Raúl Castro Ruz: “Fidel, invicto, nos convoca con su ejemplo”

3 de diciembre de 2016

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#HastasiempreComandante, Cuba, Fidel Castro Ruz

 

 

Después del conmovedor e inolvidable traslado de las cenizas del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, que recorrió el trayecto que rememoró el recorrido de La Caravana de la Libertad en enero de 1959, la Plaza Antonio Maceo de Santiago de Cuba, la Ciudad Héroe, acogió al aguerrido pueblo de esa provincia, junto a varias representaciones de otras regiones orientales en este homenaje póstumo al líder histórico de la Revolución Cubana.
Presidido por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, a este emotivo momento asistieron mandatarios y personalidades de diferentes partes del mundo.

 

 

Los Cinco Héroes cubanos que lucharon contra el terrorismo y, como prometió Fidel, volvieron a su tierra, formaron parte de los cientos de hijos de la Isla que estuvieron presentes en este tributo nocturno.

 

 

 

 

El General de Ejército Raúl Castro Ruz afirmó, durante el masivo acto de tributo al líder de la Revolución Cubana, que tras el arribo del cortejo fúnebre que reeditó en sentido inverso el recorrido de la Caravana de la Libertad, en enero de 1959, se realizó un recorrido por sitios históricos de la cuna de la Revolución. Al igual que en el resto del país, Fidel recibió el cariño de la población cubana.

“Mañana sus cenizas serán inhumadas en una sencilla ceremonia en el cementerio Santa Ifigenia, cerca de José Martí y sus compañeros del Moncada, la Sierra Maestra, la clandestinidad y las luchas internacionalistas. A pocos pasos se encuentran las tumbas de Carlos Manuel de Céspedes y la legendaria Mariana Grajales. Me atrevo a improvisar en este acto que también es madre de todos los cubanos. Allí también está el panteón con los restos del inolvidable Frank País, asesinado por esbirros de la tiranía con apenas 22 años”, afirmó Raúl.

“Desde que se conoció ya tarde en la noche del 25 de noviembre la noticia del deceso del líder histórico de la Revolución Cubana, el dolor y la tristeza se adueñaron del pueblo, que demostró entereza, convicción patriótica, disciplina y madurez al acudir de forma masiva a las actividades organizadas y al hacer suyo el concepto de Revolución expuesto por Fidel el primero de mayo del año 2000”, expresó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba quien siguió afirmando que entre los días 28 y 29 de noviembre, millones de compatriotas estamparon sus firmas en respaldo a la Revolución: “En medio del dolor de esas jornadas nos hemos sentidos reconfortados y orgullosos, una vez más, por la impresionante reacción de los niños y jóvenes cubanos que reafirman su disposición a ser fieles continuadores de los ideales del líder de la Revolución”.

“En nombre de nuestro Pueblo, el Partido, el Estado y el Gobierno y los familiares, reitero el agradecimiento más profundo por las incontables muestras de afecto a Fidel, sus ideas y su obra que continúan llegando desde todos los confines del planeta”, sentenció Raúl. Asimismo, expresó que fiel a la ética martiana de que toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz, el líder de la Revolución rechazaba el culto a la personalidad y fue consecuente con esa actitud. Insistió en que una vez fallecido, su nombre y su figura nunca fueran utilizados para nombrar plazas, avenidas, calles y otros sitios públicos, así como erigir bustos y estatuas u otras formas similares. “En correspondencia – aseguró Raúl –, presentaremos al próximo período de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, las propuestas legislativas requeridas para que prevalezca su voluntad”.

El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en sus palabras, recordó cómo el 26 de julio de 1989, en la ciudad de Camagüey, el Comandante en Jefe predijo, con dos años y medio de antelación, la desaparición de la URSS y el campo socialista y aseguró ante el mundo que, si se dieran esas circunstancias, Cuba continuaría defendiendo las banderas del socialismo: “La autoridad de Fidel y su relación entrañable con el pueblo fueron determinantes para la heroica resistencia del país en los dramáticos años del Período Especial, cuando cayó el Producto Interno Bruto (PIB) y se deterioró la alimentación de los cubanos. Sufrimos apagones de 16 y hasta 20 horas diarias y se paralizó buena parte de la industria y el transporte público. A pesar de ello se logró preservar la salud pública y la educación a toda nuestra población”.

