Cuando un pueblo pierde su patrimonio cultural, lo pierde todo

7 de mayo de 2019

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Yoel Lugones Vázquez

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Centro HIstórico de La Habana, Cuba, Cultura, Eusebio Leal Spengler, Oficina del Historiador de La Habana, Patrimonio, Turismo

Fotos: Alexis Rodríguez

 

 

Con una conferencia magistral del Doctor Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana, dio inicio el programa de presentaciones de la 39 Feria Internacional de Turismo, FITCuba 2019, en la Sala San Ambrosio de la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña.
Justo el día inaugural del evento, este 7 de mayo, en horas de la tarde se realizó este encuentro con delegados y participantes, el cual estuvo presidido por Lázara Mercedes López Acea, miembro del Buró Político y del Secretariado del Partido Comunista de Cuba; Manuel Marrero Cruz, Ministro de Turismo de la Isla; Luis Antonio Torres Iríbar, Primer Secretario del Partido en La Habana; Reynaldo García Zapata, Presidente del Gobierno en la capital, junto a Ministros de Turismo de otras naciones, miembros del Cuerpo Diplomático acreditado en la Isla, entre otras personalidades.

 

 

En su intervención, el Doctor Leal comenzó reconociendo “el deseo del ser humano de trascender a partir de ir más allá de la frontera, encontrar otras culturas, otras civilizaciones; mirar y luego meditar y hacer un juicio que enriquezca su cultura y que dé la mano a otras civilizaciones, religiones, formas de pensar, y cree esa defensa de la utopía como una aspiración suprema y legítima del ser humano”.
“Me alegra que sea en esta oportunidad – confesó el Historiador –, en el año en que se asoma ya el 500 aniversario de la fundación de La Habana, que se realice este evento y que esté dedicada especialmente a España. No podía ser de otra forma”. Es por tal motivo que evocó el momento del llamado descubrimiento de América, el instante en que “el mundo fue modificado” y “la conciencia hasta ahora establecida por el clásico pensamiento sobre el globo terráqueo y su forma estaba prácticamente a punto de rendirse”.
“Se trata de rendir tributo en este año no a un hecho pretérito, sino a la historia que hemos acumulado. Cuántas cosas se hicieron cuando después de fundar las primeras ciudades en la isla española, comenzaron a fundarse las de Cuba, por lo general con nombre castellano y apellido indígena: Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, San Salvador del Bayamo, Santa María del Puerto del Príncipe del Camagüey, San Cristóbal de La Habana. Y solo quedarían las poderosas invocaciones a Santiago Apóstol, al Espíritu Santo y a la Santísima Trinidad como nombres absolutos”, expresó Leal.

 

 

Posteriormente, el Historiador prosiguió exponiendo detalladamente toda la labor rehabilitadora que ha llevado a cabo desde hace muchos años la Oficina del Historiador de la Ciudad, apuntando que el gran desafío de los años 80 del pasado siglo era poner freno al deterioro de la parte más antigua de la ciudad, partiendo de una idea definida como un proyecto de carácter social que enfrentase el tema de la restauración para su gente.
De esta manera fue enumerando diversas obras que fueron recuperadas y han sido puestas a disposición de los habitantes como de los visitantes, nacionales y extranjeras, que arriban a esta zona añeja de la urbe y que resulta rica en edificaciones y construcciones de alto valor patrimonial.
Siempre, la labor reconstructiva y de rescate se realizaba bajo varias premisas; entre ellas, la cultura como un desarrollo potente y activo y un principio fundamental: todo proyecto de desarrollo que prescinda de la cultura solo generará decadencia: “No nos pueden ver solamente como un país de playa, de maracas y de palmeras. Cuba tiene otra connotación. Detrás de esa imagen idílica de la Isla, que es noble y bella, viene lo otro, la poderosa cultura acumulada”.

 

 

Para Leal, las obras ejecutadas en este entorno de La Habana Vieja obligaban a considerar el desarrollo del turismo como una necesidad imperiosa del país. Recuperar algunos edificios antiguos para ser aprovechados para ello y de esta manera rescatarlos, era una buena estrategia para también utilizar lo que se recaudara en función de otros empeños. Por eso, emblemáticos espacios xomo el Palacio del Conde de Villanueva, el Palacio de O´Farrill, por solo citar estos dos, fueron recuperados.
Otros lugares de repercusión social fueron mencionados como la recuperación de las plazas, el Teatro Martí, las salas permanentes del Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa, el Centro de Referencia de los Adolescentes en La Habana Vieja, el Museo Observatorio del Convento de Belén, la ampliación del Templete.
Importante y esencial: la atención priorizada a los distintos grupos sociales como los niños y ancianos. Por eso, ha sido continua la construcción de viviendas, escuelas. “El ser humano – sentenció Leal – es el objeto fundamental de la obra restauradora”.

 

 

Ha sido una labor que no se ha detenido y que en estos momentos prosigue con nuevos retos y en saludo al aniversario 500 de la ciudad como, por ejemplo, la obra de ampliación del acueducto para un mejor servicio a la población, la restauración de los grandes muelles, el Convento de Santa Clara y el Colegio para recibir al personal de restauración de Cuba, Las Antillas y el Caribe – en proyecto con la Unión Europea –, el Castillo de Atarés, las excavaciones de la antigua muralla de la ciudad y la magna obra del Capitolio Nacional.
Varias fueron las ideas, más que esenciales, expuestas durante la intervención, pero he aquí dos de ellas que bien pudieran resumir toda la connotación y el espíritu que quiso impregnarle a los presentes el también Director de la Red de Oficinas del Conservador y del Historiador de la Isla y que bien pudieran ser el resumen: “Tiene que ser bienvenido todo el que llega. Hablar las lenguas, comunicarnos con todo el mundo. Ese es el destino de los que nacemos en una Isla o en un archipiélago como Cuba (…) Cuando un pueblo pierde su patrimonio cultural, lo pierde todo”.

 

 

Un reconocimiento de manos de Manuel Marrero Cruz, Ministro de Turismo de Cuba – una miniatura de una tradición de larga data pero viva todavía: el cañonazo de las 9 –, fue entregado al Doctor Leal, concluyendo así este especial momento de la Feria Internacional de Turismo que se extenderá, en la capital cubana, hasta el próximo 11 de mayo.