Zacharías. Curioso experimento (I)
30 de abril de 2019
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Hace algunos años se produjo un curioso disco digital con carácter experimental al laureado compositor alemán Christian Zacharías –ganador del Premio del concurso Ravel 1975 en Paris entonces con 25 años de edad– que compiló en quince tracks tomas de una misma sonata de Scarlatti registradas a este pianista, con el empleo de diversas tecnologías y revoluciones por minuto (rpm.) en una diversidad de momentos, salas estudios, instrumentos y soportes de diversas épocas prácticamente acordes para una valoración y experimentación relacionada con su larga y valiosa carrera discográfica.
Con esta experiencia se evidenciaba que los quince registros, aunque todos de excelencia “no sonaban igual”, y sin embargo era el mismo pianista, habitualmente acreditado por sus singulares diáfanas y pulcras interpretaciones, sonoridades, e interpretaciones de frases, riqueza de matices, amplio dominio del instrumento y delicadezas de su pulsación. ¿Qué pudo suceder aquí? ¿A caso la diferencia entre una respuesta sonora con relación a las demás se produjo por un mayor o menor grado de temperatura y volumen de aire en los diversos espacios destinados al experimento? ¿Las salas dispuestas para estas grabaciones experimentales mostraban una imperceptible diversidad de acústica? ¿Influyó el estado de ánimo del pianista? ¿Se empleó igual marca de piano para los quince registros? ¿Fue utilizado el mismo personal técnico en la remasterización y los mismos afinadores para los quince pianos empleados? ¿En este singular proyecto influyeron los aparatos registradores de épocas diversas empleados, incluyendo la misma microfonía empleada? ¿La afectación acaso se debe a las rpm, manejadas? Cabe la posibilidad, entre todos los aspectos señalados que también mediaran el estado de ánimo del pianista afectando cada toma. Pero pienso, más bien, que fueron los recursos de diferentes épocas utilizados en la grabación, y que influyeron en el resultado de los registros.
En todo caso este experimento constituye una página de excepción en los anales del registro discográfico, y especialmente en los conceptos manejados alrededor de registros fonográficos, empleados en los rangos sonoros producidos en diferentes etapas del recurso y otros sutiles aspectos e implicaciones tecnológicas.
Por ejemplo en Cuba, y pienso que en diversos países esto haya ocurrido, por ejemplo los registros realizados a María Teresa Vera en 1918 del bolero de la autoría de Miguel Companioni, de “Mujer Perjura” en una grabación Columbia por sistema acústico, luego remasterizada a diversos sistemas tecnológicos a través del tiempo, parecen muy auténticos, aunque no “suenan igual”, en principio porque las grabaciones en 78 rpm se escuchan con un semitono y a veces hasta un tono superior, a causa del reciclaje que, como es natural, revelan las rpm empleadas.
Esto se puede apreciar en los registros realizados al “Conjunto Casino”, con su cantante Roberto Faz; al “Conjunto de Arsenio Rodríguez” y su vocalista líder Jacinto Scull; a la “Orquesta Aragón”, a la jazzband “Riverside” con su cantante Tito Gómez todas en 78 rpm y luego transportadas o transferidas a 45 y 33 rpm, a así, indefinidamente al talento musical de Cuba que comenzó a grabar y regrabar, por diversos sistemas.
Además, se debe entra a considerar la curva de respuesta sonora si es AEDS o RIAA, materiales empleados en la fabricación del disco y por supuesto, los estudios y espacios empleados para los registros fonográficos de estas agrupaciones y talento artístico.
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