Un largo camino

30 de marzo de 2015

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Heidy González Cabrera

¿Qué es ser anciano? ¿Cuál es la edad para llamarlos así? ¿Cómo han sido percibidos y valorados a lo largo de la historia?

Desde la antigüedad muchos autores le han asignado un valor cultural distinto a quienes atraviesan esa frontera del vivir.  Por ejemplo, Hipócrates decía que era a partir de los 56 años; Aristóteles, opinaba después de los 50, y la mayoría estableció el límite a los 60 años.

Pasarían muchos siglos para que la Enciclopedia francesa determinara el ingreso en la vejez a los 50 años.

Por tanto, como no hay unanimidad de criterios en cuanto a la edad cronológica establecida para ser ancianos, les invito a conocer la historia de una mujer que sobrepasó todos los pronósticos:

Ante la sorpresa del mundo, la japonesa Misao Okawa, celebró su 117 cumpleaños en compañía de sus familiares, según informó la cadena pública nipona NHK.

La anciana, quien vive en una residencia geriátrica de Osaka (oeste de Japón) recibió la visita del alcalde de su distrito, que le regaló flores, y le hicieron fotos junto a su familia, constituida por tres hijos –uno de ellos con 92 años-, cuatro nietos y seis bisnietos.

Sus cuidadores afirmaron que el estado de salud de la más que centenaria es bueno, y que come tres veces al día sus platos favoritos (estofado de ternera y los fideos chinos).

Detallaron también que suele dormir unas 15 horas diarias y que, cuando se siente con fuerzas, se mueve sola en su silla de ruedas por las instalaciones del centro.

Desde febrero del 2013, Okawa, es reconocida por el Libro Guinness de los Récords,  como la persona viva más vieja del mundo (nació el 5 de marzo de 1898 en Osaka).

Pero, es justo recordar que en Japón vive también Sakari Momio, un anciano que el pasado febrero alcanzó su 112 cumpleaños.

Y hasta aquí la información, que da al traste con todos los cálculos anteriores y alienta a quienes andan, lentamente, por el final del camino.