“Vienen a mi mente – rememoró Raúl – las reuniones del Partido en el territorio oriental en la ciudad de Holguín, de la zona central en la ciudad de Santa Clara, y de la región occidental en la capital de la República, efectuadas en julio de 1994, para analizar cómo enfrentar con mayor eficiencia y cohesión los retos del Período Especial y el creciente bloqueo imperialista y la campaña mediática para sembrar el desánimo en la ciudadanía. De esas reuniones que presidió Fidel salimos todos convencidos de que con la fuerza e inteligencia de las masas, bajo la dirección del Partido, sí se podía, y se pudo, convertir el Período Especial en una nueva batalla victoriosa en la historia de la Patria”.

“En ese entonces, pocos apostaban por nuestra capacidad de resistir y vencer, ante el reforzado cerco enemigo. Sin embargo, nuestro pueblo, bajo la conducción de Fidel, dio una lección de firmeza y lealtad a los principios de la Revolución”, afirmó Raúl para quien Fidel Castro Ruz  es “el más preclaro hijo de Cuba en este siglo, aquel que nos demostró que sí se podía intentar la conquista del Cuartel Moncada, que sí se podía convertir aquel revés en victoria, que logramos en cinco años, cinco meses y cinco días aquel glorioso primero de enero de 1959”.

El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros aseveró que Fidel nos demostró que “sí se podía llegar a las costas en el yate Granma, que sí se podía resistir al enemigo, al hambre y al frío; organizar un ejército revolucionario en la Sierra Maestra tras la debacle de Alegría de Pío; que sí se podía abrir nuevos frentes guerrilleros en Oriente; que sí se podía derrotar con 300 fusiles la ofensiva de más de 10 000 soldados; y al ser derrotados, el Che describió en su diario que se le había partido la columna vertebral al Ejército de la tiranía; que sí se podía repetir la epopeya de Maceo y Gómez con las columnas del Che y Camilo hacia el Occidente de la Isla; que sí se podía con el respaldo de todo el pueblo derrotar a la tiranía batistiana”.

 

 

 

“Aquel – prosiguió refiriéndose a Fidel – que nos enseñó que sí se podía derrotar en 72 horas o menos la invasión de Playa Girón y proseguir la campaña de analfabetismo como se logró; que sí se podía proclamar el carácter socialista de la Revolución a 90 millas del imperio, cuando sus naves avanzaban hacia Cuba tras las tropas mercenarias; que sí se podía mantener con firmeza los principios de nuestra soberanía, sin temer a los chantajes estadounidense en la crisis de los misiles; que sí se podía enviar ayuda solidaria a otros pueblos hermanos en lucha contra la opresión colonial y la agresión externa y el racismo; que sí se podía derrotar a los racistas surafricanos, salvando la integridad territorial del Angola y forzando la independencia de Namibia”.

“Fidel nos demostró – continuó – que sí se podía convertir a Cuba en una potencia médica y reducir la mortalidad infantil a las tasas más bajas del Tercer Mundo primero y del otro mundo rico después – porque en este continente por lo menos tenemos un país con menor cantidad de muertos que en Canadá y los propios Estados Unidos –; que sí se podía transformar a Cuba en un gran polo científico, avanzar en los modernos y decisivos campos de la ingeniería genética y la biotecnología e insertarnos en coto cerrado del comercio internacional de fármacos; desarrollar el turismo pese al bloqueo; construir terraplenes en el mar para hacer de Cuba un archipiélago cada vez más atractivo, obteniendo de nuestras bellezas naturales un ingreso creciente de divisas. Que sí se puede resistir, sobrevivir y desarrollarnos sin renunciar a los principios ni a las conquistas del socialismo en el mundo unipolar y de las trasnacionales que surgieron después del derrumbe del campo socialista de Europa y la URSS”.

