El arte en La Habana nace del barro

21 de septiembre de 2013

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Maydelis Gómez Samón

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Bienal La Vasija, Centro Hispanoamericano de Cultura, Cerámica, Oficina del Historiador

Como ya se hace habitual cada dos años el Centro Hispanoamericano de Cultura sirve de escenario para demostrar que del barro se pueden realizar grandes obras de arte. Así lo comprobamos quienes asistimos a la inauguración de la Bienal La Vasija, 2013, evento organizado por el Museo Nacional de la Cerámica, el Consejo Nacional de las Artes Plásticas y la Oficina del Historiador de La Habana.

Un total de 152 obras de 109 artistas se pueden apreciar en varias salas de esta institución de La Habana Vieja. Todas las piezas poseen un sentido estético de gran nivel y establecen entre sí un diálogo entre las diferentes generaciones de creadores, en las que estos  muestran las preocupaciones y conceptos.
En esta oportunidad el jurado de la Bienal La Vasija 2013 estuvo integrado por Alejandro G. Alonso, director del Museo de la Cerámica Contemporánea Cubana; Tomás Núñez (Johny), presidente del proyecto Alboroto Quieto, Isabel Pérez, jefa del sello editorial Arte Cubano; Toni Pñera, crítico y profesor de San Alejandro; y el artista Fernando Velázquez.
La obra “Margen” de Javier Martínez obtuvo el premio que otorga la “Fundación Igneri” de Arte y Arqueología, organización sin fines de lucro que organiza el evento trienal Elit-Tile.

El Premio Nacional de Artes Plásticas, Alfredo Sosabravo, otorgó por segunda vez el premio que lleva su nombre. En esta oportunidad lo mereció la serie de platos “Los colores de la vida” del joven Alejandro Cordovés. Según el jurado, estas piezas poseen una lograda y orgánica relación “entre el dramatismo que tipifica su habitual lenguaje y la correspondencia de los soportes convencionales escogidos con el tema de la Bienal”.
Una vez más el Consejo Nacional de las Artes Plásticas otorgó su beca de creación. El merecedor del lauro fue Guillermo R. Malberti con su serie “Tras las huellas, pequeña historia de amor y desamor”. En ella el artista plasma una exquisita y poética proyección que hace visible la sintética economía de recursos.
En esta edición, debido a la calidad de las obras concursantes, el jurado concedió tres nuevos premios, propuestos por el presidente del proyecto Alboroto Quieto. Las realizaciones de Glaucia Basulto, Alder Calzadilla y Jorge Jacas fueron las escogidas por su calidad y originalidad. Estos tres creadores tendrán la oportunidad de participar en la próxima jornada del proyecto para la decoración de obras de cerámica.
Asimismo, la obra “Cartuchos” de Ramiro Díaz, recibió una mención por su ingenioso, fresco e innovador planteamiento.
Sin dudas, este evento bianual demuestra que la cerámica artística en Cuba no es Cenicienta entre las artes plásticas, y que en nuestro país adquiere cada día más adeptos, aunque a nivel mundial en el ámbito artístico no se le otorgue el verdadero valor que posee.