Eduardo Arrocha: Papel, tela, ¡acción!

7 de septiembre de 2018

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Luciano Castillo

 

 

La galería del cine 23 y 12, sede de la Cinemateca de Cuba, inauguró este jueves 6 la exposición “Papel, tela, ¡acción!”, con la pretensión de sintetizar la interminable trayectoria de Eduardo Arrocha, prestigioso diseñador de vestuario nacido en esta capital el 17 de mayo de 1934. La siempre esmerada curaduría a cargo de Sara Vega y Daymar Valdés, especialistas de la Cinemateca, ha posibilitado reunir un conjunto de la vasta producción de este graduado en 1962 de la Escuela Nacional de Bellas Artes “San Alejandro”.

Cuatro años después el vestuario que diseña para la puesta de Giselle por el Ballet Nacional de Cuba es valorado como parte de esta obra integral que obtiene el Grand Prix Ville de París y es filmado por Enrique Pineda Barnet en un título clásico en su género. En 1966 cursó estudios escenográficos en el Teatro Nacional de Praga que se sumaron a los de pintura con Agustín Fernández y René Portocarrero y diseño escénico con Rubén Vigón en la Biblioteca Nacional de Cuba en 1961.

 

 

Su intenso trabajo en el diseño abarca también el Conjunto Nacional de Danza Moderna –con aquella memorable Medea y los negreros, por apenas citar una de sus colaboraciones con el coreógrafo Ramiro Guerra–, la Ópera Nacional de Cuba y diversas puestas en escena para las que concibe la escenografía, el vestuario y la iluminación y sobrepasan ya los cuatrocientos proyectos. Sobresale el Gran Premio en el Festival Nacional de Teatro de Camagüey del 2006 que obtuvo por su delirante derroche de imaginación y originalidad en los diseños concebidos para la de Escándalo en la trapa, obra de José R. Brene bajo la dirección de Tony Díaz.

 

 

Arrocha integra en 1974 los equipos de realización de los documentales de Melchor Casals: Súlkary, Okantomí y Panorama, en los que viste a los bailarines de Danza Nacional de Cuba. Su filmografía de ficción se inicia en el año 1976 con tres títulos: Mina, viento de libertad, coproducción dirigida por el cineasta vasco Antonio Eceiza, Patty-Candela, primer largometraje de Rogelio París y El brigadista, opera prima de Octavio Cortázar en la ficción. Dos años después, volvería a trabajar posteriormente con él en Guardafronteras y en 1985, además, en el proyecto inconcluso Raíces de nación, sobre un guion de Pablo Armando Fernández, al que se añade Derecho de asilo (1994). Para Rogelio París diseñó también el vestuario para otro proyecto no filmado por el ICAIC: El manuscrito de los Esterlines (1979), así como para Leyenda (1980).

Julio García Espinosa contó con su talento para Son o no son (1977), e intervino en el diseño del vestuario de Túpac Amaru (1983), coproducción realizada por el peruano Federico García. Arrocha diseñó el vestuario para Solteronas en el atardecer (1990), corto de ficción dirigido por Guillermo Torres.

 

 

Arrocha posee la Distinción por la Cultura Nacional, el Sello de Laureado, la Orden Alejo Carpentier del Consejo de Estado (2002) Premio Nacional de Teatro (2007) y el Premio Nacional de la Oficina Nacional de Diseño correspondiente al 2013. Reconocido como Artista de Mérito por la UNEAC, que promoviera el documental De tal Eduardo tal Arrocha (2012), dirigido por Regino Oliver, ante la obra creadora de más de medio siglo de este septuagenario artífice del diseño que nos enorgullece, resulta insuficiente el adjetivo imprescindible.