“Por eso, la permanente enseñanza de Fidel es que sí se puede; que el hombre es capaz de sobreponerse a las más duras condiciones si no desfallece su voluntad de vencer, hace una evaluación de cada situación y no renuncia a sus nobles y justos principios (…) Ese es el Fidel invicto que nos convoca con su ejemplo y con la demostración de que Sí se pudo, Sí se puede y Sí se podrá”, sentenció Raúl.

Con este, su sentir, y el de todos los cubanos, concluyó: “Ante los restos de Fidel en la Plaza de la Revolución Mayor General Antonio Maceo Grajales, en la heroica Santiago de Cuba, juramos defender la Patria y el Socialismo, y juntos reafirmemos todos la sentencia del Titán de Bronce: «Quien intente apropiarse de Cuba, recogerá el polvo de su pueblo anegado en sangre, si no perece en la lucha». Hasta la victoria siempre”.

Con las notas de nuestro Himno Nacional dio inicio el acto, cuya primera intervención estuvo a cargo de Ulises Guilarte de Nacimiento, Secretario General de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC). En ella expresó el profundo dolor de los trabajadores cubanos por el fallecimiento del líder de la Revolución y afirmó que “Fidel defendió incondicionalmente ideas revolucionarias y principios de justicia social”.

 

 

 

El Secretario General de la CTC también destacó que la Revolución cumplió los objetivos planteados en el alegato “La Historia me Absolverá” y refirió que con el triunfo del primero de enero de 1959, la clase trabajadora se convirtió en actor protagónico en la construcción del nuevo proyecto social. “Fidel siempre estimuló la consulta al movimiento obrero de las tareas más importantes de la Revolución”, añadió. Asimismo, apuntó que la estatura de líder del Comandante “nos hace sentir orgullosos de ser cubanos”. “Gracias a Fidel, Cuba es una patria digna, independiente, antiimperialista y solidaria”, sentenció.

 

 

 

Rafael Ramón Santiesteban Pozo, Presidente de la Asociación de Agricultores Pequeños (ANAP), a nombre de los hombres y mujeres del campo cubano, afirmó que Fidel marcó la historia de América Latina y el mundo. Agregó que el Comandante en Jefe conjugó como nadie la palabra y acción, y que esos principios se defienden a cualquier precio.

“Desde los inicios, esta Revolución asumió el legado martiano de trabajar por los pobres de la tierra”, dijo el Presidente de la ANAP. Recordó que los campesinos cubanos también brindaron su apoyo a las fuerzas insurreccionales antes del triunfo de enero de 1959. Santiesteban hizo un recuento de todas las transformaciones que promovió el Comandante en Jefe con el objetivo de contribuir al desarrollo de la agricultura en la Isla. “La Ley de Reforma Agraria acabó con el latifundio y la humillación – afirmó –, comenzando la existencia de una patria sin amos. Otro momento de gran significación fue el surgimiento del movimiento cooperativo. El pensamiento de Fidel será faro y guía de los campesinos”.

 

 

 

El General de División José Antonio Carrillo Gómez, Presidente de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, refirió que la noticia de la muerte de Fidel estremeció a todos, pues fue “la reacción ante la pérdida física del hombre que más hizo por la Patria, que nos dio siempre muestras ejemplares de coraje y que supo interpretar, materializar y convertir en Revolución las ideas de Bolívar y Martí”.

“La Asociación de Combatientes siente la pérdida del Comandante en Jefe, invicto en todas las batallas del pueblo cubano”, dijo Carrillo Gómez. Pero aseguró que nunca renunciarán a su legado y que sus enseñanzas están presentes en cada cubano cuando decimos “Yo soy Fidel”.

