengler, Grupo de Inversiones de Malecón y Extramuros, Oficina del Historiador de La Habana

 

 

El municipio de la Habana Vieja contará desde este curso escolar con un nuevo Politécnico, que llevará el nombre del prestigioso político y economista cubano Carlos Rafael Rodríguez. Ubicado en el número 51 de la calle Monte, el colegio responde a la urgente necesidad de formación en carreras técnicas, como Contabilidad y Gestión Documental, entre otras, y se suma así al compendio educativo de centros de diversa enseñanza que la Oficina del Historiador ha inaugurado y remodelado en los últimos años.

 

 

Un recorrido por la obra que emprende el Grupo de Inversiones de Malecón y Extramuros y la Empresa Constructora Puerto Carenas, atrajo a la familia del prestigioso intelectual y revolucionario cubano, quienes, guiados por la Directora Adjunta de la OHCH, Perla Rosales Aguirreurreta, conocieron los detalles de la obra civil y el futuro que le depara al colegio una vez concluido este 2021.

 

 

El Politécnico “Carlos Rafael Rodríguez” dispondrá de veinte aulas, una biblioteca, un teatro con capacidad de sesenta personas, un salón de reuniones, cuatro laboratorios informáticos, cinco cátedras para las especialidades, un área de dirección, ocho baños, y hasta una cafetería de uso exclusivo del colegio.

 

 

Hasta la fecha, el municipio no contaba con un colegio de este nivel de escolaridad. Anteriormente, el edificio multifuncional de la Manzana de Gómez que precedió el actual hotel, acogía escuelas de diferentes grados que debieron ser reubicadas en los alrededores y en nuevas obras de este tipo inauguradas por la Oficina del Historiador, como el Colegio Mendive en el Prado habanero. Los estudiantes que allí cursaban estudios también debieron reubicarse en otros municipios de la capital.

 

 

“Cuando las condiciones higiénico-sanitarias permitan la apertura del curso escolar, se estudiarán aquí dos especialidades, Contabilidad y Bibliotecología – Gestión Documental, con estudiantes de La Habana Vieja y Centro Habana. En un primer momento contará con una matrícula de 126 estudiantes distribuidos en ambas carreras, en primero y segundo curso”, comentó a Habana Radio Yorniel García, Director Municipal de Educación de la Habana Vieja.

Al centro podrán incorporarse de manera escalonada otras carreras como Servicios de Belleza, Carpintería y Gestión del Capital Humano, en la medida que la matrícula y la distribución de aulas lo permitan.

 

 

El compromiso está en terminar la intervención civil para el mes de septiembre, declararon los inversionistas. Queda por delante la terminación de los decorados y mobiliario del teatro del segundo nivel, la rectificación de detalles en el tercero, terminaciones estéticas y la culminación de la planta baja con el pulido del granito exterior, la pintura de fachada, el piso del patio interior y el montaje de un hermoso vitral a modo de lucernario. Los profesores se sumarán a los trabajos de terminación y limpieza, y a la implementación de los equipos de laboratorio y televisores que han corrido a cargo MINED.

 

La obra indetenible

 

El edificio de Monte 51 fue entregado a la Oficina del Historiador prácticamente en ruinas. Los entrepisos –de los más de 4 niveles que tiene– se encontraban en un alto nivel de precariedad y debieron reconstruirse íntegramente, solo conservándose la fachada original y algunos elementos internos como escaleras y salones.

 

 

Constituyó un importante retraso la falta de acceso a acero en el territorio nacional para asegurar la estructura que anteriormente era de vigas de madera. Las mismas debieron importarse al país por parte de la Oficina. Casos de contagio de Covid-19 entre los trabajadores de la obra fue otro motivo de retraso, pero en la primera oportunidad de recuperación volvió a llenarse de obreros el edificio.

En total, la “Carlos Rafael Rodríguez” ha tardado seis años en culminarse, en un momento en el que el país ha tenido que enfrentar una fuerte crisis financiera, y gracias a ingentes esfuerzos no se detuvieron obras sociales como esta.

 

 

“Lo único que lamentamos es que Eusebio Leal no esté con nosotros para inaugurar el colegio”, sentenció María Isabel Martínez, Jefa del Grupo de Inversiones Malecón y Extramuros.

