¿Son diferentes dirigiendo los hombres y las mujeres?

18 de abril de 2014

|

Yolanda Ramiro Sánchez

Y comienzo respondiendo; Sí, somos diferentes, pero antes de comenzar la explicación, debo hacer una declaración de principios; no son feminista en el sentido de aquellas mujeres que luchan en oposición a los hombres como enemigos encarnizados, como contrincantes en una guerra, sino que ¡Por supuesto! Soy una leal partidaria de defender los derechos de las mujeres y su igualdad, pero esto no me hace ser enemiga del sexo masculino ¡Válgame Dios, si los hombres son una creación maravillosa de la Madre Natura! Soy una mujer capaz de vernos como somos; diferentes, pero compañeros, parejas, amigos, en fin, en alianza, y aquellos que no nos consideran dignas de ser respetadas, entonces esos si tienen en mi una contrincante, pero estoy plenamente convencida que lo mejor es que los hombres y mujeres estemos juntos, codo a codo. Hago esta introducción porque los hombres y las mujeres dirigimos de diferente forma y en este caso, somos las féminas las que nos llevamos los aplausos y no quiero que crean que me parcializo. Pero para los que fruncieron el seño y chasquearon los labios en señal de duda, allá voy con la explicación. Se puede considerar que existen dos modelos de liderazgo; el masculino y el femenino, y ahí se los pongo en una tabla para que puedan comparar.

Y no crean que este es el criterio de una mujer, sino que su autoría es de Michael Korda que en la revista Self publicó un artículo titulado “Las emociones dentro del portafolios de una mujer”, porque como se habrán percatado, somos las mujeres las que manejamos mejor y con más eficiencia los atributos de la inteligencia emocional para dirigir, lo cual hace que en la actualidad sea el estilo más útil y que tenga mejores resultados. Claro que esto no es porque las mujeres tengamos un gen emocional y los hombres no, sino que la diferencia se comienza a determinar desde la infancia en los estilos educativos diferentes hembra/varón o niña/niño. Y tanto es así que en los atributos de la masculinidad están ser competitivos, triunfar, ser racional (no dejarse llevar por emociones porque eso los hace débiles) y para que las cosas salgan bien deben ser controladores, deben siempre tener una estrategia (saber que quiere hacer y cómo hacerlo), mostrarse fríos (un hombre que llora pierde su dignidad) y toda su conducta debe ser analizada y pensada, no se puede dejar nada a los sentimientos (debilitadores y feminoides). Mientras que las mujeres tenemos grandes ventajas porque al considerarnos más débiles y vulnerables (me permito una sonrisa abierta) tenemos la libertad de  ayudarnos y ayudar a los hombres, lo cual nos hace cooperativas y por lo tanto trabajamos  mejor en equipo, nos interesa que todo salga bien, así que si nos equivocamos en alguna tarea del hogar, puede sobrevenir el caos (las críticas por una comida salada pueden ser terribles) y si es en la oficina, allá va la crítica de que sucedió eso porque es una mujer quien lo hizo, por lo que aprendemos desde muy pequeñas a ser eficientes, si vamos a solucionar un problema no solo pensamos, sino que nos dejamos llevar por la intuición o el llamado sexto sentido femenino y somos más empáticas (no nos avergonzamos por emocionarnos o llorar por la desgracia de otro), ayudamos a los demás y trabajamos mucho. El espacio se me acaba, y no quiero dejarles el sabor amargo de que los hombres no son buenos líderes porque eso es injusto, solo que somos diferentes y la utilidad de los estilos depende de las tareas que se emprenden.