Expresó que la Revolución que Fidel soñó la llevaremos adelante con profunda lealtad, unidos en marcha indetenible hasta convertir el sueño de nuestro Apóstol, el suyo y el de todos los cubanos dignos en una hermosa realidad. Añadió que la organización seguirá la tarea de unir a todas las fuerzas cubanas, de todas las edades: “La Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana seguirá consolidando la unidad generacional… Los combatientes continuaremos la obra con sacrificio, coraje y convicción revolucionaria. Todos, en un bloque monolítico, veternanos y jóvenes, reiteramos que la mejor forma de rendir tributo a Fidel es mantenernos unidos. Para los combatientes de todas las generaciones presentes, y las del futuro, su ejemplo se mantendrá como bandera de lucha”.

 

 

 

“Fidel es Cuba porque Fidel es el pueblo que continúa queriéndolo como en las grandes batallas”. Así expresó Carlos Rafael Miranda, miembro del Comité Central del Partido y Coordinador Nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), quien señaló también que Fidel está a pie de obra con los constructores, con los médicos, intelectuales, maestros: “Está en lo más puro de cada uno de nosotros; en el espíritu solidario que nos inculcó”.

Miranda afirmó que Fidel asumió la causa de las grandes mayorías explotadas, de “los pobres de la tierra”, como los definió Martí: “Lo vimos pasar vigoroso, erguido y gigante en la Caravana de la Libertad, en Girón, y tantas otras grandes batallas. Qué cubano no conserva para sí, en su casa, en su mesa de trabajo, en su cuarto, en su altar personal, una imagen de su vida. Él pasó a formar parte de nuestra familia. Él está en las escuelas con los estudiantes, entre nuestros soldados, médicos, con los obreros que sudan la camisa, y todos los que continúan haciendo una Cuba mejor para todos nosotros (…) Está en esa capacidad de dar amor que ha llevado al sacrificio a tantos cubanos que han, incluso, dado sus vidas por esta causa noble. Nadie consiguió intimidar al pueblo que esperaba por él el 28 de septiembre de 1960”.

El Coordinador de los CDR rememoró el día en que Fidel concibió la organización de masas: “«Vamos a establecer un sistema de vigilancia colectiva», dijo dirigiéndose a la concentración popular y esa misma noche nacieron los CDR, organización genuinamente popular que unos meses más tarde derrotaría a los elementos que servirían de quinta columna a los que intentaron atacarnos por Girón”.

“Todavía se conservan imágenes de la multitud esperando a Fidel, quien fue el primero en donar sangre para las víctimas del terremoto en Perú”, afirmó Rafael Miranda: “Nuestros baluartes son los que nos impulsan día a día a seguir luchando. Fidel somos todos. Durante los últimos días hemos estado unidos por el dolor de su pérdida física, pero también en el compromiso. Si algo nos dijo Fidel fue que cuidáramos la unidad. Masivamente salimos a acompañarlo en su recorrido por la victoria. Ahora en su recorrido a Santiago constatamos orgullosos lo que ha sido la Revolución para cada uno de nosotros”.

 

 

 

La Secretaria Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas, Teresa Amarelle, refirió que “con la conquista de una verdadera emancipación, por primera vez, las mujeres cubanas fuimos protagonistas de nuestro propio destino”.

“Nos sumaste a tus ansias de justicia e igualdad para convertirnos en una fuerza multiplicadora de igualdad. «Una revolución dentro de la Revolución», así definiste nuestra organización”, señaló la dirigente.

“La Revolución ha dignificado a las mujeres cubanas y nos ha llevado a sitiales más altos que ningún otro proceso nacional. Tú inmortalizaste el concepto de que cuando en un pueblo pelean los hombres y pueden pelear las mujeres, ese pueblo es invencible (…) Está tu impronta en el nacimiento de un bebé sano, en el lugar protagónico que ocupamos en altas esferas políticas y económicas… Nos sobran razones para estar orgullosas de lo alcanzado. Las Federadas hemos rubricado tu concepto de Revolución en todo el país como una manera de rubricar que has entrado en la inmortalidad”, dijo.

“Nos sentimos comprometidas por haber vivido tu tiempo, Fidel. Las cubanas somos la Revolución. Ella nos labró el camino de la justicia, pues nos convirtió en seres humanos plenos, libres de discriminación”, sentenció.

