El leve sonido del tiempo en Los Frailes

16 de abril de 2013

Arte, Hostal Los Frailes, Losama

Por María Grant

De izq a derecha: Flauta dulce cartón corrugado; Organistrum cubano; Violín rojo

Considerado uno de los más serios cultivadores del arte sacro en Cuba, Lorenzo Santos (Losama) ha vuelto al hotel Los Frailes, y lo hace trayendo consigo una preciosa exposición personal que, bajo el título «El leve sonido del tiempo», reúne 11 piezas en las que inserta instrumentos de música antigua en rostros femeninos en los que, como acostumbra, extrapola códigos y referentes del Medioevo para hacer subsistir apropiaciones y cánones de belleza sustentados en la más ilustre tradición pictórica y gráfica de la cultura occidental.
En esta muestra, más que en ninguna otra anterior, es evidente el  sistema referencial asumido por el artista a partir de su vocación temprana por la música y la teología,  que le posibilitan un sentido de la espiritualidad en una obra que se aviene muy bien a esta galería del Centro Histórico que, según sus palabras, «es donde mejor se ve, primero por el formato pequeño que utilizo y además por la temática casi siempre religiosa o vinculada a ella. El espacio es agradecido para mi obra», asegura.

Espacios góticos

Se aprecian fisonomías de mujeres, cuyos atributos de poetización y distinción se enaltecen al entremezclarse con instrumentos musicales o recreaciones de estos, todos realizados en técnica mixta en diferentes soportes, como madera tallada y luego policromada, o cartón corrugado; también, el collage, que alterna con cuerdas de artefactos reales, o fragmentos de algunos otros que existieron como ciertos ensambles de violín. Por ejemplo, hay una obra que se llama Organistrum cubano,  un instrumento que existió, sin embargo el apellido «cubano» sugiere la existencia de ciertos elementos que le dan un toque de cubanía muy propia. Otra es el Sistro un real exponente de  la cultura de Egipto donde se utilizaba en procesiones religiosas muchos años atrás.
Ante la interrogante de cómo cree que un espectador no avezado se enfrente a esa obra que pudiera resultar de códigos desconocidos, Losama argumenta que su intención es que las personas no sólo vean las piezas y las disfruten sino que estas les sugieran indagar sobre aquellos tópicos que les resulten desconocidos. «La curiosidad motiva el estudio, a la investigación», agrega.

Sistro

En junio de 2011, este pintor —incluido en el grupo de pos medievales, según catalogación del profesor Jorge Bermúdez— presentó en la galería del hotel Los Frailes la exposición «Los signos perpetuos» que el propio artista consideró un proyecto experimental de arte sacro contemporáneo cubano que incluyó unos siete cuadros de mediano y pequeños formatos. Apenas dos años después, «El leve sonido del tiempo» —dada la unidad formal y conceptual— evidencia que si en aquel entonces era una aspiración, ahora Losama alcanza una poética visual superior; por la limpia factura, el amplio cromatismo, especialmente en las piezas concebidas en madera tallada y luego policromada.

La muestra fue inaugurada en el hotel Los Frailes el viernes 12 de abril durante una velada que contó con la ejecución de piezas musicales —bajo la tutela de su maestra Susana de la Cruz— por las jóvenes estudiantes Laura Ortega y Sheyla del Bosque

Y aunque siempre debe existir  la insatisfacción necesaria para continuar el crecimiento desde el punto de vista de la creación, hay arte del bueno —especialmente en las piezas sobre madera—, bastante cercano a la perfección, en esta muestra de Lorenzo Santos (Losama) inaugurada en el hotel Los Frailes el viernes 12 de abril durante una velada que contó con la ejecución de piezas musicales —bajo la tutela de su maestra Susana de la Cruz— por las jóvenes estudiantes Laura Ortega y Sheyla del Bosque, alumnas de flauta dulce del programa Convivium Musicum, creado por el Conjunto de Música Antigua Ars Longa que dirige la maestra Teresa Paz.