Llevo a Eusebio en mi corazón

26 de noviembre de 2020

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Maria Karla Villar Mora

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Adolescentes, Centro HIstórico de La Habana, Cuba, Eusebio Leal Spengler, Oficina del Historiador de La Habana

 

Eusebio Leal trascenderá en el tiempo no solo por su incomparable obra de restauración patrimonial en La Habana y otras ciudades de Cuba, sino por no convertirlas en urbes vitrinas, colmadas de objetos y edificios importantes. Junto a los inmuebles y calles, Leal restauró almas, hizo del Centro Histórico de su ciudad un lugar para vivir, disfrutar, enseñar, cultivar.
En ese empeño ideó proyectos socio-culturales para todas las generaciones, en los cuales tuvieron un papel priorizado los niños, adolescentes y jóvenes.
Jardines renovados para embellecer sus tardes de pelotas y bicicletas, y purificar el aire que respiran; viejas casas convertidas en hermosas y nuevas escuelas; antiguas fábricas utilizadas hoy como novedosos centros para la creación juvenil, son solo algunas de las muestras de cuánto amó Leal a los nuevos pinos de La Habana Vieja.

 

 

“Recuerdo algunas veces – rememora Adriana Díaz, especialista del programa infantil de la Dirección de Gestión Cultural de la Oficina del Historiador – cuando nos sentamos a conversar en su oficina y me preguntaba por el programa social infantil, incluso por la merienda de los niños: por el pan, los helados, si era sistemática la entrega, si les gustaba a ellos. Siempre remarcaba la importancia de no descuidar proyectos como estos, creados a partir de su visión integradora. Las Aulas Museos, por ejemplo, que es una experiencia de educación patrimonial implementada por más de 20 años”.
“Muchos recuerdos e imágenes en archivo existen de sus visitas a estos espacios y del intercambio con los más jóvenes. Su relación con los niños era especial – asegura la especialista –. Conocer a un niño de 9 años y que te diga: ¡Yo seré el Historiador de la Ciudad, yo quiero ser como él!, y que sus palabras no se queden ahí, sino que cada año se sume al taller Niños guías del patrimonio y haga preguntas, reflexiones, verlo crecer y hacerse cada vez más fuerte, acercarse a la historia de nuestra ciudad para parecerse a él. Y es que eso haces en la gente, Leal: inspiras”, concluyó Adriana Díaz.

 

 

Por eso, y por devolverle el sentido histórico a su ciudad, los adolescentes y jóvenes le recuerdan con cariño y admiración. El programa de radio “Contigo somos más”, gestionado desde el Centro a+ espacios adolescentes y transmitido cada miércoles por las frecuencias de Habana Radio, dedicó su espacio en el éter a rendirle un homenaje al segundo Historiador de la Ciudad de La Habana y al más leal de los habaneros.
Y es que aunque son muy jóvenes, haber conocido a Leal y vivir su obra marcó a muchos de ellos. Vivencias que con motivo de conmemorarse su cumpleaños 78, deciden compartir con Habana Radio.

 

 

Nathalia Maass, una adolescente de 17 años de edad y locutora del programa de radio “Contigo somos más”, ha encontrado oportunidades de superación en el Centro Histórico habanero desde que era una niña. “Cuando tenía 5 o 6 años – relata la joven – iba frecuentemente a La Habana Vieja, específicamente a la Casa Humboldt, bien tempranito en las mañanas para mis clases de alemán, e iba dando brinquitos y saltando por algunos muros, medio corriendo porque a veces se nos hacía tarde. Con frecuencia nos encontrábamos con Eusebio Leal mientras él realizaba su acostumbrada caminata por el Centro Histórico, saludando a todos los vecinos, incluso a los desconocidos como nosotras dos. Cada vez que lo hacíamos mi mamá me decía que acababa de saludar a un gran hombre. Pero yo, como niña al fin, lo veía como cualquier otra persona adulta.”

 

 

Pero hoy, Nathalia Maass de 16 años, fiel testigo de la inmensa obra de Leal, lo recuerda con claridad: “Hoy día es diferente; lo recuerdo con añoranza y con cariño, como ese hombre que fue capaz de ver historias en cada piedra y revivir raíces de nuestra identidad cultural; como ese devorador de libros con tanto afán por La Habana que llegó a ser sucesor de su maestro, e incluso, capaz de lanzarse frente a una excavadora en la calle Tacón para evitar la pérdida de cada adoquín de esta, ofreciendo siempre ayuda a su paso. Como dijo Fina García Marruz: «Cuando lo olviden los hombres, todavía lo recordarán las piedras»”.
Iniciativas como Rutas y Andares, las Fiestas infantiles, los talleres vocacionales impartidos desde museos y centros culturales, así como las Aulas museos – solución eficaz para inicialmente hacer coexistir en un mismo espacio de tiempo la ruidosa labor restauradora con la educación de los más pequeños – en la actualidad proporcionan un vínculo afectivo entre las nuevas generaciones, el patrimonio y la historia.

 

 

Atraídos por estas, personas de todas partes de la capital se acercan al Centro Histórico habanero. Es el caso del veinteañero Harold Naranjo Ferrín, quien con apenas 16 años se acercó a uno de los proyectos ideados por Leal, gracias al cual conoció la magia de la radio y quedó enamorado de ella. Hoy, el joven ebanista, se profesionaliza como locutor de espacios radiales y televisivos en el Centro de Estudios de Radio y Televisión, con una trayectoria en los medios de comunicación nacionales consolidada desde la parte más antigua de la ciudad. El futuro profesional de la prensa en Cuba está agradecido:
“Realmente es emocionante porque es una dicha haber sido parte de este tiempo, haber sido parte de esa lealtad con la que el maestro (Eusebio Leal) nos ha llevado… Qué bueno formar parte de esta emisora; qué bueno haberlo tenido de frente, haberlo podido escuchar y admirar. Ahora entonces nos toca seguir creciendo, seguir fortaleciendo la mente y las manos a la par, y me toca ahora decirle: ¡Gracias, maestro, por tanto y todo!”.

