Instalaciones hoteleras en edificios patrimoniales

1 de agosto de 2018

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María Victoria Pardo Miranda

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Centro HIstórico de La Habana, Cuba, Oficina del Historiador de La Habana, Patrimonio, Rutas y Andares 2018

Fotos: Alexis Rodríguez

 

 

 

“Cada vez crece más el interés de los visitantes por un turismo cultural y de ciudad. Además del tradicional turismo de sol y playa, también hay muchas personas que se interesan por conocer las ciudades, sus valores, su historia, su gente, por probar sus platos tradicionales, disfrutar de su música”, explicó el arquitecto Aníbal del Prado, de la Empresa Restaura de la Oficina del Historiador, durante un recorrido del programa Rutas y Andares para descubrir en familia.
Del Prado fungió como guía en el Andar la Arquitectura por tres hoteles en construcción en el Centro Histórico de La Habana: Marqués de Cárdenas de Monte Hermoso y Palacio de los Corredores, en la Plaza de San Francisco; y Palacio Cueto, en la Plaza Vieja.
“La Oficina del Historiador se suma a este propósito que, a la vez, es un propósito de la nación de tener cada vez más instalaciones hoteleras para la creciente demanda del turismo interesado en estas edificaciones que tienen carácter patrimonial y que se convierten en hoteles mediante un cambio de función, lo que también se le conoce como reuso adaptativo, práctica que no inventamos nosotros, es vieja en el mundo y aquí también se había hecho de alguna manera”, continuó.
La empresa Restaura realiza los proyectos de arquitectura, diseño interior y diseño urbano, fundamentalmente en interés de la parte más antigua de la ciudad. “Cuando se restaura, cuando se hace una intervención para restaurar, rehabilitar, o sea, devolverle las funciones que tenía u otras similares, se está rescatando nuestra identidad cultural”, afirmó el arquitecto a los andantes.
“Todas estas edificaciones son testigos de artesanos, de trabajadores que en siglos anteriores, con sus propias manos, nos dieron este precioso legado que nosotros tenemos que conservar y aprovechar en bien de la sociedad y en bien del país. Ese es nuestro cometido”.

 

Marqués de Cárdenas de Monte Hermoso, recuperar sus valores

 

 

Ubicado en Oficios y Amargura, en la Plaza de San Francisco, el hotel Marqués de Cárdenas de Monte Hermoso tendrá categoría cinco estrellas y 21 habitaciones y se prevé su inauguración en marzo del próximo año como saludo al aniversario 500 de La Habana.
En el recorrido Andar la Arquitectura por hoteles en construcción, el arquitecto Aníbal del Prado explicó: “Existen algunos valores patrimoniales en la edificación construida en el siglo XIX, como la fachada neoclásica, y su propósito inicial fue el de viviendas pero la planta baja se destinaba a almacenes de la Aduana, pues la actividad aduanal siempre estuvo presente en esta plaza de San Francisco desde la época de la colonia”.
Y agregó: “A principios del siglo XX se le añadió la última planta. Como muchas otras edificaciones de La Habana Vieja que fueron transformadas una y otra vez, este edificio sufrió una gran transformación y hubo un momento en que fue una casa de inquilinato y se perdieron muchos de sus valores por las transformaciones indebidas. Nuestro deber hoy es rescatar todo aquello que se pueda rescatar”.
Como dato curioso indicó que en el edificio donde se crea actualmente el hotel Marqués de Cárdenas de Monte Hermoso había una notaría en la que, en 1929, se constituyó la compañía Cubana de Aviación.

 

Palacio de los Corredores en la Plaza de San Francisco

 

 

Justo frente a la Plaza de San Francisco, con inigualables visuales hacia ella, se encuentra el que próximamente será el hotel Palacio de los Corredores, nombre que debe a los corredores de Aduana, instalados en ese inmueble en 1953, cuando fue creado.
“Es un edificio de oficinas que será transformado en un hotel. La fachada es un ejemplo de falso histórico; se le quiso dar el estilo barroco perteneciente al siglo XVIII, con enchape de piedra jaimanita para que jugara con el estilo barroco genuino que tiene la planta baja de la edificación vecina, el hotel San Felipe y Santiago de Bejucal, donde las plantas posteriores fueron añadidas después, copiando también el estilo de la fachada original mediante falsos históricos”, señaló el especialista.
Considerado el edificio de los corredores de estilo ecléctico, una vez convertido en hotel será de cinco estrellas, con siete pisos y 56 habitaciones; “al interior tiene muy buenas condiciones estructurales, de columnas, vigas, cierre de albañilería de ladrillo”, agregó el arquitecto.
En el interior se pretende colocar carpintería de aluminio de manera tal que haya una relación visual hacia la plaza y viceversa: “El patio también forma parte de los valores patrimoniales de la edificación, el cual se enmarcará con carpintería de vidrio sin marco en cada uno de los arcos que lo rodean, con abertura en algunos para la comunicación”.

 

Palacio Cueto, ejemplo del art nouveau habanero

 

 

Uno de los clásicos edificios de estilo art nuoveau en La Habana es el Palacio Cueto, en la intersección de las calles Inquisidor y Mercaderes que formó parte del recorrido guiado por el arquitecto Aníbal del Prado a un grupo de andantes durante la actual edición del programa Rutas y Andares para descubrir en familia.
“Edificación terminada en 1908, el estilo que ostenta llegó a Cuba bajo el nombre de modernismo catalán, estilo propio de finales del siglo XIX y principios del XX. Se caracteriza por tener formas sinuosas, de elementos naturales, vegetales, animales, antropomórficos, figuras de seres humanos”, indicó el experto.

 

 

También afirmó que, con 57 habitaciones, ostentará la categoría de cinco estrellas una vez culminado en diciembre de este año: “Tuvo un uso hotelero, alojamiento en las plantas superiores y comercio en la baja. Los comercios de la planta baja se fueron transformando en casas de inquilinato y comenzaron a perder sus valores. Cuando se decide intervenir el edificio para incorporarlo al sistema hotelero, la estructura interior de la edificación estaba muy dañada y se decidió demoler”.
Una vez reinaugurado retomará su uso original para satisfacer las exigencias de un turismo interesado en el segmento histórico cultural, justo en un entorno de altos valores patrimoniales: la Plaza Vieja.