Estudios de Arqueología en el Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana

19 de septiembre de 2024

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Colegio San Gerónimo de La Habana, Cuba, Cultura, Oficina del Historiador de La Habana

 

 

En las últimas décadas, la enseñanza de la Arqueología a nivel universitario ha ampliado extraordinariamente sus fronteras en diversas direcciones, de las cuales, las principales han sido, la Gestión del Patrimonio Arqueológico y la enseñanza de esta disciplina tanto en pregrado como posgrado (Ruiz, 2009). Cuba no ha estado ajeno a este proceso, varias instituciones académicas desde finales del siglo XIX, han contribuido a la formación de profesionales que, desde otras ciencias, han laborado en las diferentes áreas de la Arqueología.

Entre los precursores de la enseñanza de la arqueología en Cuba se podrían citar a losprofesores Luis Montané Dardé, Arístides Mestre, Juan Miguel Dihigo en la Universidad de La Habana; y Felipe Martínez Arango en la Universidad de Oriente, desde los museos universitarios creados por ellos, implementaron una labor de extensión con su participación en excavaciones arqueológicas, así como en la impartición de asignaturas de corte antropológico y de otras disciplinas relacionadas con la arqueología (Hernández Godoy, 2021). Trabajo de extensión universitaria, que tuvo y aún posee un papel trascendental en la divulgación de la investigación arqueológica en cada territorio, y cuyos resultados muestran la necesidad de la creación de una carrera en esta disciplina en nuestro país (Hernández, Morales, Castillo, Acebo, 2021).

La comunidad científica relacionada con los estudios de la arqueología en Cuba ha demandado por décadas, la creación de una carrera universitaria que forme a profesionales en esta ciencia. El arqueólogo Roberto Valcárcel esbozaba al respecto, que la no existencia de una licenciatura en Arqueología, ha sido la principal causa de las dificultades para la proyección como comunidad científica a nivel nacional, y para articular y sostener un trabajo colectivo por parte de los profesionales cubanos. A lo que agrega este destacado investigador que la formación posgraduada, oportunidad para la reorientación de personal formado en otras disciplinas afines, tampoco ha sido de manera sostenible, y más limitado y excepcionalmente los doctorados. (Valcárcel, 2014)

Fue con la fundación del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana en el 2007, adscrito a la Universidad de la Habana, que se crea una especialización en Gestión del Patrimonio Arqueológico, como parte de la carrera Preservación y Gestión del Patrimonio Histórico-Cultural.

 

 

Si buscamos los antecedentes de la enseñanza de la arqueología en el Colegio Universitario de San Gerónimo de La Habana, estarían los planes de estudios a nivel medio, creados por la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, para capacitar a sus trabajadores y formar perfiles relacionados con el proceso de restauración y conservación que se acometían en el centro histórico de la Ciudad de La Habana en la década de 1990. La escuela taller “Gaspar Melchor de Jovellanos”, fue la iniciadora de toda una serie de centros de enseñanza técnica, que se han fundado en otras ciudades patrimoniales de la isla y donde la arqueología ha sido una de sus especialidades.

En agosto del 2007 fue aprobado el proyecto de la carrera Preservación y Gestión del Patrimonio Histórico-Cultural, presentado y discutido en julio por la Comisión Nacional de Carrera. (Knight, 2020) El Colegio, aunque tiene una sede extra campus, se subordina desde el punto de vista académico, científico e investigativo a la Universidad de La Habana. La diferencia con las demás facultades de esta Casa de Altos estudios, es que la Oficina del historiador de la Ciudad, es la encargada de su administración y los gastos de la misma.

El Colegio tiene la modalidad de curso por encuentro, es decir que se puede encontrar en las aulas, personas con una vasta experiencia en la restauración y otras disciplinas relacionadas con el patrimonio, y que aportan y enriquecen el desarrollo de la docencia. En un principio la carrera estaba destinada a los egresados de la escuela taller “Gaspar Melchor” y trabajadores de la Oficina del Historiador de la Ciudad, pero posteriormente se amplió para todo el personal de la cultura que, con trato preferencial, se les daba la oportunidad de especialización, a aquellos que no habían alcanzado estudios superiores.

La vinculación de estudio-trabajo se logra también a partir de un sistema tutorial por parte de los profesores, que en muchos casos comparten el escenario laboral de los estudiantes, y uno de sus logros, es que tanto en los trabajos de clases, o sus ejercicios de culminación de estudios se han tenido en cuenta problemáticas y entornos reales.