 

 

 

Miguel Barnet, Presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, afirmó que esta es la ocasión más triste que ha tenido en su vida como escritor y revolucionario: “Hablar de Fidel cuando ya no existe”. Dijo que Fidel rompió el esquema de política tradicional y devolvió su esencia a la política, además de ser un incansable luchador por la paz: “Su obra lo convirtió en un paradigma de los siglos XX y XXI y ninguno de sus contemporáneos podrá compararse con su figura”.

“Fidel fue a las raíces de su historia para extraer de ella su más genuina savia, fue líder por vocación martiana”, dijo Barnet, quien también afirmó que fue el artífice de la unidad durante la lucha revolucionaria: “Nadie lo superó, ni su más acérrimo enemigo pudo vencerlo”.

“Fidel – expresó Barnet – articuló de manera armónica el pensamiento bolivariano, martiano y marxista, lo que le dio a la Revolución Cubana una singularidad en el mundo. Su capacidad movilizadora no tuvo precedentes en la historia de Cuba. En sus históricas «Palabras a los intelectuales» diseñó la política cultural cubana con características inclusivas”.

“Todo el programa cultural de la Revolución fue idea de Fidel Castro. Cuba sin Fidel no sería la Cuba que es hoy”, refirió Barnet concluyendo: “Los escritores y artistas también somos Fidel”.

 

 

 

La Presidenta de la Federación Estudiantil Universitaria, Jennifer Bello, intervino en el acto afirmando que los estudiantes le dicen hasta siempre al padre, al hermano, al amigo de la universidad y de su pueblo: Fidel. La líder estudiantil universitaria afirmó que Fidel dejó en nosotros el aliento para seguir existiendo y batallando: “En la Universidad se formó. Difícil resultará alejarnos de las historias que tejió con su presencia en la Universidad de La Habana. Allí no solo se hizo martiano, marxista y revolucionario, sino que formó a todo el pueblo. En ese recinto dejó su huella”.

“Esta Revolución la defenderemos siempre. No dejaremos caer jamás la espada. Ratificamos el compromiso de avanzar hacia el porvenir. Cuba es nuestra para cuidarla y defenderla. Cada aula universitaria será nuestro Moncada”, aseguró Bello: “Seremos fieles seguidores de Martí y Maceo. ¡Los estudiantes cubanos decimos hoy que Cuba es y será un eterno Baraguá!”.

 

 

 

“Vivimos este instante difícil en el que debemos contemplar la partida del continuador martiano. ¿Cómo reunir en pocas líneas los sentimientos de un país, el gesto agradecido de tantos pueblos?”, expresó la Primera Secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba, Susely Morfa.

“La solidaridad y el internacionalismo nos hacen crecer como seres humanos”, añadió la representante de la juventud cubana. “Fidel es luchador incansable por la fuerza de la verdad y las ideas. El que cortó la misma caña que cortó su pueblo. Sobreponiéndonos al dolor, ratificamos, las nuevas generaciones de cubanos, que jamás dejaremos de ser fieles a sus ideales”, sentenció.

“Muchas historias – continuó Morfa – nos vienen a la mente ahora, sobre el lugar de un líder al cual queremos parecernos. El comunista comprometido con su tiempo, el que no abandonó al combatiente en el Granma cuando cayó, el que se fue a Girón a combatir con su tropa, el que cortó caña con su pueblo, el que luchó por el regreso de Elián y nunca abandonó la lucha por el regreso de los Cinco Héroes”.

“Esta generación de jóvenes cubanos aspiramos a ser como Fidel”, concluyó.

Los cubanos presentes en la Plaza de la Revolución de Santiago de Cuba ratificaron, en nombre de toda la Isla, que sin dudas todos somos Fidel. Porque Cuba es el resultado de una lucha constante por mantener esos ideales y principios revolucionarios, enarbolados por años, que nos legó un hombre, cuya vida se multiplica en cada uno de nosotros. Fidel Castro Ruz vive y vivirá por siempre, porque Cuba seguirá defendiendo sus hazañas y su ejemplo.

 

Fuentes: Granma y Juventud Rebelde