Festival de Guitarra: los tres secretos de Hopkinson Smith
23 de abril de 2014
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Texto y fotos: Eydi Sanamé Flores, estudiante de Periodismo
Reconocido por la crítica especializada como “uno de los mejores solistas para instrumentos antiguos de cuerda pulsada en todo el mundo”, Hopkinson Smith ofreció este martes una presentación en la sala Covarrubias del Teatro Nacional, como parte del Festival Concurso Internacional de Guitarra de La Habana.
Smith, reseñado como un virtuoso laudista, se auxilió en esta ocasión de una guitarra barroca, para interpretar un programa con obras del compositor español Gaspar Sanz, y los menos conocidos Francisco Guerau y Antonio de Santa Cruz, todos pertenecientes a dicho período artístico.
“Marizáplos era una señorita enamorada de Pedro Martín, la más linda de toda la región, y por ser sobrina del cura, la flor de abril”, relató Smith acerca de la pieza homónima de Gaspar Sanz.
Música de juglares, leyendas de poblado en poblado contándose, tal vez en una fría noche hispánica al calor de una hoguera, son imágenes evocadas por una sonoridad distante y familiar a la vez.
El concertista norteamericano, cofundador del laureado grupo internacional de música de antigua Hespèrion XXI, es también célebre por sus grabaciones para laúd de las Sonatas y partitas para violín solo de Bach, calificadas por la revista Gramophone de Londres, como “la mejor de estas obras en cualquier instrumento.”
Dedicado también a impartir clases magistrales alrededor del orbe, Hopkinson Smith es partidario de la lealtad a la partitura, sin que esto implique una interpretación de la música antigua realizada estrictamente con instrumentos de la época.
“Yo prefiero una buena interpretación en instrumento moderno, que una pésima en instrumento antiguo, comenta Smith.
Pero lo que pasa en el instrumento antiguo es que tienes la entrada en una sensibilidad que nunca se va a conseguir en el instrumento moderno. Y es muy importante para los que buscan su voz en esta música, tener experiencia con el instrumento antiguo”, añade el concertista.
El instrumentista, para quien “la búsqueda del silencio exterior y el interior a la hora de realizar una presentación, así como un mayor conocimiento del público”, son problemáticas de la música antigua en la actualidad compartió también los tres secretos de una loable interpretación.
“Sentido por la sonoridad, creatividad del intérprete y respeto por la partitura. Esto te ayuda mucho, porque estudiando las fuentes se desarrolla un acercamiento mucho más profundo; enriquece el lenguaje”, reveló Hopkinson Smith.
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