Tito Gómez, por la Vereda (I)
11 de abril de 2024
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Cuando Tito Gómez graba en 1953 por primera vez “Vereda tropical” con la Riverside, este tema ya le había dado la vuelta al mundo en las voces de Toña la Negra, Juan Arvizu y Pedro Vargas.
Pasado algún tiempo, estando de visita en México, Tito se encuentra un día con Pedro Vargas, quien le dice a modo de saludo: “Llegó el hombre que me destruyó Vereda tropical.”
– ¿Por qué destruir?, le pregunta Tito apenado.
“Nos opacaste por completo” –le responde el Tenor de las Américas, quien le sonríe y dice al cubano–: “Te debe servir de satisfacción que la cantó todo el mundo y el único que la ha hecho popular eres tú”.
Mucha razón tenía el gran Pedro Vargas. Vereda Tropical en la voz de Tito Gómez fue todo un suceso durante toda su larga y fructífera carrera artística.
No es de extrañar entonces que siempre le pidieran, en cualquier escenario, que cantara “Vereda tropical”. Sin embargo, él nunca pudo imaginar que esta canción pudiera conquistarle tantos triunfos.
Esta historia comenzó en 1953 cuando los hermanos Rigual, le aconsejaron a Tito que incluyera esa pieza del mexicano Gonzalo Curiel en un disco de la orquesta Riverside.
En verdad, a Tito no le gustó la idea pues esa pieza ya era conocida, pero los Rigual, cubanos recién llegados del país azteca, insistieron tanto que el joven la incluyó, pero sin mucho entusiasmo, prácticamente de relleno, en el disco de marras, que, por cierto, tenía en la otra cara “Te amaré más y más”, de Pituco Rigual.
No obstante, “Vereda tropical” interpretada por Tito Gómez con la Riverside, en tiempo de chachachá, se convirtió rápidamente en un éxito que lo acompañaría para siempre.
Nacido en La Habana el 30 de enero de 1920, hijo de un comerciante español y de un ama de casa, desde muy niño se apasionó por el canto.
Con sólo doce años, ya cantaba en tertulias familiares melodías del repertorio lírico, en especial, de Ernesto Lecuona y Rodrigo Prats.
A los 17 años se da a conocer cuando gana un premio en La Corte Suprema del Arte con el número “Cuando te acuerdes de mí”, de Julio Brito.
Por cierto, la familia puso el grito en el cielo, pues esperaban de él alguna pieza lírica y no un bolero canción por muy bonito que fuera.
Para entonces José Antonio Tenreiro Gómez –su verdadero nombre- cursaba todavía el bachillerato y pensaba matricular la carrera de Medicina. Sin embargo, comenzó a trabajar en 1939 con la orquesta del Casino Deportivo. Poco después pasó al Hotel Nacional, con la agrupación Sevilla Bilmore.
En 1942 Tito comenzó a simultanear con la Riverside, que a la sazón era dirigida por Enrique González Mantici, hasta que en 1949 decidió quedarse solo en esta última.
También hizo algunas transmisiones por la RHC Cadena Azul de Amado Trinidad, quien siempre gustó de lo que Tito cantaba y organizó incluso una orquesta especialmente para que lo acompañara a él. Era un programa al mediodía, exactamente a las doce. Se llamaba El Show de la Radio Cadena Azul.
Todo aquello fue de espanto para su familia. Tito cantaba boleros, guarachas y congas. Y ellos se lamentaban: “Mira adonde ha ido a parar este muchacho, después de cantar cosas tan finas”.
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