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Homenaje a Rodríguez Rivera en su 72 cumpleaños

25 de agosto de 2015

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30699-fotografia-gNacido en Santiago de Cuba, el 21 de agosto de 1943, Guillermo Rodríguez Rivera publicó su primer poemario a los 23 años: “Cambio de impresiones”, en el cual la poesía coloquial o conversacional (de ambos modos se le designa) es un digno ejemplo de la tendencia poética que allá por los años sesenta del pasado siglo, campeaba por toda Hispanoamérica. En uno de los primeros poemas de este libro: “Aclaración” confiesa:

 

Vamos a precisar: que yo comprenda
con cierta claridad
la vida de las palabras,
no quiere decir en manera alguna
que sea un hombre de excepción.

 

Sin ser un hombre excepcional ha seguido, desde entonces, añadiendo títulos a su biografía poética, traspasando esa frontera y añadiendo otros géneros a su quehacer literario: novela, ensayos y periodismo, combinados en su ya larga trayectoria como escritor, a la que se suma la de profesor universitario e investigador.
Los años 70, de difícil comprensión para los que no lo vivieron, trajeron para buena parte de la intelectualidad cubana un desdichado silencio. Mucho se ha escrito sobre este oscuro período, si lo nombro es solo para señalar la ausencia de publicaciones de Rodríguez Rivera, cuya poesía no reaparecerá en las editoriales hasta 1983 con su nuevo libro “En carne propia” donde alcanza ya una madurez estética, un dominio mayor de la palabra y los sentimientos que saben armonizar el yo y las circunstancias. El poema “Alta fidelidad” es un buen ejemplo:

 

Vistas las cosas imparcialmente,
son las circunstancias las que deciden
y no hay verdad, mentira
sino historia, aire, palabras que se juntan
para que estés aquí,
sin ver las sombras que crecen
a tu alrededor.

 

La poesía no tuvo el privilegio de salir a la luz en esos años 70, ni siquiera “El libro rojo”, presentado al Concurso Casa de las Américas donde fuera finalista y recomendada su publicación que sería asumida por la UNEAC, pero salió del cautiverio ¡cuarenta años más tarde! Ese libro puede considerarse un testimonio de aquellos años del llamado esfuerzo decisivo (1968-1969); está conformado por doce poemas largos que hablan de todo lo que siente, padece y se desarrolla en torno al sujeto lírico, con una estructura nunca antes practicada por el poeta. Aquí hay una búsqueda formal muy bien lograda, que ponen al descubierto la preocupación por lo que ocurre hoy y por lo que pueda ocurrir mañana, no solo en su país, no solo en su persona, las contradicciones de una sociedad donde la justicia y el poder no siempre son aliadas…

el-libro-rojo-420143No obstante, en aquellos años el poeta decidió romper el ostracismo y se unió a su entrañable amigo, el también poeta Luis Rogelio Nogueras, para escribir una novela policiaca y enviarla al Concurso, nada más y nada menos que del MININT. Así ve la luz “El cuarto círculo”, gracias al premio que obtiene la obra en 1976, el mismo año en que fuera premiada. Otra novela del mismo género fue concebida por ambos amigos pero la muerte le impidió a Nogueras continuar la escritura de la que se llamaría “Alguien”, asumida entonces por Rodríguez Rivera quien la envía al certamen del MININT en 1993 y obtiene también el máximo galardón.
En 1994 la editorial Solar de la Poesía, de la Dirección de Cultura del Estado de Mérida, en Venezuela, edita su antología “Para salir del siglo XX”, que reúne una serie de poemas de tres libros anteriores: “Cambio de impresiones”, “En carne propia” y “El libro rojo”; en ese conjunto quiero destacar el que da título al volumen, donde el poeta expresa sus deseos:

 

Quiero hijos que me borren,
días que aplasten a mis días.
Quiero un camino nuevo,
una esperanza haciéndose en mis manos:
la juventud, una vez más, inventando la vida.

 

Y ciertamente la llegada del nuevo siglo trajo otras propuestas, no solo en versos también novelas y ensayos, entre ellos “Por el camino de la mar o Nosotros los cubanos” (2004) con el cual Rodríguez Rivera recorrió los centros universitarios del país para compartir con los estudiantes y todo el que quiso escucharlo, su saber acerca de nuestra identidad.

260px-El_cuarto_circuloLa poesía fue también beneficiada en el siglo XXI; en 2003 Ediciones UNION tuvo a bien publicar la antología poética “Canta” que reúne una “selección, [como se aclara en la contraportada] del trabajo poético de Rodríguez Rivera desde 1963, e incluye una cantidad de textos inéditos que sobrepasan la mitad del volumen”. Entre esos inéditos está el que cierra el libro: “Cuba (poema mitológico)”, compuesto por doce cantos que intentan dar, desde la perspectiva del poeta, del investigador, del ensayista, una imagen del transitar de este país donde la mezcla de todos los órdenes: social, racial, cultural, sensual, político y hasta sexual, han dado al cubano y por ende al país (¿o debo decirlo a la inversa?) las características que lo definen y lo identifican.
Otras novelas (estas no policiales) vieron la luz en este primer decenio del siglo que ya habitamos: “Ya que te vas” y “Canción de amor en tierra extraña”. También libros de ensayos y periodísticos. Así vemos, en este breve recuento, que a sus 72 años Rodríguez Rivera nos va dejando un legado que lo ubican ya entre los más destacados escritores que ha dado este país. ¡Felicidades, Maestro!

 

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