“Danzar mi vida”. Libro al alcance de todos

11 de agosto de 2017

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Nora Sosa

 

La Biblioteca Nacional “José Martí” y el Ballet Nacional de Cuba (BNC) se unieron en la presentación de un libro que ya está al alcance de los interesados.

Fue así que en un bello acto a la entrada de la Biblioteca ubicada en la Plaza de la Revolución del Vedado habanero, se mostró “Danzar mi vida”, obra de la primera bailarina y maître del BNC recientemente fallecida Marta García, que, según se anunció, estará en sus fondos patrimoniales, para quienes deseen leerlo, analizarlo.

Al iniciar tal amistoso encuentro, el historiador del BNC, Miguel Cabrera, dijo que quería agradecer profundamente al Doctor Eduardo Torres Cuevas, director de la biblioteca y a sus otras autoridades, a los amigos allí reunidos, estar en la presentación del libro escrito por la propia primera figura del ballet cubano; que al escribir ella un texto “que más que hablar de sus ballets preferidos, de su trayectoria en la danza, creo que es un tratado de ética”, sigue profundizando en qué es la danza y por qué se danza. “Fue una cubana –continuó– que llenó de brillo la historia del ballet cubano, pero, además, sintió como su más grande galardón ser cubana”.

Seguidamente, Miguel Cabrera da la palabra a quien fuera su esposo y también primer bailarín y maître de la compañía que dirige Alicia Alonso, Orlando Salgado, el cual  entrega a Torres Cuevas el título de la cuarta impresión de Ediciones Cumbres, de España, escrito por quien empezó desde pequeña una vida cultural. “Danzar mi vida” es un libro que Marta García hizo solita, a puño y letra de ella, además de escoger las fotos que quería poner, comenzó diciendo Orlando Salgado.

Creo –continúa– que eso tiene un valor muy grande, porque hace un recorrido desde que ella nace, su familia, su Guanabacoa, pues dondequiera que estaba era guanabacoense cubana.

Marta García fue también Directora Artística del Ballet Estable del Teatro Colón de Buenos Aires y Directora artística, pedagoga y adaptadora del repertorio del Gran Ballet de Cámara del Instituto Alicia Alonso de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.

Al respecto, entre varios de los homenajes que se le han brindado después de su fallecimiento, citó una función de graduación en la Universidad del Instituto Alicia Alonso de España,  en que “se puso el maravilloso material físico que ha hecho Ahmed Piñeiro”, lo cual nos hizo recordar, en sus últimas ediciones semanales por la Televisión Cubana, varios programas de los inicios, el constante devenir del BNC, con imágenes, bailes de esos momentos que, al ser salvaguardados, los busca, los muestra, los explica con acertada complacencia en “La danza eterna”.

Anunció Orlando Salgado que, aunque son pequeñas ediciones, esta cuarta vuelta a publicar cuando ella falleció, es especial, incluye muchos comentarios, mensajes de personalidades, de amigos de todas partes del mundo.

Voy a hacer también una donación al Instituto Superior de Arte (ISA), a la Escuela de Ballet  del Paseo del Prado, pues –dijo Orlando– es un libro de consulta necesaria ,imprescindible, para la gente que ama la danza, que la amó a ella.

Para las nuevas generaciones –sigue explicando– este libro ya es una parte de la historia del ballet de Cuba, porque aunque dedicado a mí, lo está, especialmente, a todo el amante de la danza, quien va a tener en sus manos una lectura que permite conocerla aún más, no solamente desde el escenario, la platea del teatro, sino algo un poco más íntimo.

Al respecto, señaló reflexiones de Marta García acerca de la danza, como este decir que encabeza la portada del libro, el cual, entendemos, para todo ser humano tiene el valor de vivir creando, perfeccionándose: “La perfección, en cualquier faceta de la vida, es meta inalcanzable. Pero la búsqueda incesante de ella es adorno y privilegio de todo”.

Tales modos de ver la vida, de transmitir ideas a las personas, nos recuerda el final de las palabras del historiador del BNC Miguel Cabrera: “A mí solo me resta agradecer a Orlando, tan querido, que haya cumplido la voluntad de Marta de traer este libro. Y a ustedes por compartir esta tarde no siendo triste, pues creo que Marta recibe lo que merece: el recuerdo”.