Tipos de aullidos

6 de julio de 2017

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Fernando Gispert Muñoz

 

 

Los cánidos en general son un género animal con una gran capacidad de comunicación. Lo necesitan ya que son individuos sociales. Una tortuga o un tigre quizás no necesite una gama amplia comunicacional por su carácter individual de relación.

Es proverbial como los Lobos y Licaones organizan una perfecta cacería persiguiendo durante largo tiempo a la presa, ubicándose estratégicamente por escuadras, cambiando las tácticas de manera constante y logrando el éxito con precisión quirúrgica, a veces con mínima angustia para la presa. Gran parte del triunfo se debe a su capacidad comunicacional a través de gemidos, gruñidos, aullidos, ladridos y cambios de posiciones corporales.

En el mundo los campesinos y tribus prestan especial atención al aullido de los cánidos, siendo capaces de interpretar sus vocalizaciones. En Etiopia tuve oportunidad de aprender de nuestra jauría de mascotas (Cohiro, Tihiti y Saharo) importantes mensajes por sus aullidos: si merodeaba un extraño, si era un conocido, si era un animal peligroso, si no lo era. Algunos de mis colegas eran capaces de saber si era un oso, una hiena, un dromedario, una serpiente, un etíope o un cubano.

Los ladridos son característicos de perros y chacales. Otros cánidos no utilizan esta forma de comunicación emocional, sin embargo, el aullido sí forma parte de la vocalización en todos los cánidos, lo que hace suponer que es un mecanismo mucho más general, primitivo y básico.

Los lobos son la especie que más utiliza el aullido en sus relaciones intraespecíficas, fundamentalmente para asegurar la unión y el apareamiento. En el caso del perro, este tipo de vocalización se observa con frecuencia, sobre todo en razas nórdicas como el Husky, el Samoyedo y el Malamute. Las razas naturales como boyeros y pastores también aúllan con frecuencia. Se observa menos en las razas artificiales.

De manera general los perros aúllan en presencia de sonidos de alta intensidad y baja frecuencia. Algunos programas televisivos contienen música con estas características, lo cual hace disparar las alarmas caninas. Se considera que esta particularidad proviene de la ancestral necesidad de crear la alarma colectiva ante la proximidad de una tormenta u otro evento meteorológico, ya que lluvia, truenos y relámpagos realizan sonidos con aquellas particularidades. Es conocida la sensibilidad de los perros para advertir cambios en la presión atmosférica y su temor a los truenos, lo cual advierte al hombre ante tempestades y terremotos.

El aullido prolongado en el perro es territorial. Alcanza unos 3 km de radio y tiene como objetivo delimitar el territorio y advertir a otros individuos su presencia. Generalmente es realizado por un animal alfa criado individualmente o en su manada.

Varios aullidos cortos con uno extenso al final indica soledad. Los perros lo realizan con frecuencia al sufrir el síndrome de Ansiedad por Separación, aunque también se observa en perros longevos sin razón aparente.

Una serie de aullidos cortos y súbitos indican alarma. Están vinculados a la presencia de extraños o a temor ante un evento. A menudo el perro lo realiza previo al molesto baño o cuando advierte la fastidiosa visita del veterinario.

Los aullidos que van aumentando de tono junto a gemidos, indican petición. Lo realizan los cachorros que exigen atención y comida, así como los perros que desean salir a dar un paseo.

Así que manténgase alerta. La naturaleza está allí, solo hay que observarla con detenimiento, aprender de ella y protegerla.