Sobre el Premio CUBADISCO
23 de mayo de 2014
|Aunque en lo que va de año, la cultura musical cubana ha sufrido pérdidas muy dolorosas, la vida continúa y mis comentarios también. Y como en breve se darán a conocer los resultados del Premio CUBADISCO, evento que ya ha adquirido dimensiones extraordinarias, a su historia me referiré hoy.
CUBADISCO fue un proyecto sugerido por quien continúa siendo su alma: Ciro Benemelis, quien ligado a la música desde muchos años atrás, pensó, de manera inteligente, que era necesario crear un evento donde se promoviera la calidad el disco cubano que, otrora tenía marcado carácter comercial en un mundo donde había tanta competencia.
Aunque hubo quienes dudaron del éxito de un proyecto donde se pretendía demostrar que –a pesar del bloqueo– éramos capaces de lograr algo tan ambicioso, fundamentado sólo por la calidad de los fonogramas, sin que mediaran intereses económicos, Ciro Benemelis logró el apoyo de muchas personas que, contagiadas por su optimismo, emprendieron un reto sin precedentes en la historia discográfica cubana.
El Premio CUBADISCO comenzó siendo un concurso de carácter nacional y sólo unas pocas categorías para participar, pero la seriedad y el impacto de sus resultados, fueron incrementando el interés no sólo de nuestros compositores e intérpretes sino de arreglistas, productores, diseñadores…, por lo que se hizo necesario aumentar las categorías y ampliar el espectro hacia la participación internacional donde la diáspora ha marcado “hitos” al galardonar artistas que -aunque residentes fuera de Cuba- siempre han mantenido el vínculo con nuestro país, como es el caso de los jóvenes: César Orosco, Dafnis Prieto y Ailém Carvajal, por sólo mencionar a tres compositores e intérpretes que, formados en nuestras escuelas de música, se han convertido en importantes figuras de la arena internacional.
Un aspecto importante a destacar en este comentario es el trabajo del jurado de CUBADISCO, pues está integrado por especialistas no sólo de música, sino de literatura, artes plásticas, diseño, producción discográfica… quienes, dedican mucho tiempo a escuchar y analizar los cientos de fonogramas que concursan, sin recibir remuneración alguna más allá que el reconocimiento a su esfuerzo.
Hoy día, la importancia y repercusión del Premio CUBADISCO ha alcanzado tal prestigio internacional, que Ciro Benemelis y quienes creyeron en ese proyecto pueden sentirse orgullosos de una realidad tan cubana como nuestro son.
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