Un problema mundial

11 de octubre de 2013

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Heidy González Cabrera

Al cabo de más de medio siglo del descubrimiento de los antibióticos, las enfermedades infecciosas continúan siendo la mayor causa de morbilidad y mortalidad: tuberculosis, infecciones respiratorias agudas (IRA), gastrointestinales y las transmitidas sexualmente, tienen a su cargo las principales cifras de morbilidad y mortalidad.
Paralelamente, las infecciones en las comunidades aumentan, mientras que las nosocomiales (intrahospitalarias) son preocupación mayor, porque las propician bacterias muy resistentes. Por ejemplo, hasta hace poco, el Streptococcus pneumoniae (agente causal de IRA), se atendía con la penicilina como tratamiento de elección, pero, el surgimiento de cepas con altos niveles de resistencia, condicionó modificaciones en esa terapéutica.
Ahora bien, en regiones del mundo poco desarrolladas, el problema se agrava, porque otras opciones no están disponibles. Muchas infecciones se asocian a pacientes con VIH/SIDA en quienes las tasas de neumococos resistentes se elevan a más de un 75%”.
La tuberculosis, cuadro particular de las infecciones respiratorias, constituye una emergencia a escala mundial, debida -en muchos casos-  a cepas de Mycobaterium tuberculosis multidrogorresistentes que requieren tratamientos con drogas de segunda línea; pero lo más preocupante para la comunidad científica es el desconocimiento en la mayoría de los países en vías de desarrollo sobre la sensibilidad a las drogas del microorganismo, sin olvidar que el cólera endémico y epidémico causado por Vibrio cholerae O1 y O-139, continúa haciendo estragos en naciones donde es limitada la infraestructura de salud pública.
En esos enfermos, la rehidratación y la antibioticoterapia efectiva con tetraciclinas es el tratamiento idóneo; sin embargo, zonas de África y Asia reportan ya cepas resistentes a esa terapéutica.
Situación similar presenta  la Salmonella bacteria causante de gastroenteritis y fiebre tifoidea, porque se ha confirmado su resistencia múltiple a la ampicilina, tetraciclina y el cloranfenicol.
En cuanto a las infecciones nosocomiales afectan a los pacientes ingresados en cuidados especiales, y lideran en los hospitales las causas de morbilidad y mortalidad. La neumonía, está asociada a la ventilación artificial, las septicemias por la colocación de líneas intravasculares, y las infecciones de las heridas quirúrgicas, son cuadros típicos de las afecciones por Staphylococcus aureus meticilino resistentes (SAMR) ,y asociados a otros grupos de fármacos.
La expansión acelerada de la resistencia a los antimicrobianos se genera por uso y abuso de los antibióticos, tanto en medicina humana como animal. No obstante, las investigaciones destacan cómo el ADN de una célula bacteriana en el ambiente puede transferirse a otra por alguno de los mecanismos de transferencia genética conocidos. Esto sin contar que la resistencia también tiene gran impacto por el uso de los antibióticos en la agricultura y el engorde animal, prácticas muy difundidas y responsables de múltiples contradicciones a escala internacional.
Estudios genéticos continúan en la búsqueda de soluciones contra la resistencia antibiótica. Pero, urge alertar a la humanidad sobre el riesgo que constituyen acudir a esa terapéutica si no es orientada por los médicos.