“Estuvo pendiente todo el tiempo del avance, de cada detalle, cada marco que se ponía, cada trabajador que se sumaba al equipo. No sé cómo lo hacía. Siento que estará presente entre nosotros. Tenemos muchas responsabilidades que nos dejó pendientes, así que seguiremos trabajando juntos”, dijo.

 

 

Este fin de semana el portal de la escuela quedará totalmente expuesto para los transeúntes de las calles Monte y Zulueta. El Grupo de Inversiones una vez que entregue el proyecto al Ministerio de Educación para los detalles finales, se sumergirá en una nueva empresa: levantar una escuela primaria en el edificio anexo por la calle Zulueta, para completar un entorno educativo a disposición de los niños y adolescentes de los municipios circundantes.

 

 

La Oficina del Historiador ya ha intervenido e inaugurado siete escuelas en el municipio, según expresó la Directora Adjunta de la Oficina del Historiador, como son el colegio “Mariano Martí”, “Manuel María de Mendive”, “Camilo Cienfuegos”, “Ángela Landa”, entre otras; lista a la cual se sumará desde este año la “Carlos Rafael Rodríguez”. El compromiso de la Oficina se extiende al mantenimiento anual de estos centros en los meses de julio de agosto cuando recesan los estudiantes.

 

 

El financiamiento de este proyecto en particular fue gracias al fondo del gobierno de Arabia Saudita a la Oficina del Historiador. “Un crédito muy noble para el gobierno central con 25 años a pagar y un 2% de interés, destinado a proyectos sociales como este, viviendas, entre otros. Vamos a estar trabajando muchísimos años gracias a ese crédito de 26 millones de dólares”, explicó Perla Rosales. Para esta intervención, el presupuesto en moneda total ascendió a los 20 millones de pesos cubanos, y cubrió todos los gastos de la obra civil del inmueble y su avituallamiento interior.

 

 

 

Mantener actual y vigente el pensamiento

 

En el intercambio de este lunes 23 de agosto surgió la idea de incluir un pequeño museo para que los estudiantes conozcan el legado del intelectual Carlos Rafael Rodríguez en toda la extensión de su prolífica obra, vinculándola en lo posible a su formación curricular.

 

 

Los participantes de la Dirección Adjunta de la Oficina del Historiador, el equipo de Inversiones, Puerto Carenas, Programa Cultural, la Dirección Municipal de Educación del municipio, representantes de otras instituciones y organismos de la OHCH, y los familiares del intelectual, intercambiaron sobre cómo acercar a los futuros beneficiarios del centro al hombre en cuyo honor se levanta este homenaje en forma de escuela.

“Actual, vigente y adelantado para su tiempo es el pensamiento de Carlos Rafael Rodríguez”, señaló la Directora de Programa Cultural Katia Cárdenas, quien además sugirió integrar a los estudiantes del centro a los programas de instituciones como el a+ espacios adolescentes, cuyo trabajo es precisamente con el colectivo adolescente.

 

 

Todo lo que a partir de su inauguración significará Monte 51 responde a la deuda de afecto y admiración que la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana tiene con un hombre que dedicó su vida a luchar por sus ideales y a la construcción del socialismo en diversos cargos del Gobierno y como dirigente del Partido Comunista de Cuba. Carlos Rafael Rodríguez y Emilio Roig de Leuchsenring también mantuvieron una fructífera amistad, basada en la colaboración y el respeto de quien admira y fomenta la obra del otro.

 

 

En un intercambio epistolar del año 1993, con motivo del 80 cumpleaños del economista, un joven Eusebio Leal Spengler, ya Historiador de la Ciudad de La Habana, le escribió: “Estas letras se confundirán en su mesa con tantos otros mensajes de felicitación en sus ochenta cumpleaños, pero en este caso la misiva se sustenta en el particular sentimiento de gratitud por su apoyo y consejos en los años difíciles en que floreció renovadamente el árbol plantado por Emilito. En nombre de María le congratulamos no solo por los años, sino por la obra acumulada que no conocerá olvido”.

 

 

A esta carta, unos días después, Carlos Rafael Rodríguez respondería: “Querido Eusebio: Tus palabras no pueden confundirse con ninguna. Tu felicitación será siempre singular. A todos ustedes les envío mi gratitud por la fidelidad a Emilio y por continuar su obra y desarrollarla a límites increíbles. (…) Gracias y recibe un abrazo de, Carlos Rafael”.