Del arte en Cuba: Esculturas, un libro imprescindible
6 de noviembre de 2018
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Un texto imprescindible para entender el surgimiento y desarrollo de la escultura en Cuba, de la doctora Llilian Llanes Godoy, fue recientemente presentado en el Museo Nacional de Bellas Artes, acontecimiento que también sirvió de respaldo a la exposición La seducción de la forma de tres destacadísimos escultores cubanos —José Villa Soberón, Tomás Lara y Rafael Consuegra— que puede verse en el Edificio de Arte Cubano hasta febrero del venidero año.
Al presentar Del arte en Cuba: Esculturas, que ve la luz gracias a los esfuerzos de Collage Ediciones del Fondo Cubano de Bienes Culturales, afirmó el doctor René Hernández Barrios, presidente del Instituto de Historia de Cuba, que es una obra “verdaderamente monumental, en la que sensibilidad y espiritualidad, se dan la mano con la ciencia histórica y la literatura, en pos de la más pura cubanía”.
Subrayó el catedrático que “estamos en presencia de una minuciosa y profunda investigación histórica que retrata, desde el arte escultórico, una de las épocas más complejas de la historia de Cuba, los años trascurridos entre 1900 y 1930, primeros de la Cuba republicana” e insistió en que “en las difíciles circunstancias de cuatro intervenciones estadounidenses —la existencia de la Enmienda Platt, el establecimiento de la Base Naval de Guantánamo, la amenaza de imponer otras tres bases carboneras, y la incidencia directa en los destinos de la Isla de los procónsules establecidos en la Embajada de Estados Unidos en La Habana—, los artistas cubanos rindieron sentido tributo a los grandes hombres y mujeres que forjaron los cimientos de la nación”.
Insistió Hernández Barrios que Llilian Llanes tiene un espacio ganado entre los investigadores cubanos del arte: “lo tiene además en el magisterio y en la promoción de la cultura nacional; es sin dudas, una de nuestras principales historiadoras del arte cubano”, concluyó.
Por su parte Delia María López, curadora y especialista del Museo Nacional de Bellas Artes indicó que es muy merecido el homenaje “que estamos haciendo a la existencia de este libro” y recordó que “la escultura acompañó el nacimiento de las artes en Cuba”.
Insistió la especialista en el alcance geográfico de la indagación realizada por Llilian, que se extiende a todo el territorio de la República y nos devela los más excelsos monumentos levantados en los más recónditos confines de la Isla, lo que demuestra la labor incansable del compilador, la lectura acuciosa del investigador y ávida sed de conocimientos capaz de suplir con una imagen borrosa tomada de la prensa, el monumento inaccesible: “Arte en Cuba: Esculturas, se convierte en el más completo registro publicado de las esculturas conmemorativas cubanas entre 1900 y 1930, pero se agradece ese acercamiento a una sociedad civil que levanta peso a peso, centavo a centavo, el monumento a los próceres y mártires de la independencia, bocetando con estatuas el panteón de la iconografía de la libertad”, sentenció.
Llilian Llanes, agradeció a todos los amigos que “siempre la han acompañado” y puntualizó que este libro “ha sido posible gracias al apoyo del Fondo Cubano de Bienes Culturales y en particular a Collage Ediciones”. Igualmente acotó que el texto es el homenaje personal que le rinde a Rita Longa: “Rita fue, para muchos de lo que estamos aquí, no solo la gran escultura cubana sino una de las mujeres más entregadas a la cultura cubana y en especial a la escultura porque no solo hizo su excelente obra sino que contribuyó a que los escultores cubanos tuvieran un espacio”, concluyó.
A la presentación de Del arte en Cuba: Esculturas asistieron, además de un gran grupo de amigos de la autora, Gladys Collazo, presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, y Norma Rodríguez Derivet, presidenta del Consejo Nacional de Artes Plásticas, entre otras personalidades.
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