Súbita disfonía

23 de octubre de 2015

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Heidy González Cabrera

 

 

De cómo repercute el estrés en el organismo, se ha insistido mucho a través de los medios de comunicaciones. No obstante, pocos lo asocian a inexplicables cambios transitorios en la voz, que algunos atribuyen a faringitis, y los más hipocondríacos a posible complicaciones oncológicas.

Y es que no todos conocen que el estrés puede propiciar una sorpresiva afonía o cualquier trastorno en las cuerdas vocales. Los expertos destacan su presencia en “la tensión generalizada en cabeza, cuello, garganta y mandíbula, así como en la parte superior del pecho, la espalda y los hombros”. Por tanto, repercute en el sistema fonorrespiratorio y por ende, en la voz.

A partir de esa realidad, y después del chequeo establecido, los otorrinolaringólogos, (especialidad para ese campo), remiten a quienes corresponde su atención: psicólogos.

Es del dominio popular que el desempeño de algunas profesiones obliga al uso continuo de la voz y su consecuente fatiga vocal -maestros, cantantes, locutores-, entre otros. Las investigaciones científicas confirman, que las disfonías psicógenas desatadas por el estrés, son más frecuentes en mujeres de 30 a 45 años. Pero, en general, se manifiesta en pacientes con alteraciones emocionales, en el rango de de problemas familiares, laborales, económicos, afectivos, etcétera.

Tanto el uso continuo de la voz, como el alto volumen al hablar, irritan las cuerdas vocales, o sea, propician un sobreesfuerzo innecesario. Por supuesto, no se obvian los cuadros alérgicos o infecciones víricas que afectan las vías respiratorias superiores, sobre todo, la garganta.

Reducir el estrés exige la ayuda especializada, mas no bastan las orientaciones del psicólogo, determina también la voluntad del paciente para controlar su “carga de tensión”. Pero, no se pierden de vista otras causas generadoras de disfonía: bajas temperaturas, ya sea por frío invernal o aire acondicionado, situaciones que se resuelven con abrigos o bufandas en el cuello, y evitando ingerir bebidas o alimentos extremadamente fríos o calientes.

La doctora Marta Ortega Lamas, otorrinolaringóloga del hospital Clínico Quirúrgico “Hermanos Ameijeiras”, de Cuba, destaca un elemento a tomar en cuenta: la edad. El proceso de envejecimiento humano no es igual en todos los individuos, va marcándose de distintas formas, prematuridad en canas y arrugas, disminución de la visión, y entre los llamados “achaques” no escapan las cuerdas vocales con el resultado de una lamentable voz rasgada.