Un poco de historia (II)

7 de agosto de 2015

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Hamilé Rozada Bestard

En mi comentario de hoy me referiré a la Edad Media y al Renacimiento, que abarcan más de mil años en la historia de Europa, pues por aquellos tiempos solo se prestaba atención a lo que acontecía en ese gran continente. Y la mayor importancia musical que tiene este largo período histórico es que fue por entonces cuando se establecieron los parámetros que habrían de regir este arte en Occidente; pero cuanto se logró anteriormente, permanecería por siempre.
Empezaré refiriéndome a la polifonía vocal, iniciada en el siglo IX que alcanzó la cima durante el Renacimiento, el cual tuvo su origen en el canto llano religioso de la Edad Media, el cual consistía en una sola línea melódica cantada al unísono por voces de hombres y sin acompañamiento instrumental, derivado de las músicas griega y judía. El canto llano fue codificado por el Papa San Gregorio el Magno, en el siglo VI de n.e., y por eso ha pasado a la historia como canto gregoriano, manteniéndose hasta hoy como el centro musical de la Iglesia Católica. Es importante señalar que la polifonía marcó el inicio de la composición como actividad especializada y durante el siglo XII y principios del XIII, alcanzó la cúspide con la Escuela de Notre Dame, cuyos representantes más prestigiosos fueron: Leonin y Perotin.
La polifonía tuvo varias formas, y una de las más importantes en sus inicios fue el motete, basado en una melodía de canto llano entonada, con notas largas, por una voz de tenor.
Los griegos crearon un sistema de letras para el canto polifónico que, gracias a Boecio (470-525), pasó a la Europa medieval. En el siglo VII, comenzaron a utilizarse los neumas, los cuales representaban notas o grupos de notas, e indicaban al cantante cuándo debía subir o bajar el tono, pero sin exactitud. Fue en el siglo XI, cuando el monje benedictino Guido de Arezzo, creó los nombres silábicos para las notas de la escala que es el sistema que se utiliza en la actualidad.
La polifonía utilizada durante la Baja Edad Media (siglo XIV) se denominó Ars Nova, para diferenciarla de la de los siglos XII y XIII, o Ars Anticua, y sus músicos más importantes fueron los franceses Philippe de Vitry, Guillaume de Machaud, y el italiano Francesco Landini.
En cuanto a la música profana de la Baja Edad Media, es bueno destacar que el lugar más importante lo ocupaban los juglares que con sus cantos, danzas, acrobacias y juegos malabares, recorrían las ciudades y los campos para divertir a sus pobladores. Dentro de ellos se destacaban los juglares de gesta que poseían una categoría superior y a su repertorio, de carácter épico, se le denominó canciones de gesta.
En mi próximo comentario continuaré con este viaje histórico-musical.