Habana Radio: Crónica de una noble adicción

14 de enero de 2017

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Ángel Félix Ferrera

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Aniversario, Centro HIstórico de La Habana, Cuba, Cultura, Habana Radio

 

 

Habana Radio, la Voz del Patrimonio Cubano – emisora adscripta a la Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana – festeja este 28 de enero el aniversario 18 de su fundación. El acto oficial por la efeméride ha sido programado para esta propia fecha en la Basílica Menor de San Francisco de Asís, en pleno centro histórico habanero. Para tan especial celebración, se anuncia un espectáculo de la compañía Lizt Alfonso Dance Cuba.
A continuación, compartimos con nuestros amigos de la web un material elaborado hace algún tiempo. En él, tratamos de reflejar aspectos esenciales de la historia y ascendente trayectoria de nuestra emisora. Esta crónica nació inspirada en la pasión de muchos seres humanos por una obra de amor, espiritualmente enriquecedora.

 

 

Para muchos colegas, como me ocurrió a mí, los primeros encuentros celebrados en la Lonja del Comercio, en el ya relativamente lejano mes de diciembre de 1998 – en medio de los preparativos fundacionales de Habana Radio – fueron determinantes para redescubrir y poder palpar en toda su magnitud la obra restauradora del Centro Histórico de La Habana. La impresión fue tan grata y enriquecedora que nos enroló inmediatamente en un proyecto que, gracias a la máxima dirección de la Revolución, al Doctor Eusebio Leal Spengler, a la Oficina del Historiador de la Ciudad y al amor cómplice de numerosos colaboradores, celebra ahora 18 años de sostenida labor en la defensa y promoción del patrimonio de la Nación Cubana.
En aquellos días previos a la inauguración, quedó definido que la primera transmisión de la emisora, dato revelador de la vocación martiana de sus inspiradores y artífices, sería el 28 de enero de 1999, ofrenda preciosa e imprescindible al más universal de los cubanos.
Resulta grato recordar las reuniones primeras, en torno a una mesa circular, de un pequeño grupo de soñadores. Algunos, profesionales de extensa trayectoria en diversas ramas del saber; otros, jóvenes apasionados y audaces; todos, convencidos de la importancia de la radio para difundir los objetivos y realizaciones de la restauración y preservación del patrimonio tangible e intangible del centro histórico de La Habana y, más aún, los más sagrados valores culturales de la Nación Cubana. Serían esas, precisamente, las premisas del perfil editorial de la nueva radioemisora.
Durante largas sesiones, conversamos de la programación; del estilo que debía caracterizar nuestros mensajes; de la sobriedad y la elegancia que devendrían sello emblemático de Habana Radio, sin descuidar el lenguaje contemporáneo, imprescindible para lograr una eficaz comunicación con las generaciones más jóvenes. Fue durante esos intercambios, mientras buscábamos una frase que definiera fielmente la esencia de la novel radioemisora, cuando – tras coincidir en que debía ser una voz de estos tiempos, para rendir tributo a una ciudad ¿vieja? ¿antigua? – del genio colectivo surgió la denominación que nos acompañó durante una década: La voz cercana de una añeja ciudad.

 

 

Entonces, dieciocho años más jóvenes, comenzamos una obra que, con limitaciones e imperfecciones, hoy enorgullece y compromete.
En los inicios escuchaban nuestra señal – durante apenas tres horas – los pobladores de la Habana Vieja y algún que otro municipio de la ciudad; más tarde, llegamos a la entonces provincia habanera y crecimos paulatinamente en tiempo de transmisión. Actualmente la radioemisora cuenta con frecuencias en todas las villas fundacionales y principales ciudades del país durante las 24 horas del día. Y, por cierto, con audio real en nuestro sitio web, para someternos también, gustosamente, al juicio de los internautas del Planeta.
Con justicia, Habana Radio adoptaría en lo adelante una denominación mucho más abarcadora, acorde a su actual alcance y trascendencia: “La voz del Patrimonio Cubano”.

 

Muchas personas nos escuchan, valoran nuestras propuestas, nos sugieren y, ¿por qué no?, nos prefieren. Es un aliento para empeños superiores.
Imposible olvidar el servicio, solidario y optimista, ofrendado en medio de huracanes y otros eventos meteorológicos. Cientos de oyentes se comunican con Habana Radio en esos difíciles instantes para agradecernos la compañía amiga y generosa. Aunque pensamos que, por el contrario, hemos sido nosotros los acompañados, e inmensamente agradecidos de esa compañía.
Un acierto, sin lugar a dudas, ha sido el perenne respeto por la conservación de la memoria histórica. Personalidades y acontecimientos trascendentes del centro histórico y del país, han quedado registrados en soportes sonoros y audiovisuales.
Grabaciones de veladas únicas, estrenos mundiales, sucesos culturales irrepetibles acaecidos en las selectas salas de concierto y otros espacios de la porción más añeja de la ciudad, integran los archivos patrimoniales de Habana Radio.

 

 

Al pretender valorar, en síntesis, lo logrado en una década, rememoro también con agrado el tránsito por estudios, redacciones, museos y otras instituciones, de jóvenes y talentosos estudiantes de periodismo. Indudablemente, la docencia es vital en los medios, y cada acción que emprendemos debe estar regida por la vocación y las virtudes del educador. Ahora, cuando observamos y escuchamos a muchachas y muchachos devenidos noveles profesionales de la prensa, constatamos la influencia espiritualmente enriquecedora ejercida por Habana Radio en ellos; razón que justifica, al menos, una sonrisa complacida, y confirma que, como nos enseña Martí, el magisterio constituye el más acabado acto de creación.

 

 

Dieciocho años después del momento fundacional, el colectivo de la emisora – prefiero llamarlo la familia de Habana Radio – ha crecido, está mejor preparado para asumir los retos de un medio que se moderniza y perfecciona constantemente, y avanza – sin prisa, pero sin pausa – en proyectos audiovisuales, cibernéticos y discográficos, junto a nobles empeños comunitarios dirigidos a los adolescentes y a la comunidad sorda.
La fórmula de lo alcanzado hasta hoy no obedece a la casualidad o a artilugios mágicos de ninguna clase. Está determinada por el amor, por la libertad de creación, el estímulo a la iniciativa, la profesionalidad de trabajadores y colaboradores, el rigor, el espíritu de solidaridad, la responsabilidad con la obra grande de la Nación Cubana, y la mirada atenta, crítica, aleccionadora y siempre Leal del Historiador de la Ciudad; atributos avalados por el criterio de oyentes o visitantes, habituales u ocasionales.

 

 

Escollos, incomprensiones, imprevistos accidentes, también han aparecido en el camino transitado; acicates para reafirmarnos en una adicción noble, cuya aspiración mayor es contribuir desde la cultura al mejoramiento humano.
Gratitud eterna a quienes han hecho posible, desde humildes o cimeras posiciones, el milagro palpable, terrenal, culto, patriótico, de Habana Radio.