Sorprendentes parientes del tabaco
12 de septiembre de 2022
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¿Se sorprendería si conoce que la planta de tabaco es de la misma familia de vegetales como papas o tomates? Pues no se sorprenda ya que la familia del tabaco –solanácea- es muy cercana a estas plantas que producen frutos o tubérculos comestibles de una importantísima utilidad para la alimentación humana.
Así son descritas en las enciclopedias:
El tomate o fruto del tomatero se clasifica como Solanum lycopersicum. Es una planta de la familia de las solanáceas.
La papa, clasificada como Solanum tuberosum es una planta de la familia de las solanáceas y se cultiva para aprovechar su tubérculo comestible.
La familia de las solanáceas son plantas herbáceas o leñosas, arbustos, árboles y lianas. Comprende un extenso y variado universo de unos 98 géneros y 2700 especies. Dentro de ellas se encuentran plantas alimenticias, como la papa, el tomate e incluso el ají o pimiento; las hay también ornamentales y para uso medicinal e investigativo en la esfera de la farmacopea. Una de las plantas estrella de esta familia es el tabaco.
Algunas plantas de ellas poseen alcaloides como la nicotina del tabaco. Los alcaloides se describen como bases nitrogenadas producidas por ciertas plantas y que poseen una acción fisiológica intensa sobre los animales que pueden incluso llegar a ser mortales.
Curiosamente, entre las solanáceas que contienen alcaloides se encuentran algunas que por largo tiempo han gozado con la fama de ser potentes afrodisíacos (de alto riesgo si nos atenemos a las prescripciones de la medicina actual). Ejemplos de estos especímenes: la belladona, el beleño, el estramonio y sobresalientemente, la mandrágora.
La mandrágora, nombre común de varias plantas herbáceas oriundas de la zona oriental mediterránea, fue desde la antigüedad conocida como afrodisíaca. La planta -considerada mágica- emana un olor nauseabundo y con su raíz, de figura con cierta semejanza testicular, se preparaban brebajes considerados estimulantes sexuales y ungüentos con los que se producían estados de excitación y fantasía.
El largo período de la Edad Media que convencionalmente se acepta duró unos mil años y que abarca desde el siglo V hasta el XV, es conocido como una época de estancamiento del desarrollo de la humanidad y donde proliferaron creencias tales que solo podían generalizarse en una etapa tan oscura como aquella. La brujería diabólica de ese tiempo estableció criterios por los cuales se afirmaba que los brujos eran capaces de despertar pasiones amorosas por medio de los llamados filtros e incluso destruir esas pasiones con encantamientos, provocar la impotencia de los hombres y la esterilidad en las mujeres. La ya citada mandrágora era utilizada para preparar algunos de esos brebajes que producían un efecto de euforia y alucinación que permitía que las brujas “volaran” montadas en los palos de las escobas sin apartar los pies del suelo. No era descartable la utilización en ese entonces, de otras plantas venenosas como las ya citadas: belladona, el beleño o el estramonio.
La tan apreciada planta de tabaco es útil solo por el uso de sus hojas con las cuales se confeccionan los habanos y los cigarrillos. Esa cualidad la diferencia sustancialmente de sus mencionados primos cercanos ya que en estos las hojas no sirven para nada y como tal se desechan. Lo valioso de ellas son los frutos. Como estamos revelando, la importancia de las solanáceas que tratamos no es nada menor. La papa fue en su momento salvadora de la empobrecida Europa del Medioevo sometida a hambrunas perennes.
En este sentido los países tropicales o semi tropicales cargan con un privilegio que no tienen aquellos que pertenecen a regiones muy frías. Si nos dedicamos a componer un tema alrededor de ello nos damos cuenta que esos países –digamos europeos- están a merced de solo disponer de cosechas de ese gran regalo americano –la papa- para satisfacer sus necesidades de carbohidratos contenidos en eso que los cubanos llamamos viandas.
¿Se imaginan un mercado europeo ofertando malanga, plátano, boniato, yuca o guaguí, cosechados en sus predios? La etapa del comercio y la transportación actuales permite que no sea raro encontrarlos en sus mercados, generalmente bien limpiecitos, lavaditos y muchas veces envasados con su código de barra y todo
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