Walt Disney
25 de diciembre de 2015
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En 1931 Walt Disney tenía 30 años. Había hecho estudios en una academia de Bellas Artes, y también seguido un curso por correspondencia de caricaturista. Después se unió al rotulista Ub Iwerks y comenzó a andar, o más bien a dar pasos sorprendentes, dentro de la cinematografía, aunque aún no había entrado en la historia del séptimo arte. Casi solo, con la ayuda de su secretaria y después esposa, Lilian, y de algún que otro soñador de incontenible imaginación llevó a los dibujos animados los personajes clásicos del mundo de la literatura infantil –Caperucita Roja, Alicia… En 1927 se atrevió un poco más y creó a Mickey Mouse, el ratón Miquito o Miguelito, primero de varios personajes de dibujos animados que inundarían el mundo infantil.
Disney era hombre laborioso y de talento, estaba dotado para ver lejos y realizar lo imaginado. Con el tiempo sería conocido como el Mago del dibujo animado, crearía empresas, estudios, desarrollaría la técnica, contrataría a los dibujantes más notables y lograría vencer los obstáculos idiomáticos mediante la difusión internacional de aquellos cartoons de entonces, que vistos hoy día conservan el encanto del genio.
El éxito y las ganancias que acompañan a sus cartoons animados, amén de cierto grado de cansancio, lo lleva a iniciar una jira de relax que incluye un viaje en barco por el río Mississippi, una escala en La Florida y a continuación una visita a Cuba.
El Hotel Nacional, en La Habana, donde se alojó, era por encones la más reciente y lujosa joya de la hotelería cubana. La habitación 445 lleva el nombre del célebre creador.
Existen razones para creer que el personaje de Bongo, cuya similitud fonética no es nada casual con el instrumento musical, creado con posterioridad a la estancia cubana, fue uno de los valores agregados de las experiencias acopiadas durante los días habaneros de Walt Disney. Es muy probable que entonces también conociera al caricaturista Conrado Massaguer, con quien se encontró nuevamente cuando este visitó Norteamérica.
Disney embarcó de regreso desde La Habana en el crucero California SS, hacia Los Ángeles, vía Canal de Panamá el 3 de noviembre de 1931. El éxito de cuanto emprendió en la cinematografía fue duradero y llega nuestros días, aun cuando Walt Disney murió en California el 15 de diciembre de 1966, poco después de cumplir 65 años.
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