Valoraciones de José Martí acerca de obras de Benito Pérez Galdós y otros autores
4 de enero de 2020
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José Martí en sus trabajos periodísticos se refirió a la trascendencia de la existencia y labor creativa de grandes creadores a nivel internacional.
Él ofreció valoraciones, por ejemplo, sobre el escritor nacido en Islas Canarias, Benito Pérez Galdós, cuyo fallecimiento se produjo en Madrid el 4 de enero de 1920.
Benito fue autor de un gran número de novelas, entre ellas Gloria, Doña Perfecta, Marianela, Fortunata y Jacinta, 46 episodios Nacionales, varios cuentos y obras de teatro, así como una gran cantidad de trabajos periodísticos.
Ha sido considerado después de Miguel de Cervantes el escritor español más relevante a través del tiempo.
Nacido el 4 de enero de 1843 en Las Palmas, isla situada en el sector noroccidental del archipiélago de Islas Canarias, de sus primeros profesores, que eran de tendencia liberal, tuvo grandes influencias.
En su etapa estudiantil solía leer mucho, principalmente autores románticos y clásicos.
Siendo aún muy joven, escribió algunos trabajos en Islas Canarias.
En 1862, después de haber concluido los estudios de bachillerato en el Instituto provincial de La Laguna, viajó hacia la capital española con el objetivo de estudiar leyes.
Algún tiempo después que fijara su residencia en Madrid visitó varias veces Inglaterra y viajó igualmente a París, ciudad donde entró en contacto con la novelística francesa. Intervino en la vida política española como Diputado a Cortes.
Gran parte de sus obras, las cuales han sido traducidas a varios idiomas, fueron escritas por él en Santander, lugar ubicado en la costa Cantábrica. Varias de sus obras también han sido llevadas al cine.
Benito en algunas de sus novelas reflejó la visión que tenía de la realidad española y arremetió contra aquellos sectores y estamentos de la nación que consideraba culpables de la situación que padecía el país ibérico.
Ironiza de modo especial al clero y a la aristocracia. Atacó el fanatismo religioso. Benito Pérez Galdós perteneció a la llamada generación del sesenta y ocho. Como autor teatral se destacó con obras profundamente dramáticas. Entre sus obras en este género se encuentran El abuelo, La de San Quintín, Electra y Sor Simona. Su muerte se produjo cuando contaba con 77 años.
En la Opinión Nacional de Caracas, en la sección Constante de la edición correspondiente al cinco de mayo de 1882, Martí se refirió específicamente a varias novelas de Benito Perez Galdós.
Comentó al respecto que Gloria había acabado de ser traducida al inglés y la calificó como “una novela delicadísima, que a la par mueve el corazón más duro y satisface la mente más descontentadísima y hecha a lo serio.”
Recordó además que el Evening Transcript, que a su juicio era el mejor periódico de Boston, había catalogado a dicha novela como curiosísima, original y vigorosa, y él expresó igualmente que tanto Gloria como Marianela, no eran sólo obras literarias, sino obras benéficas.
Y añadió: “Cierto que no añaden gran cosa al lenguaje, al cual nada quitan tampoco; pero ¡cuánta dulzura ponen en el corazón! ¡con cuánta rectitud deciden en lo difícil! ¡cuán cariñosamente advierte a los hombres de los peligros tremendos de la intolerancia!”
Martí manifestó que después de leer esos libros de Benito Pérez Galdós se siente como si de súbito se hubieran enriquecido nuevos quilates en el espíritu y de ahí que fueran recomendables dichas novelas que llenan con provecho las horas vacías y seguidamente citó obras de otro autor que
consideró como corazas “que estragan el gusto, falsean las pasiones, preparan mal para la vida, y llenan de caudal inútil y estorboso la mente.”
Y tras exponer que no se debía tener paz con lo inútil, ni con lo falso, significo que no se tachará “de eso por cierto a la tierna Gloria ni a la tristísima Marianela.”
En esa Sección Constante, Martí como lo hacía en forma habitual hizo referencia a otros temas diversos.
Dicha sección la comenzó en esa oportunidad haciendo referencia al maíz y precisó que se trataba de un nombre bien simple, “y con ello conocemos el próvido grano que por desdicha solemos cultivar en nuestro país tan escasamente, cuando no hay grano más barato, ni que exija menos cuidado, ni que alimente más que él.”
También comentó en relación con la labor de los microscopistas y puntualizó que éstos estaban descubriendo maravillas. Citó lo que había apreciado a través de su microscopio un investigador alemán al detallar: “Quien vea una esponja, toda llena de grandes huecos, supondrá tal vez, como se supone comúnmente que ha sido taladrada, allá en los misterios del fondo del mar, sin saber, como parece que es lo cierto, que la esponja no es taladrada, sino taladradora, y que horada tanto y tan bien, sobre todo, si es de la especie de las Clionoe, que atraviesa una concha de ostra.”
Martí igualmente expuso consideraciones sobre los libros animados de Edmundo de Amicis acerca de quién resaltó que “no parece que moja su pluma en tinta sino en colores.”
Expuso que él había escrito novelas, “que son cuadros acabados de nuestra vida actual, donde lo feo está puesto de lado, y en realce lo heroico y hermoso…” y más adelante precisó que “su mayor fama le viene de sus libros de viajes, de los que ha escrito ya sobre España, y Francia, y Marruecos, y Holanda, y Constantinopla.
Y agregó: “Más no hay ninguno entre ellos tan rico de color, tan pintoresco, tan lleno de ingenuidad ni fuerza literaria, de esa fuerza que viene de decir sencillamente lo que ven nuestros ojos, -como su libro sobre “Marruecos”. Todo en el libro vive y resplandece.”
No obstante, aseguró que si no en lo pintoresco en lo razonador ganaba a “Marruecos” el libro de Edmundo de Amicis sobre “Constantinopla”.
Amicis fue un notable narrador y periodista italiano cuya existencia transcurrió entre 1846 y 1908. Apasionado patriota, después de estudiar en un liceo de Turín se matriculó en una escuela militar. A partir de su experiencia como soldado se dedicó después a la literatura y al periodismo.
Martí finalizó su “Sección Constante” reflejada el 5 de mayo de 1882 en La Opinión Nacional, de Caracas, haciendo alusión a una noticia sobre la labor del astrónomo británico William Huggins que acababa de obtener una fotografía de la nebulosa de Orión.
Y al respecto manifestó: “…la fotografía del espectro prueba que en la región ultravioleta existen vestigios que no son los del hidrógeno. Huggins ha reconocido allí la presencia del ázoe.”
José Martí había comenzado a publicar la Sección Constante en la Opinión Nacional de Caracas a partir del cuatro de noviembre de 1881.
Desde que la concibiera y escribiera intentó en una columna del periódico tratar varios temas en forma diaria, aunque ello no lo pudo lograr con esa frecuencia por distintas causas.
Por lo regular de la forma más amena y resumida posible escribió acerca de cuatro o cinco temas.
En total se conservan en la actualidad 113 secciones incluidas en las diferentes ediciones de La Opinión Nacional de Caracas.
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