Abdón Ubidia, el pintor de la literatura ecuatoriana

21 de febrero de 2014

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Maydelis Gómez Samón

 

Fotos Alexis Rodríguez

 

Hay muchas formas de pintar y eso lo sabe Abdón Ubidia. Desde niño sus ojos captaban la esencia de su ciudad natal y sentía la necesidad de contar todo lo que se desborda en la mitad del mundo. Por eso se hizo escritor. Y para que los cubanos conociéramos también las maravillas de su Quito, llegó como invitado al espacio Encuentro con…que conduce la periodista Magda Resik.

Ubidia nos hace recorrer las calles de esa “ciudad que ama y odia” de esa “ciudad colgada en los montes”, como la define. En su obra tiene la premisa que “el paisaje tiene que ser hiperrealista, me gusta describir las montañas. Escudriño a fondo las clases sociales que conozco bien, es decir la clase media de Quito”.
Y esa esencia la capta el lector en la trilogía Ciudad de invierno (1979), Sueño de lobos (1986) y La madriguera (2004). Precisamente esta última novela fue editada para esta Feria del Libro por el Fondo Editorial Casa de las Américas y se presentó también en el Encuentro con…

La madriguera es una “novela de fin de siglo, de fin de milenio, un período muy importante para mi país”. Además, fue distinguida con el Premio Joaquín Gallegos Lara a la mejor novela de 2004 y la Editorial Norma publicó a, comienzos del 2005, la tercera edición de dicha obra que, además, quedó entre las seleccionadas al Premio Rómulo Gallegos.
Sobre la influencia que ha tenido el gobierno de Rafael Correa para la cultura de Ecuador también se habló durante el encuentro, que se desarrolló en la sala Nicolás Guillén. “El periodo que vive en Ecuador hoy influye positivamente en muchos aspectos de la vida de nuestro pueblo. Siempre hay una forma de relacionar social con la literaria, pero no ocurre de modo inmediato, pasarán años para conscientes de todos los logros que hemos tenido en materia de cultura, educación y salud”.

Asimismo Ubidia adelantó que cederá los derechos para que toda la trilogía de su obra sea publicada en Cuba. De esta manera el vínculo que se inició con La Habana en 1982 cuando vino por vez primera como jurado del Premio Casa de las Américas, continuará.
Además, el también ensayista, poeta y editor adelantó que ya prepara otra novela, donde un médico se verá involucrado en una historia donde participará un torturador argentino.