 

 

Como Harold Naranjo, otros adolescentes y jóvenes soñaban con conocer personalmente a Eusebio Leal, considerado en la actualidad el “cubano más útil de su tiempo”, consecuente con el momento histórico que le tocó vivir y al cual entregó, con su obra, su vida.
“El pasado 28 de enero tuve el privilegio de asistir al concierto de Buena Fe en homenaje al aniversario 21 de Habana Radio – testimonia Evelín Cornejo, una adolescente de 17 años de edad y conductora del programa que Habana Radio ofrece a ese grupo etario –. Muchas veces había imaginado cómo sería tener de frente a Eusebio y ese día él estuvo ahí. Fui muy dichosa, fue realmente un honor. Nos contó por qué surge Habana Radio, cómo surge, su objetivo como emisora y, por supuesto, no faltaron las historias y las anécdotas, como juglar. El momento más emotivo, sin duda alguna, fue cuando se dirigió a Magda Resik y la comparó nada más y nada menos que con su bastón, su apoyo. Otro momento cautivador fue cuando Israel Rojas director de la agrupación, dedicó el tema «Valientes» – que sin saberlo meses después se convertiría en himno de la entrega y solidaridad de los cubanos – y le dijo: A ti maestro, gracias.”

 

 

Gabriela García, otra integrante del colectivo adolescente de la Voz del Patrimonio Cubano, ha crecido y se ha formado participando en los disímiles proyectos socio-culturales de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana. Para ella, ladespedida física de Eusebio Leal no fue solo un desconcierto para la capital y para Cuba entera, también significó un gran dolor para su persona.“Fue una pérdida enorme – asegura – porque como adolescente nacida y criada en la Habana Vieja era común verlo deambular y observar La Habana. En sus visitas a los museos, a las escuelas, era habitual verlo. Más allá de ser un mito, ese ser que enaltecía la belleza de la Habana era un habanero más, que caminaba, que conectaba con cada uno de los ciudadanos capitalinos.
“Su adiós nos tomó por sorpresa – refiere la joven de 17 años de edad – independientemente de que su estado de salud estaba debilitado; pero nunca se está preparado para una pérdida así; nunca se piensa en el día en que se vaya a perder al Historiador de la Ciudad, ese que luchó bajo capa y espada por mantener intacto el patrimonio; por mantener esta Habana que, a pesar de los años, sigue aquí de pie y tiene mucho más que mostrar, sigue siendo bella y continuará haciéndolo. Como adolescente – perteneciente a tantos proyectos de acá de La Habana Vieja, que de una forma u otra la OHCH es quien los auspicia, y la figura de Eusebio jugaba un papel fundamental en ellos –, me siento orgullosa y dichosa de haber podido formar parte de todo esto, de haber podido aprender tanto en los talleres de Rutas y Andares, en los de las Aulas Museos, en el Centro a +Espacios adolescentes, y actualmente, formar parte del programa «Contigo somos más», el cual me ha abierto muchas puertas y me ha hecho sentirme parte de Habana Radio, sentirme parte de la OHCH, de esta Habana Vieja, de todo esto que nos rodea. La verdad, llevo a Eusebio en mi corazón, y le agradezco por tanto y todo.”

 

 

Eusebio Leal hizo que La Habana Vieja fuera el lugar de todos, idea consolidada no solo en el amplio programa cultural conformado cada mes para diferentes públicos y gustos, sino en la diversidad de proyectos dirigidos a cada grupo etario para que cada niño tuviera la oportunidad de conocer más, pero de forma divertida y amena; y que luego, al cumplir sus 12 o 18 años, encontraran otra oportunidad para seguir creciendo.
Hoy algunos de aquellos infantes son jóvenes y adultos que mucho agradecen la oportunidad de haber crecido aprendiendo junto a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana. Así lo afirma el joven artista cubano Anthony Bravo:
“Yo creo que a Leal lo vamos a recordar siempre con muchísimo cariño, y personalmente, con muchísima admiración, porque pienso que cuando un hombre pone toda su obra de vida en función de una causa común, es un ser humano que tiene el corazón enorme, y deja de pertenecerse para ser del pueblo. La magia de Leal radica en que enfocó todos sus conocimientos, todo su accionar, en ver crecer una ciudad. Se comprometió de tal manera que hizo de la Habana su novia. Entonces, siendo leal al tiempo, yo creo que jamás su nombre y su recuerdo va a desaparecer. Cuando uno camine por La Habana, él siempre nos va a acompañar. Leal nos acompañará a todos siempre”.

 

 

Ese Hijo de su Tiempo, nos enseñó que la historia son sucesos vivos, son la respuesta más certera a quiénes somos, de dónde venimos, hacia dónde vamos. Nos llevó a ver sucesos históricos en cada pequeño espacio, en cada consecuencia, en cada acción. Lo hizo, no solo para compartir su mayor afición, sino para dejar sembrado en las nuevas generaciones, el futuro de nuestra nación en la salvaguarda del patrimonio y la identidad cultural de los habaneros y de Cuba.