¿Son medicamentos las plantas medicinales?

11 de enero de 2022

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Diana García García

 

 

Las plantas han sido empleadas por el hombre como alimento y terapia desde hace al menos 5000 años aunque ya eran utilizadas mucho antes por las tribus prehistóricas. En la actualidad, un gran sector de la sociedad se encuentra cada vez más interesado en la recuperación de hábitos de vida más saludables entre los que se incluye el consumo de remedios naturales.

Una planta medicinal es un recurso cuya parte o extractos, se emplea como droga en el tratamiento de alguna afección. La parte de la planta empleada medicinalmente se conoce con el nombre de droga vegetal y puede suministrarse bajo diferentes formas galénicas como: cápsulas, comprimidos, crema, decocción, infusión, entre otras.

El uso de remedios de origen vegetal es una de las formas más extendidas de medicina presente en casi todas las culturas conocidas. La industria farmacéutica actual se ha basado en los conocimientos tradicionales para la síntesis y elaboración de fármacos. El proceso de verificación científica de estas tradiciones continúa hoy en día, descubriéndose constantemente nuevas aplicaciones.

Muchos de los fármacos empleados en el presente como la quinina, la aspirina o la digital, replican sintéticamente o aíslan, los principios activos de remedios vegetales tradicionales conocidos.

Para beneficiarnos de las bondades terapeuticas de las plantas medicinales, se recurre a metodos de preparacion que, en dependencia de su complejidad, pueden ser conocidos y aplicados en mayor o menor medida.

La prolongada tradición de uso de productos de origen vegetal en medicina y la reacción contemporánea contra los fármacos sintéticos, han llevado a un resurgimiento de la herbolaria, a veces denominada fitoterapia.

La creencia de que se trata de una “medicina natural”, ha dotado a  los fitofarmacos de un aura de salubridad inmerecida. En realidad, estos son en muchos casos los mismos que aparecen en los fármacos industriales, solo que mezclados con otras sustancias y en una dosis mucho menos precisa.

Los efectos secundarios provocados por los fármacos industriales son, como mínimo, igualmente frecuentes en la medicina herbal, y el riesgo de reacciones adversas o confusiones en el uso está también presente.

Los peligros propios de la medicina herbal incluyen el elevado riesgo de interacciones, ya sea entre productos herbales o con fármacos industriales debido a la presencia y dosificación variable de numerosos principios activos en los preparados y la posibilidad, a veces fatal, de confusión que provoca la nomenclatura inestable de los vegetales. Especies o variedades llamadas por el mismo nombre, aún si son muy próximas botánicamente, pueden variar enormemente en la presencia y concentración de los principios activos.

Todo esto ha dado pie a una polémica que existe mayormente en los paises de Europa en cuanto al expendio de las plantas medicinales. Tradicionalmente estas se han vendido en herboristerías, pero por su elevado riesgo de interacciones y demás peligros, han comenzado a ser reclamadas por los farmacéuticos.