Spinolestes xenarthrosus y la evolución del pelaje en mamíferos

27 de mayo de 2016

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Josefina Cao López

 

 

Un equipo interdisciplinar integrado por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Bonn, la Universidad de Chicago, el CRNS de la Universidad de Rennes y el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha, han encontrado un fósil de un ancestro de los mamíferos en Las Hoyas, un yacimiento paleontológico del Cretácico Inferior situado en el término municipal de La Cierva, muy cerca de la ciudad de Cuenca (en la provincia del mismo nombre), Castilla-La Mancha, España.
El hallazgo, que data de hace 125 millones de años, ha sido bautizado como “el ladrón de espinas”. Mide unos 25 cm desde la cabeza a la cola, que pesaba entre 50 y 70 g, con melena en el cuello y una corta cresta que le recorría la espalda. Esta nueva especie ha sido nombrada Spinolestes xenarthrosus y evidencia, según sus descubridores, la evolución del pelaje en mamíferos en el Cretácico Inferior y se convierte en un fósil “paradigmático” en todo el mundo. ¿Por qué se afirma esto?
Los investigadores afirman que es un caso único en el registro mundial donde se conservan los distintos tipos de pelo, como melena, pelo primario o pelo corto, la misma cantidad y diversidad de pelo que se encuentra en los mamíferos modernos.
Es, según los investigadores, un ejemplar único porque confirma que la diversificación de los modos de vida era muy grande en este grupo de mamíferos, pertenecientes al Mesozoico, ya que presenta características que son combinaciones de caracteres únicos con modos de vida también muy específicos y equivalentes a los de los mamíferos actuales.
De manera que se trata, según los expertos, de un mamífero bastante moderno y con hábitos excavadores, que externamente se parece a un roedor, pero que su anatomía interna es totalmente diferente ya que posee con una mandíbula muy poderosa con músculos de masticación muy desarrollados, con una doble articulación entre las vértebras, unas uñas muy gruesas y robustas y unos huesos del carpo de pequeño tamaño y muy engrosados. Además, el fósil conserva la cavidad torácica, con restos de pulmones, siendo, la primera vez que se encuentran restos fosilizados de este órgano en todo el registro fósil. En la cavidad abdominal se han encontrado restos de hígado y, entre ambas, el diafragma, restos de costillas, bronquiolos y sacos alveolares.Otra de las peculiaridades de este fósil es que tiene la oreja izquierda perfectamente preservada, un hallazgo que constituye la primera evidencia directa de un pabellón auditivo desarrollado y da pistas de cómo pudo morir Spinolestes, pero que, sin embargo, presenta un patrón de desarticulación en el cráneo, propio de organismos que se descomponen en ambientes acuáticos poco profundos.

 

 
Destacan sus descubridores que es el primer mamífero de esa edad completamente articulado de Europa y el primero a escala mundial donde se puede reconocer al detalle la evolución del pelo y observar la microestructura del mismo,así como estructuras particulares propias de queratina, como son los escudetes, con forma de nido con una matriz de queratina amorfa y que albergan en su interior pequeños túbulos huecos: “protoespinas”, así como células queratinizadas rodeando al folículo piloso.
Este hallazgo demuestra que la evolución del pelo, junto con otras estructuras de la piel, no ocurrió gradualmente sino que tuvo lugar simultáneamente en el origen del linaje, al contrario de lo que se creía.
Recordemos que… “la Naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Solo hay un modo de que perdure: respetarla y servirla.

 
Fuente: A Cretaceous eutriconodont and integument evolution in early mammals. Nature 526 (7573): 380-384. ByThomas Martin, Jesús Marugán-Lobón, RomainVullo, Hugo Martín-Abad, Zhe-Xi Luo and Angela D. Buscalioni (2015). http://www.nature.com/nature/journal/v526/n7573/full/nature14905.html