Perpetuar los sentimientos de la Nación

24 de julio de 2013

|

Gladys González

La generación del centenario perpetuó los sentimientos de la Nación en obras artísticas: el Himno de la Libertad y el Poema “Ya estamos en Combate”, piezas que dieron un importante impulso a aquellos jóvenes y que son evocadas en nuestros días.

Agustín Díaz Cartaya, uno de los asaltantes al Cuartel Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo, y compositor del Himno de la Libertad, conocido como Himno del 26 de julio, recordó en exclusiva para Habana Radio en 2009, aquellos días y aseguró que solo de esa forma era posible lograr la sociedad que soñó el Apóstol.
Cartaya, quien se consideró músico autodidacta, asumió el reto de hacer el Himno del 26 y lo logró en unos pocos días. “Fui elegido doblemente, me acuerdo que el impacto en mí fue muy grande. No fue un problema emocional, sino que surgió en mí una eclosión, una fuerza de adentro, que yo consideré que era posible poder hacer la Marcha que me pedían. La Marcha se hizo en menos de 72 horas, porque el tiempo apremiaba.
La inspiración surge como surgieron otras inspiraciones de música que ya tenía de mi autoría. Lógicamente me impacta mucho el que me pidieran ese himno revolucionario, porque sabía que aquí habían muchos músicos y muy buenos, y que Fidel me haya escogido a mí era algo muy importante, algo extraordinario”

Otro de los jóvenes que perpetuó los sentimientos de la Patria fue Raúl Gómez García, quien no solo redactó el Manifiesto a la Nación, previo a las acciones del 26 de julio, sino el poema “Ya estamos en combate”, que resumió para la historia los motivos y objetivos de la Generación del Centenario.
Los asaltantes que sobrevivieron a la acción recuerdan que ya en la Granjita Siboney, luego de que Fidel les informó sobre los detalles de los asaltos, que serían el motor pequeño que comenzó la Revolución, el activo combatiente Raúl Gómez García leyó a todos su poema “Ya estamos en combate”:

 

Ya estamos en combate
por defender la idea de todos los que han muerto
para arrojar a los malos del histórico templo
por el heroico gesto de Maceo
por la dulce memoria de Martí.

En nuestra sangre hierve el hado azaroso
De las generaciones que todo lo brindaron,
En nuestros brazos se alzan los sueños clamorosos
Que vibran en el alma superior del cubano.

Ya estamos en combate
en nombre de las madres y de los hijos de nuestra tierra heroica
en nombre del honor y del decoro que construyó su historia
por la estrofa magnífica del himno
«que morir por la patria es vivir».

La libertad anida en los pechos de los que viven hombres
y por verla en la estrella solitaria es un honor luchar
A la Generación del Centenario le caben los honores
de construir la patria que soñara el maestro inmortal.

Ya estamos en combate… ¡Adelante!
Adelante hasta el nido supremo de la gloria
la república digna y decorosa
que fue el último anhelo de Chibás

No importa que en la lucha caigan más héroes dignos
serán más culpa y fango para el fiero tirano.
Cuando se ama a la Patria como un hermoso símbolo
Si no se tiene armas, se pelea con las manos.

Ya estamos en combate… ¡Adelante!
De nuestra lucha heroica depende la Cuba verdadera
La de la furia loca de Gómez y Agramonte
La de la lucha pura de Mella y de Guiteras…

Adelante cubanos… ¡Adelante!

Por nuestro honor de hombres, ya estamos en combate
Pongamos en ridículo la actitud egoísta del tirano
luchemos hoy o nunca por una Cuba sin esclavos
sintamos en lo hondo la sed enfebrecida de la Patria

Pongamos en lo alto del Turquino la Estrella Solitaria