Ante las perspectivas de Irma
5 de septiembre de 2017
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Irma continúa siendo un huracán de gran intensidad, y en la tarde de ayer ha mostrado una tendencia a la intensificación. Estas fluctuaciones de intensidad son frecuentes en los huracanes desarrollados y que, al igual que Irma, poseen una excelente organización.
Este formidable huracán se mueve por el océano Atlántico a unos 20 km/h, y su rumbo medio ha estado orientado al oeste-suroeste y al oeste. Aunque estos cambios de dirección pueden parecer “raros”, no se trata en modo alguno de un movimiento inusual para un ciclón tropical en nuestra región. En 2012, la tormenta tropical Isaac describió una trayectoria con semejanzas a esta que se avizora en Irma; y algo parecido ocurrió con el célebre huracán Ike, que cruzó sobre Cuba hace ahora nueve años. Estos cambios en el movimiento ciclónico se deben a la posición y el potencial de los centros de alta presión situados al norte de la región, así como a las corrientes de arrastre que “guían” al sistema. Recientemente, hace solo unos días, la debilidad de esas corrientes directrices mantuvo a la tormenta tropical Harvey durante cuatro días sobre los estados de Texas y Louisiana, en Estados Unidos, donde descargó ingentes volúmenes de precipitaciones.
En la noche de ayer lunes, los vientos máximos sostenidos de Irma alcanzaron 215 km/h, con rachas de 240 km/h, lo que implica clasificarlo en la categoría 4 de la escala Saffir-Simpson, de un máximo de 5. Es ahora un peligro inminente para el grupo norte de las Antillas Menores, y quizás el miércoles para Puerto Rico y República Dominicana. Los vientos con fuerza de huracán se extienden desde el centro del organismo en un radio 65 km, y los vientos con fuerza de tormenta tropical llegan a unos 220 km. Ayer en la tarde, un avión caza huracanes estimó la presión atmosférica en el ojo del sistema en 944 hPa (la presión normal es de 1 013 hPa).
Lo más importante para Cuba es que los modelos de pronóstico adelantan para este viernes una posible proximidad del sistema a la costa norte central del Archipiélago, lo cual exige estar muy atentos a la futura evolución de este peligroso organismo tropical. La última palabra no está dicha aún, pues es prudente recordar que, con 4 días de antelación, la incertidumbre de los modelos de pronóstico es aún significativa al respecto del punto más amenazado.
Con todo, y ante las perspectivas de Irma, se impone estar ¡preparados y alertas!
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