En Nueva York, una representación del arte cubano

12 de noviembre de 2018

|

Estrella Díaz

 

 

Por estos días la cultura cubana está presente en Nueva York: en esa ciudad norteamericana el joven actor Carlos Enrique Almirante presentó la película cubana Fátima o el Parque de la Fraternidad y la reconocida artista de la plástica Yudit Vidal mostró y dialogó sobre su arte, en la sede del Centro de Estudios Cubanos en esa ciudad estadounidense.

Sandra Levinson, directora de la relevante institución que tiene como objetivo tender puentes entre ambas naciones a pesar de la difícil coyuntura política que se vive hoy, manifestó sentirse “muy complacida” con el intercambio que se ha generado en torno al desarrollo de dos importantes manifestaciones en la Isla: el cine y las artes visuales.

 

 

Gracias a las nuevas tecnologías que facilitan la comunicación, la pintura y dibujante Yudit Vidal nos comentó que ha sido “verdaderamente fascinante” constatar el interés que despierta Cuba: “quieren conocer cómo se vive en la Isla y, sobre todo, se asombran al constatar el desarrollo cultural que poseemos”.

Yudit Vidal, vive y sueña, en Trinidad, ciudad que se encuentra ubicada en la región central, específicamente en el sur de la provincia de Sancti Spíritus, y desde allí irradia su arte a todo el mundo. Su manera de expresarse a través de la pintura tiene como tema esencial la mujer y sus problemáticas, pero en los últimos años está desarrollando una línea sumamente peculiar: ha nucleado alrededor de sí a un grupo importante de tejedoras de la localidad, quienes ofrecen sus manualidades para ser incorporadas a la obra de la Vidal.

 

 

El resultado de este proyecto denominado Entre hilos, alas y pinceles, es, además de hermoso y femenino, sumamente interesante porque superpone los exquisitos tejidos típicos de esa región —la tercera villa fundada por la corona española en Cuba a principios de 1514— con el quehacer pictórico. Por ejemplo, el llamado punto “la trinitaria” es una forma de tejer específica de la Villa de la Santísima Trinidad, sitio que evolucionó económicamente con gran rapidez desde los tiempos de la colonia gracias a la actitud emprendedora de sus habitantes. Por ser Trinidad una ciudad en la que aún se respiran los aires coloniales y sus edificaciones están conservadas, fue declarada por la UNESCO, en 1988, Patrimonio Mundial de la Humanidad, y en el mes de julio de este año fue distinguida por Consejo Mundial de Artesanías como Ciudad Artesanal del Mundo.

Por otra parte, el público neoyorquino disfrutó de la proyección de la película de ficción Fátima o el Parque de la Fraternidad, estrenada en 2015 y dirigida por Jorge Perugorría sobre la obra original del novelista y poeta Miguel Barnet, actual presidente de la Unión de Escritores y Artista de Cuba, UNEAC.

 

 

El largometraje de ficción, de noventa minutos, aborda el conflicto de una persona que vive en la angustia diaria de sentirse atrapada en un cuerpo masculino, un tema casi tabú, pero que “está presente en el contexto cubano actual”, dijo el joven actor Carlos Enrique Almirante, egresado de la Escuela Nacional de Arte, ENA, en 2004, y quien ha trabajado con excelentes directores cubanos y de otras latitudes y es poseedor de una extensa cinematografía: Perfecto amor equivocado (coproducción Cuba-España) dirigida por Gerardo Chijona; Habana Eva (coproducción Venezuela-Cuba) de Fina Torres; Ciudad en Rojo de Rebeca Chávez; José Martí: el ojo del canario (coproducción Cuba-España) y Madrigal (coproducción Cuba-España), ambas del multipremiado director Fernando Pérez; Lisanka (coproducción Cuba-Rusia) de Daniel Díaz Torres; El Edén perdido (coproducción Cuba-España) de Manuel Estudillo, Páginas del diario de Mauricio (coproducción Cuba-España-México) de Manuel Pérez Paredes, entre otras.