El Historiador de la Ciudad de La Habana, Eusebio Leal Spengler, hasta su deceso (2020) ejerció como Maestro Mayor en un claustro formado en su mayoría por master y doctores. Solo un cuarenta por ciento de los profesores se encuentran de forma permanente, el resto, sobre todo aquellos que imparten las especialidades, son profesionales de alto prestigio de instituciones como la Oficina del Historiador, el Museo Antropológico Luis Montané, el instituto de Antropología y de otras universidades.

Los modos de actuación de los egresados de la carrera están dirigidos a satisfacer las necesidades de identificación, valoración, investigación, preservación y gestión integral del patrimonio histórico-cultural de los centros históricos y las zonas urbanas protegidas, así como la divulgación y difusión en las vías formales como informales. (Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, 2007).

En los dieciséis años de fundado el Colegio se han implementado dos generaciones de planes de estudios, el D y el E. En el primero, los estudiantes, al culminar sus cuatro años con asignaturas básicas, optaban por una especialización en Museología, Gestión Urbana, Estudios Socioculturales o Arqueología. En los dos años siguientes cursaban asignaturas específicas de esos perfiles, las cuales le otorgaban al estudiante una formación integral. Dada la modalidad de estudios, predomina la clase encuentro, aunque que también se realizaban talleres de discusión, clases prácticas y seminarios.

 

El Plan de estudio D

En la malla curricular general, se impartía Introducción a la Arqueología, asignatura que cursaba todos los estudiantes, la cual contaba con 30 horas. Era el único momento en que se incitaba a los egresados a tomar la salida de Arqueología.

El diseño de la malla curricular de la disciplina de Arqueología, contó con la colaboración de los afamados arqueólogos Lourdes Domínguez; Gabino de la Rosa, Roberto Rodríguez y Armando Rangel, este último fue el encargado junto a Daniel Torres Etayo de impartir la asignatura de Introducción de la Arqueología.

Los contenidos que se impartían lograban que el egresado tuviera los conocimientos y herramientas para poder desarrollar proyectos de intervención y evaluación en sitios arqueológicos urbanos.

El Plan de Estudio que se propuso en el 2007 no fue del todo cumplimentado. Al perfil de Arqueología, se le agregaron materias a su diseño curricular como Bioarqueología; Paisaje geográfico y Arqueología; Arte, Religión y Relaciones Sociales; el estudio de Industrias Arqueológicas; Antropología General; Arqueología Social; y Protección y conservación del material arqueológico (Morales Valdés & Fernández Ortega, 2013).

Las transformaciones sociales, culturales y económicas que han tenido lugar en los últimos años y la experiencia de la práctica docente que se plasmaron en los primeros cinco años de graduación, incidieron en la necesidad de formar un profesional con un perfil más amplio, donde se vincularan en un solo currículo las áreas temáticas terminales, cuyo proceso dio como resultado la creación del Plan de Estudio E. El cual comenzó a implementarse a partir del curso docente 2018-2019.

Curso en el cual la carrera comenzaría a ser impartida en la provincia de Camagüey, facultad que estaría inscrita a la facultad de Arquitectura de la Universidad de esa ciudad. Aunque ya estaba aprobado el plan E, comenzarían con el plan D.

Es de acotar que alrededor de estos años, con la implementación del plan de estudio E, en los estudios universitarios a nivel de país, en las carreras de Historia y Estudios Socioculturales se les agregó a la malla curricular asignaturas con contenidos de Arqueología y de patrimonio arqueológico. Asignaturas como Introducción a la Arqueología y Antropología General, entre otros, han sido las propuestas. (Hernández, et al., 2021)

El Plan de Estudio E, sigue siendo consecuente con la esencia que tuvo el Plan D. Entre las novedades se redujo e integraron algunas disciplinas para impartirse en cinco años.

En relación con la disciplina Arqueología pasó a nombrarse Gestión del Patrimonio Arqueológico, cuyas asignaturas forman parte del currículo base: Introducción a la Arqueología, Arqueología General y en el curricular propio: Gestión del Patrimonio Arqueológico. Materias que se imparten entre primer y segundo año.

Los contenidos se encuentran dosificados en conferencias, talleres participativos, seminarios, visitas guiadas por museos  y otros sitios de interés, para que forme en los estudiantes un pensamiento crítico y sean capaces de generar soluciones a problemas actuales, que se relacionan con la gestión del patrimonio arqueológico.

 

 

 

(Tomado del sitio web del Gabinete de Arqueología)