Teniente Rey No. 54 esquina a Mercaderes
21 de febrero de 2014
|Antes: Casa de la Obrapía de Aramburo
Hoy: Vivienda y comercio en Plaza Vieja
Este edificio se encuentra en la Plaza Vieja del centro histórico de la ciudad, haciendo esquina en las calles Teniente Rey y Mercaderes, fue edificado en las primeras décadas del siglo XX reemplazando a la antigua construcción colonial que aquí existió hace mucho tiempo atrás. En el local de la planta baja destinado a comercio, oficinas y luego a almacén, una vez remozado abrió sus puertas la peletería “Plaza Vieja”.
La primitiva edificación que aquí existió, fue propiedad a mediados del siglo XVII de los descendientes de don Juan Pérez de Oporto, uno de los primeros pobladores del lugar, propietario de la acera que formaba este lado de la plaza. La primitiva fábrica era de madera y tejas, pero con el tiempo se fue transformando.
Durante el siglo XVIII cambió indistintamente de dueños y moradores y en 1770 la adquirió el Sr. Antonio de Aramburo y Veytía, Regidor y Alcalde Provincial de La Habana, quien fundó una Obrapía que incluía a varias de sus propiedades, entre ellas esta que era su residencia. De ahí que durante mucho tiempo se le conociera con este nombre: “Casa de la Obrapía de Aramburu”. Luego de su fallecimiento fue entregada a la Venerable Orden Tercera de San Francisco de esta ciudad, quedando en sus manos la posesión de sus bienes; a cargo del Patronato de la Obrapía estaba el venerable Sr. Melchor Gastón y Montalvo, natural de Cartagena de Indias.
Entrado el siglo XX, fue arrendada por los franciscanos a la Sociedad Mercantil de “Carasa y Cía”, representada por su Gerente el Sr. Antonio Carasa y Loya, para que establecieran aquí sus oficinas de negocios.
En el año 1940 se demolió la antigua fabricación y se levantó en su lugar el edificio que llega a nuestros días, que combina en sus dos plantas el género doméstico y civil, destinándose los altos a vivienda, mientras que la planta baja desempeñó otras funciones: comercio; almacén; imprenta.
Los trabajos de reanimación llevados a cabo en la Plaza Vieja contemplaron el rescate de las accesorias comerciales que desde antaño formaron parte de la tipología habitacional de su entorno, compartida con la función comercial, de ahí que se restituyen en el presente nuevos comercios, diseñados acorde a los tiempos modernos, de exquisita factura y elegancia.
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