Tata Güines: el rey de la tumbadora (II)
29 de mayo de 2023
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Tata Güines tocó con los grandes de nuestra música: Arsenio Rodríguez, Chano Pozo, Bebo Valdés, Fajardo, Cachao, Frank Emilio, Changuito y una lista interminable de clásicos que reconocieron siempre sus méritos.
Buena parte de su trayectoria artística la desplegó en Estados Unidos, donde se definió como solista y obtuvo importantes éxitos.
Compartió el escenario con Josephine Baker, Frank Sinatra, Maynard Ferguson, Los Chavales de España, Dizzy Gillespie, pero extrañaba mucho a su tierra.
En el año 60 lo deja todo y regresa a la Isla.
“Mi orgullo era, y sigue siendo, estar aquí en Cuba, entre los míos, hablando el mismo idioma y disfrutando de ese sabor cubano que no se encuentra en ningún lugar del mundo. Primero hay que tener en cuenta tu música, tu palma y tu bandera, después que venga lo demás”.
Hasta con la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la batuta de Manuel Duchesne Cuzán, Tata Güines hizo vibrar sus tumbadoras.
Fue el último sobreviviente del Quinteto Instrumental de Música Moderna. Y como afirma el cronista musical y amigo Rafael Lam “una de las pocas superestrellas de los tambores cubanos”.
Tata Güines recibió el Premio de la Música en 2006. Para él fue algo muy emotivo, porque nunca en Cuba se le había otorgado un premio a la percusión.
“Por eso me sorprendió. Este es un reconocimiento al tambor y ello me hace muy feliz”.
Participó también en tres Premios Grammy y mereció la Medalla Alejo Carpentier y la Orden Félix Varela.
Sobre la técnica de su instrumento dijo: “Algunos preguntan cómo apoyar las manos en los cueros para sacar mi sonido. Hay quienes levantan las manos muy alto. Son efectistas, al lanzar el golpe desde arriba. Se fajan con la tumbadora. Es un error. Por eso, trabajo pegado al parche. De lo contrario, se pierde velocidad y uno se cansa a la mitad del número. Sobre los cueros toco limpio, fuerte, y mantengo la estabilidad”.
Al decir del maestro Leo Brouwer: “hay un elemento que no hemos valorado suficientemente, Tata, con las uñas, yemas, dedos y manos construye una orquesta de timbre que sobrepasa el papel esquemático de la percusión y ritmo.”
Nuestro Rey de la tumbadora actuó en los principales escenarios del mundo, participó en festivales de Jazz, pero nunca descuidó la atención a sus alumnos.
No solo a los que vivían en Cuba, sino también en el extranjero, pues asesoró a diferentes escuelas de percusionistas fuera del país.
Tata Güines creó un estilo, una técnica propia. Murió en La Habana, el 4 de febrero de 2008, a los 77 años. Poco antes había dicho: “Todavía hoy cuando toco no falta quien me dice: Tata, con las uñas”.
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