El mundo subacuático de Korda

6 de julio de 2013

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Ana Lidia García Hernández.

Fotos Alexis Rodríguez

 

La Sala de la Diversidad – en la sede de la Sociedad Civil Patrimonio, Comunidad y Medio Ambiente, situada en el Centro histórico habanero – acoge desde este jueves 4 de julio la exposición “Al fin… el mar” que muestra la fotografía subacuática realizada por el artista del lente cubano Alberto Korda.

La belleza y la variedad de la flora y la fauna del Mar Caribe se nos revelan en las imágenes tomadas por Alberto Korda entre 1963 y 1978, expuestas desde este jueves 4 de julio en la Sala de la Diversidad – en la sede de la Sociedad Civil “Patrimonio, Comunidad y Medio Ambiente”, situada en el Centro histórico habanero –, con motivo del 85 aniversario de su nacimiento.

“Esta es la faceta menos conocida de la obra de ese versátil fotógrafo que fue Korda. En estas siete pantallas digitales, tenemos la oportunidad de ver no solo su creación sino también la forma en la que se involucró con esta vertiente de la fotografía, las personas con las que trabajó, el valor científico y el uso que se les dio a sus instantáneas”, explicó durante la inauguración de la muestra su curadora Lesbia Vent Dumois.

Por su parte, Diana Díaz – la hija del creador – dijo sentirse muy feliz por presentar este conjunto de piezas que demuestran el amor de su padre hacia la naturaleza. De igual forma, explicó que “es un homenaje a todas las personas que desarrollaron junto a él esta labor de registrar las riquezas del mar, como miembros del Departamento de Fotografía Científica Submarina del Instituto de Oceanología, del cual fue fundador”.

“En la actualidad es muy sencillo dedicarse a esto pero en aquellos años 60` ellos fueron iniciadores de una tradición y ponían sus vidas en peligro constantemente porque no poseían los equipos y las tecnologías necesarias. Por esa razón, estas piezas tienen valor no solo por lo que significan en sí mismas sino por la historia que atesoran”, agregó la Estate del también artífice de la mundialmente conocida imagen titulada “Guerrillero Heroico”, en la que Ernesto Guevara aparece con una boina militar sobre su cabellera ondeante mirando hacia el horizonte y que fue tomada durante el entierro de las víctimas de la explosión del barco “La Coubre”.

A la inauguración de “Al fin… el mar” asistió también uno de los compañeros de trabajo de Korda en el Instituto de Oceanología: Rosendo Aguiar quien, según contó a Habana Radio, vivió junto a él disímiles aventuras que los unieron en una intensa amistad. “Me decía que yo era su hijo y siempre fuimos muy buenos amigos”, comentó mientras rememoraba algunas anécdotas de esos años.

En esta propuesta el público puede apreciar, además de las imágenes realizadas en el mar por Korda, otras en las que aparece buceando junto al líder histórico de la Revolución, Fidel Castro en los viajes donde comenzó su afición por la fotografía subacuática.

Todo comenzó, refiere Diana Díaz, cuando mi padre era fotógrafo de Fidel y él lo invitó a estrenar una cámara que le habían regalado. “Le gustó tanto que luego decidió dedicarse por completo a este arte. Siempre decía que no entendía por qué el hombre quería viajar a la Luna si no conocía ni una ínfima parte del vasto universo submarino”.

Otra de las pantallas exhibe artículos periodísticos en los que se menciona el valor científico de los fotogramas obtenidos por los miembros del Departamento de Fotografía Científica Submarina del Instituto de Oceanología. “Correo de la UNESCO” es una de las publicaciones que aparece reflejada. Asimismo, puede encontrarse un ejemplar del “Atlas de corales cubanos”, en cuyo proyecto participaron Korda y sus compañeros.

Dos documentales de televisión también forman parte del conjunto: “Sencillamente Korda” del realizador Roberto Chile y “Kordavisión”, de Héctor Cruz Sandoval. En ambos, el espectador puede escuchar al artista y acercarse, a través de sus propias declaraciones, a su vida y obra.

Sobre el proceso de investigación que antecedió a esta muestra, Ana Lourdes Soto – presidenta de la Sociedad Civil Patrimonio, Comunidad y Medio Ambiente – explicó a nuestra emisora que “fue un trabajo muy arduo porque muchas de las fotografías eran inéditas y se encontraban en sus negativos, o sea, que hubo que comenzar por revelarlas; además, se desarrolló una intensa búsqueda en los archivos para poder mostrar los artículos publicados durante las décadas del 60` y el 70` del siglo pasado sobre la labor de Korda. Ha sido un trabajo en equipo pero en especial debo resaltar la dedicación de Lesbia Vent Dumois y Diana Díaz que han puesto su vida en función de este proyecto”.

Con diseño de Pepe Nieto y banda sonora de José Víctor Gavilondo, se convierte en la tercera exposición que acoge este novedoso salón expositivo del corazón de la Habana antigua desde su apertura en enero del presente año. La Sala cuenta con siete pantallas digitales y una moderna infraestructura informática que permite la presentación de obras fotográficas y audiovisuales de alta resolución.

“Ha tenido una acogida impresionante tanto en el público como en los profesionales, cada vez se nos acercan más artistas del lente con la intención de exponer aquí porque aprecian las ventajas de un espacio que además de atractivo permite abaratar los costos ya que no es necesaria la impresión. Ante tanta demanda estamos valorando la posibilidad de que en lugar de dos cada muestra permanezca solo un mes expuesta”, declaró Ana Lourdes Soto.

En este caso, “Al fin… el mar” se mantendrá durante julio y agosto como parte del proyecto “Rutas y Andares para Descubrir en Familia” que desarrolla la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana durante el verano. Al respecto, Soto afirmó: “Queremos que la mayor parte del público que visita el Centro histórico habanero en las vacaciones tenga la oportunidad de conocer esta maravillosa faceta de la obra del talentoso artista cubano”.

Alberto Korda, cuyo nombre de nacimiento era Alberto Díaz Gutiérrez (1928-2001), se dedicó primero a la publicidad. Luego del triunfo de la Revolución en 1959, comenzó a hacer fotoperiodismo y fue por varios años fotógrafo personal de Fidel Castro. Lo acompañó en su visita a la Organización de Naciones Unidas (septiembre 1960), en sus primeros viajes a la URSS (1963 y 1964) y a otros eventos de los cuales surgieron conocidas series como “Visita de J. P. Sartre a Cuba” (febrero-marzo de 1960), “Concurso Hemingway” (mayo 1960), “Juego de Golf” (marzo 1961), “Visita de Raúl y el Che a Moa” (mayo 1961), “Fidel vuelve a la Sierra” (junio 1962) y “Che cortando caña” (febrero 1963), entre otras.