La cultura como creación suprema del hombre

17 de noviembre de 2017

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Yoel Lugones Vázquez

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Alemania, Condecoración, Cuba, Cultura, Eusebio Leal Spengler

 

 

La Cruz Federal al Mérito de la República Federal de Alemania en la categoría de Comendador le fue conferida en la mañana de este viernes 17 de noviembre, en el Centro de Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa, otrora Palacio del Segundo Cabo al Historiador de la Ciudad de La Habana Doctor Eusebio Leal Spengler.

 

 

Con la presencia de representantes del Cuerpo Diplomático acreditado en la Isla y trabajadores de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, tuvo lugar esta ceremonia en la que el Excelentísimo Señor Thomas Neisinger, Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de le República Federal de Alemania en Cuba, expresó que Leal ha demostrado con creces que se puede ser idealista y estar anclado a la vez en la realidad.

 

 

“Una vida entregada al trabajo y al amor”, así calificó el Señor Neisinger al Historiador de la Ciudad, quien reconoció también su actividad intelectual que ha servido para rescatar importantes documentos de la historia de Cuba, y para influir en la esfera pública, valiéndose en su cultura enciclopédica. “La intención de Don Eusebio es sumar el corazón a los esfuerzos del intelecto por crear una sociedad mejor”, sentenció el Embajador de Alemania.

 

 

También reconoció el Señor Naisinguer “Para Alemania, Don Eusebio siempre ha sido un interlocutor ejemplar, siempre con las puertas abiertas para recibir visitas y conversar con cualquier persona interesada en Cuba y en La Habana. Por eso, grandes personalidades de la política alemana han tenido la oportunidad de intercambiar con él. Son centenares de miles los alemanes que viajan a Cuba cada año y tienen la oportunidad de admirar lo hecho en La Habana Vieja, que ya cuenta con un plan de desarrollo especial hasta el 2030 repleto del pensamiento de su Historiador mayor”.

 

 

El también Director de la Red de Oficinas del Historiador y el Conservador de Cuba en sus palabras de agradecimiento evocó aquel momento en que comenzó la etapa de la obra que justifica y fundamenta este reconocimiento, una obra que es ejemplo de la huella generacional en la restauración no ya de piedras, sino en la de fijación de algo más importante que es la cultura como creación suprema del hombre.

Leal recordó su descendencia germana, de donde proviene su segundo apellido Spengler, al igual que la de su predecesor Emilio Roig de Leuchsenring, y de esta forma reconoció su cercanía con una nación cuya historia y cultura le parecen fascinantes: desde Alejandro von Humboldt, la filosofía clásica alemana, hasta la música, entre otras manifestaciones artísticas: “Muchas han sido las relaciones históricas, extraordinarias, a lo largo del tiempo. Sería una nulidad intelectual y un acto vandálico desconocer la importancia que vuestra cultura ha tenido para la historia de la humanidad, y en particular para la nuestra. En esas disciplinas nos formamos”.

 

 

“Al agradecer profundamente esta condecoración – expresó Leal –, quisiera dedicarla como es lógico a Cuba, mi madre amantísima, porque el arte no tiene patria, leí una vez y después muchas veces, otros han hecho la cita, pero a mí me la reveló Juan Marinello mostrándome un pequeño plato de cerámica que había adquirido en una calle de Florencia, autor anónimo al parecer. Insisto, el arte no tiene patria, pero los artistas sí. Y a este pequeño artista de La Comedia Humana, a esta pequeña criatura hoy exaltada con la hermosa cruz y con las cintas bellas de la nación que admiro, me honro en recibirla, en nombre de mi patria, de mi gente, de la gente de La Habana Vieja y de todos los que trato de servir con lealtad a pesar de mis muchas limitaciones”.

 

 

Con una frase martiana concluía el Historiador su intervención, idea que ha convertido en máxima de su vida: “En la cruz murió el hombre un día; el hombre debe aprender a morir en la cruz todos los días”.

La Cruz Federal al Mérito de la República Federal de Alemania es la única orden que se otorga por esa nación a personas que destacan por sus logros en las áreas política, económica, cultural, intelectual, y es la única distinción de carácter general existente en Alemania y, por tanto, máxima expresión de reconocimiento de la República Federal de Alemania por méritos contraídos en pos del bien común.