ribbon

Como espada centellante de justicia y bondad

27 de noviembre de 2017

|

 

23905542_1955919211342480_3258341595662077990_n

 

Este libro es un cofre que “guarda un sueño de justicia, un sueño de independencia, un sueño de desarrollo para nuestra patria desde la geografía ancha del Oriente hasta la configuración estrecha del Occidente. Guarda el abrazo solidario con que la Revolución fidelista nos enseño a definir a Cuba”.

Con tan elocuentes palabras, Luis Sexto se refería al volumen titulado Fidel Castro: como una espada reluciente, publicado por Ediciones La Luz, de Holguín, que era presentado en el espacio habanero Sábado del Libro, dedicado en esta ocasión al primer aniversario de la desaparición física del líder histórico de la Revolución Cubana.

“Este no es un libro común –afirmaba el conocido periodista– que podamos definir, exclusivamente, como letras almacenadas en una estructura discursiva, periodística, o histórica, y ordenadas en el ya antiguo, pero manuable, acariciable soporte del papel. Este libro es más que un libro depositario de cultura e historia».

A través de la lectura de sus páginas, se podrá comprobar que Fidel Castro: como una espada reluciente encierra “sobre todo, las virtudes humanísimas de esa espada para siempre centellante de justicia y bondad que fue, es y será Fidel Alejandro Castro Ruz”.

Con compilación de los periodistas del semanario ¡ahora! María Julia Guerra Ávila y Rubén Rodríguez González, esta obra, que aparece ahora en una segunda edición, corregida, revisada y aumentada, presenta una colección de textos publicados en la prensa, que rememoran la relación del Comandante en Jefe con la tierra holguinera.

En opinión de sus compiladores, el propósito de este libro es “buscar originalidad y frescura, para ofrecer homenaje afectuoso al líder, desde el respeto y la admiración; y entregar al lector textos originales, que profundizan en la personalidad de Fidel, sus orígenes y quehacer político, por constituir Holguín la patria chica de la familia Castro Ruz”.

En más de quinientas páginas –comentaba el también poeta y narrador, galardonado en el año 2009 con el Premio Nacional de Periodismo José Martí por la obra de la vida–, se entrega una pequeña parte del pensamiento y la vida de Fidel, reunidos y conservados no sólo con el empeño de que sean inolvidables.

Reunidos y conservados –explicaba–, para que la obra de un cubano ejemplarmente original, único, no deje de irradiar las virtudes humanas y los gestos patrióticos que singularizaron, en una plural entrega, al Héroe del Moncada y de la Sierra, maestro y guía en la campaña larga y cruenta por la dignidad nacional en el siglo XX y en los preliminares de la actual centuria.

Publicado por primera vez en agosto del año 2016, se enriquece esta edición con dos nuevos capítulos, dedicados a los homenajes por el aniversario 90 del Comandante en Jefe y a reseñar sus exequias y el tributo rendido a su memoria por el pueblo holguinero.

En ambas ediciones, los compiladores han incluido los principales discursos pronunciados por Fidel en Holguín, entre los años 1959 y 2006; una cronología de sus visitas al territorio, que abarcan desde 1953 hasta el 2006, y un testimonio gráfico que recorre momentos de su vida.

Aseguraba Luis Sexto que “leyendo y meditando este libro, en suma, uno acepta que entraña mucho más que un medio para desafiar lo perecedero y perpetuar obras humanas. Es en sí mismo una academia donde el lector con interés de discípulo recibe lecciones de humanísima comunicación y se nutre de valores que trascienden la palabra”.

Se refería, también, al talento periodístico que caracterizó a Fidel –que le sirvió a este infatigable hombre para apoyar su cultura jurídica, política y literaria– y repasaba su ejercicio periodístico, en los años de juventud, como arma de lucha contra lo inmoral y lo injusto, para desenmascarar y denunciar a políticos ladrones.

Es incluso –aseveraba– uno de los pioneros del periodismo de investigación en Cuba, porque no expresaba una acusación o una crítica sin presentar pruebas y argumentos por ocultos que estos se mantuvieran. Recordaba, por ejemplo, que hasta desde una avioneta, Fidel fotografió las fincas que el señor presidente Carlos Prío negaba tener.

Coincidía la presentación de Fidel Castro: como una espada reluciente, en el tradicional Sábado del Libro, en la Calle de Madera de la emblemática Plaza de Armas capitalina, con el 25 de noviembre, día en que un año atrás dejaba de existir físicamente el Comandante en Jefe.

“Hoy –recordaba Luis Sexto— nos falta el vigía, el hombre y el nombre barbados, en sus últimos años presente físicamente solo entre su familia pequeña, y rodeado en espíritu, ancha, apretadamente, por sus compatriotas, incluso por el más reacio que ante Fidel bajaba la cabeza y deponía sus quejas o sus decepciones sobre el pavimento…”.

El editor de esta compilación, también al frente del sello La Luz, el poeta Luis Yuseff, refería lo laborioso que resultó preparar esta obra, que se incluye en el catálogo de una casa perteneciente al Sistema de Ediciones Territoriales, hermoso proyecto creado por Fidel en el año 2000.

Otras recientes propuestas de Ediciones La Luz, sello de la Asociación Hermanos Saíz de Holguín, que este año celebra sus dos décadas de existencia, llegaban también a este habitual encuentro de promoción literaria, que cada semana se dedica a nuevos títulos de casas editoriales de la isla.

Se presentaban, en este Sábado del Libro, el cuaderno de cuentos El cristal con que se mira, de María Elena Llana; el poemario Invención de Alejandría, de David López Ximeno; la pieza para la escena Medea maelstrom, de Roberto Viña, y el libro para niños Fantascromía, de Maikel José Rodríguez Calviño.

Se cerraba la cita en el Centro Histórico de La Habana, con dos compilaciones, con los textos galardonados, en los últimos veinte años, con el Premio Calendario que concede la Asociación Hermanos Saíz: La isla de los peces blancos, de poesía, y Mi patio guarda un secreto, de literatura para niños.

Galería de Imágenes

Comentarios