Un ácaro: corredor excepcional
24 de octubre de 2014
|
Los ácaros, son esos diminutos arácnidos, muy antiguos, que llevan viviendo en nuestro planeta hace más de 400 millones de años. Los encontramos donde quiera, en la tierra, en el polvo, en el agua dulce o salada, en lugares con temperaturas agradables o con mucho calor, o frío. A ellos les da igual ser parásitos que vivir libremente sin molestarnos, o ayudarnos a controlar plagas o a detectar contaminación ambiental. Se pueden alimentar tanto de plantas, hongos, líquenes, animales, heces, como consumir detritus vegetales o animales, también escamas dérmicas desprendidas de nuestro cuerpo mientras dormimos.
Y ahora, para seguir sorprendiéndonos, se ha documentado que el animal terrestre más rápido del mundo es ¡un ácaro!, ha sido declarado “rey de la velocidad”.
Sí, un diminuto animalito, más pequeño que una semilla de sésamo, capaz de correr a una velocidad de 322 su longitud por segundo.
¿Qué significa esto? Que si el ácaro tuviera nuestro tamaño, correría a más de 2 000 Km/h, es como si realizáramos unas 1 300 millas por hora, aproximadamente. Por ejemplo, un guepardo, uno de los mamíferos más rápido, corriendo a 100 Km/h recorre únicamente 16 veces su longitud por segundo. El anterior récord de velocidad, lo poseía el escarabajo tigre australiano Cicindela hudsoni, capaz de correr a una velocidad de 171 veces su longitud por segundo, es como si un ser humano de 1,80 m de altura corriera 810 Km/h.
¿Quién es este veloz ácaro? Se trata de Paratarsotomus macropalpis , mide unos 0,7mm de longitud, de patas largas y un cuerpo casi dos veces más largo que ancho. Esta especie es endémica del sur de California, Estados Unidos. Se observa frecuentemente en las rocas y hasta en las aceras. Es muy resistente al calor, pues se ha visto correr sobre hormigón a 60gC, una temperatura letal para la mayoría de los animales.
En teoría, la velocidad relativa como la frecuencia de paso aumentan a medida que los animales se hacen más pequeños y la fisiología muscular debe, en algún punto, limitar la velocidad a la que una extremidad puede moverse. Sin embargo, cuando los valores obtenidos para estos ácaros, se comparan con los datos de otros animales, esta comparación nos revela que si hay un límite superior a la velocidad relativa o la frecuencia de paso que se puede lograr, aún está por encontrarse.
Este ácaro, además de establecer un nuevo récord mundial, ha esclarecido aspectos de la fisiología del movimiento, y de las limitaciones físicas de los seres vivos. Los investigadores también observaron, que los ácaros son expertos en parar y cambiar de dirección muy rápidamente, estos atributos están siendo investigados para establecer posibles puntos de vista que puedan ser relevantes para las aplicaciones de bioingeniería, lo cual podría ayudar a inspirar nuevos diseños revolucionarios para artefactos como robots o dispositivos biomiméticos.
Recordemos que…”la Naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Sólo hay un modo de que perdure: respetarla y servirla
Galería de Imágenes
Comentarios
