Presenta Boloña libro dedicado a la historia del béisbol
14 de febrero de 2017
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El juego galante. Béisbol y sociedad en La Habana (1864-1895), de Félix Julio Alfonso, ofrece un minucioso e iluminado panorama de la llegada y expansión del béisbol en Cuba, y fue presentado por Ediciones Boloña y Letras Cubanas, en esta XVI Feria Internacional del Libro.
Jorge R. Bermúdez, investigador, ensayista, narrador y profesor, expresó que leer los libros dedicados al deporte nacional, escritos por este autor –que ya suma seis con este– “es un acto de lectura de nuestra historia patria, la pasada y la presente, donde a la par de la reflexión serena del autor, restalla el hecho que ubica al juego y al jugador en el contexto histórico en el que se sedimentó nuestra identidad como nación”.
Sustentadas por una revisión minuciosa de la prensa periódica y fuentes documentales del siglo xix, El juego galante… aborda los polémicos orígenes del pasatiempo nacional, los primeros clubes, terrenos y glorietas, jugadores y árbitros que sobresalieron en su desempeño, el profesionalismo y la publicidad, entre otros tópicos.
El volumen, que se encuentra a la venta en las librerías y kioskos del Centro Histórico, fue la tesis doctoral del conocido historiador, quien se desempeña como vicerrector docente del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana.
Jorge R. Bermúdez, que recientemente publicó la antología El beisbol en la plástica y gráfica cubanas, dijo que Félix Julio es uno de los investigadores de la historia del béisbol que con mayor rigor intelectual lo ha abordado e interpretado en nuestros días, “poniendo de manifiesto, una vez más, que no hay tema banal alguno, ni siquiera lo relacionado con el deporte”.
Félix Julio agradeció el prólogo que hiciera para este libro Roberto González Echevarría, catedrático de la Universidad de Yale y miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias, e igualmente rememoró las enseñanzas del musicólogo Helio Orovio, quien le trasmitió, entre otras muchas enseñanzas, sus recuerdos del juego de béisbol que se jugaba en su natal Santiago de Las Vegas, y eso lo hizo regresar a su infancia, y la de los niños cubanos de su generación, para los cuales tener un guante, un bate y una pelota era poseer los mayores tesoros.
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