Pensar en el arte más de allá de su belleza y convertirlo en un transformador social es uno de los objetivos del proyecto “Detrás del Muro”, que ha hecho del malecón habanero un pasaje de cultura y de intercambio constante con los
transeúntes.
Este domingo quedó inaugurada la iniciativa -por tercera ocasión- en Malecón No. 307 entre Galeano y San Nicolás. Después, centenares de personas recorrieron el trayecto desde el parque Maceo hasta la fortaleza La Punta para disfrutar de instalaciones, performances, grafitis, esculturas y otras tantas manifestaciones del arte.
Varias fueron las obras que atraparon al público, por ser propuestas contemporáneas y diferentes, que recurrían al intercambio directo y cambian todos los preceptos establecidos del arte.
En ‘Huellas’ del artista estadounidense Emilio Pérez, las personas eran las encargadas del acabado final del mural, pues arrancaban el papel pegado en la pared, a partir de marcas predeterminadas; y con esas propias huellas se iba creando la obra plástica.
Los performances también fueron bien recibidos por las personas que llegaron hasta el Malecón, especialmente ‘Construyendo lo femenino’ y ‘Mirar sin ver’. En ambos los que interactuaban se vendaban los ojos; en el primero identificaban los rasgos femeninos a partir de estatuas de vestidos; y en el otro se caminaba por una superficie irregular, conformaba de diferentes materiales. Con las vendas los creadores pretendían que el tacto traspasara a la vista.
También, ‘19:30’, del cubano Jorge Otero, pasó a ser un espacio atractivo y diferente. Decenas de sillas de todo tipo alineadas en filas en la Fortaleza de la Punta. Quien quisiera podía sentarse, mirar al mar y disfrutar de un rato agradable con música instrumental de un pequeño grupo al fondo.
Y si de arte hablamos, no podemos dejar de mencionar de una pelota gigante, en la misma Fortaleza, conformada a partir de cartas de artistas plásticos donde hacen una mirada con ojo crítico al papel de la institución cultural en la representación de los artistas, principalmente para asumir y promover las obras de los talentos emergentes.
Estas son solo algunas de decenas de obras de artistas cubanos y extranjeros que llegaron hasta este espacio con el fin de transformarlos. La cita está hecha. “Detrás del muro” es un recorrido necesario para los amantes del buen arte durante la XIII Bienal. Iniciativas como estas revuelcan el escenario cotidiano y son las preferidas durante el mes que las artes plásticas llegan a su máxima expresión en La Habana.