Septiembre obliga a mantener la vigilancia en el trópico
14 de septiembre de 2021
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Este martes, 14 de septiembre, los territorios que comparten costas en el mar Caribe mantienen la mirada sobre un área de mal tiempo que acaba de emerger de las costas de África, y que se halla ahora sobre el Atlántico lejano.
Hay que recordar que estamos justo en el pico de la temporada ciclónica o temporada de huracanes, un período de seis meses en el que se registra la mayor frecuencia en la formación de ciclones tropicales sobre el vasto espacio geográfico donde se halla el archipiélago cubano. Dentro de ese semestre, los meses de agosto a octubre representan los de mayor frecuencia en la formación de huracanes y, por ende, los de mayor peligro ciclónico.
En adición, recordamos también que el promedio anual de formación de ciclones ha sido actualizado con los datos de los últimos 30 años, cuyos resultados dan como promedio 14 ciclones tropicales y siete huracanes, de los cuales tres alcanzarán gran intensidad (esta última cifra sin cambios respecto a la serie anterior, 1981-2010).
Hasta la fecha en que se publica esta nota (14 de septiembre) se han formado sobre la región atlántica 14 organismos tropicales con nombre, contando a Nicholas, que aún permanece activo. Los nombres restantes, Odette, Peter, Rose, Sam, Teresa, Victor y Wanda están a la espera de los respectivos ciclones. Me atrevo a afirmar que todos serán usados, pues quedan por delante dos meses y medio de la temporada, incluyendo a octubre con su especial connotación para Cuba.
Mientras tanto, aguardamos por el desenvolvimiento de la presente, para la cual nuestro Instituto de Meteorología ha previsto la formación de 16 ciclones tropicales, aun cuando es necesario reiterar que la ciencia aún no puede estimar cuántos o cuáles de ellos podrían amenazar a Cuba.
En el caso del disturbio tropical mencionado al principio de esta nota, es oportuno decir que se asocia a un área de nublados, lluvias y tormentas eléctricas en el seno de una onda tropical activa que recién salió de África. Se mueve en dirección media al oeste, a unos 20 km/h, y se espera que las condiciones atmosféricas y oceánicas sean conducentes para que en los próximos tres o cuatro días se forme en ella una depresión tropical.
Es preciso argüir que todavía es pronto para llegar a una conclusión que tenga siquiera 10% de certeza, y que vale el presente comentario solo para dar a conocer la existencia de la nueva zona de tiempo perturbado y citar la modelación de la trayectoria que ya se ha realizado. También incluimos una imagen del área en el sector infrarrojo.
Más allá de lo se derive en los próximos días, estar informados sobre la evolución de cualquier sistema tropical es fundamental para la reducción de los desastres naturales causados por ciclones tropicales.
Sobre una perspectiva histórica del mes de septiembre, muy activo en cada temporada, trataremos en un próximo comentario.
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