Sí, una araña vegetariana

16 de enero de 2015

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Josefina Cao López

Sí, aunque usted no lo crea, se trata de Bagheera kiplingi, una araña saltadora (Fam. Salticidae) que habita en México, Guatemala y Costa Rica.
Las arañas son harto conocidas por sus hábitos depredadores, pero esta, Bagheera kiplingi, en vez de devorar  insectos, vive casi exclusivamente de brotes de hojas. Esta arañita, pues no es más grande que el tamaño de una uña, es rojiza y peluda, posee grandes ojos prodigiosos saltos. No tiene la necesidad de tejer una tela para atrapar a sus presas y hasta las hembras han dejado a un lado la costumbre de comer a sus parejas sexuales inmediatamente después del apareamiento. Como no necesita gastar su energía en busca de presas, sus habilidades se han dirigido a construir hogares para su familia, unos nidos que las madres utilizan para criar a sus hijos, ¿quiere esto decir que llevan una vida relajada y apacible alimentándose sólo de acacias silvestres? Veremos…
La araña fue descrita por primera vez en el año 1896 por los naturalistas  George y Elizabeth Peckham que bautizaron a este arácnido con el nombre de Bagheera kiplingi en homenaje al escritor Rudyard Kipling, autor de la novela de “El libro de la selva”, donde Bagheera es un personaje de la obra.
Pero no fue hasta el año 2001, que científicos de la Universidad de Brandeis (Estados Unidos) descubrieron su hábito fitófago, esto ocurrió en Costa Rica. Posteriormente dos grupos de investigadores de la Universidad de Villanova (Pensylvania, EUA), trabajando en México, observaron sus hábitos durante varios años y comprobaron que, efectivamente, la arañita acostumbra a alimentarse de acacias silvestres como primera fuente de alimentación. Pero también observaron que, aunque parezca una criatura inocente, no todo es tan pacífico. La arañita roba su comida a las hormigas que protegen las acacias contra los invasores. Al alimentarse  de las hojas y el néctar de las acacias silvestres donde viven las hormigas, la araña cohabita con ellas.  De manera que, la araña se aprovecha de una alianza forjada entre las hormigas y las acacias. Los árboles emplean las hormigas como guardaespaldas y se les paga con refugio dentro de espinas huecas, y nódulos nutritivos llamados “cuerpos Beltian” que crecen a partir de sus hojas. Bagheera  ha aprendido a robar estos manjares de las hormigas, y al hacerlo, se ha convertido la primera araña vegetariana del mundo. La araña, casi siempre se halla en los árboles de acacia que están ocupadas por las hormigas, porque en los árboles sólo crecen los sabrosos “cuerpos Beltian” cuando las hormigas están presentes. (Un “cuerpo de Beltian” es una punta desmontable que se encuentra en las pínulas de algunas especies de Acacia. Son ricos en lípidos, azúcares y proteínas y a menudo de color rojo. Se cree que han evolucionado a partir de una relación simbiótica con las hormigas).
En México, los “cuerpos Beltian” constituyen el 91% de la dieta de la araña, mientras que en Costa Rica, el representan el 60% del mismo. Se comprobó también que, aunque más raramente, la araña puede beber el néctar de las flores.
Se confirmó además, mediante el análisis de la composición química de los cuerpos de las arañas, la relación existente entre el nitrógeno N-15 y N-14. Los animales herbívoros tienden a tener relativamente menos N-15 que los carnívoros.  Efectivamente, el cuerpo de Bagheera tenía un 5% menos de este isótopo que otras especies de arañas saltadoras. Se consideró también la proporción de dos isótopos de carbono, C-13 y C-12: la araña vegetariana y los “cuerpos Beltian” tenían proporciones casi idénticas, como suele ocurrir entre un animal y su comida.
¿Qué riesgos corre Bagheera con este comportamiento? No es tan fácil para la araña. En primer lugar, está el problema de las hormigas guardaespaldas.  Bagheera kiplingi utiliza la estrategia del sigilo y la evasión. Construye sus nidos en las puntas de las hojas más viejas, donde las hormigas raramente patrullan, así evita eficazmente, si se aproximan hormigas guardianas. Si está arrinconada, Bagheera, utiliza sus poderosas patas que le permiten saltar lejos. A veces, incluso se descuelgan con seguridad utilizando una línea de seda, así permanecen colgando en el aire hasta que pase el peligro. Otras estrategias también fueron documentadas, demostrando las impresionantes habilidades  que las arañas saltadoras pueden desarrollar.
Pero, además de las hormigas centinelas, Bagheera se enfrenta a que los “cuerpos de Beltian” son extremadamente altos en fibra y por lo tanto, la araña no debería ser capaz de manejar esta característica. Las arañas no pueden masticar su comida que se basa en la digestión de sus presas fuera de sus propios cuerpos usando veneno y los jugos digestivos para luego beber los restos licuados. Quiere esto decir, que la fibra vegetal es un bocado mucho más difícil de consumir y digerir…pero aún no se sabe cómo Bagheera hace frente a este inconveniente. Aun así, está claro que la recompensa para la araña es alta: los “cuerpos Beltian” son una fuente ya hecha de alimentos y está disponible todo el año. ¡Vale la pena!
Para los zoólogos, y especialmente para los aracnólogos, el aspecto más interesante de Bagheera es que, hasta ahora, creían imposible que una araña pudiera comer de forma sólida. Normalmente, estos animales segregan enzimas sobre sus presas para poder consumirlas luego como si fuera una sopa. Y Bagheera se come sus ¡verduras enteras!
Entre otras arañas, se ha visto que por accidente y raramente, pueden consumir plantas. Algunas toman un trago de néctar (secundariamente) para complementar su dieta de carne. Otras tragan accidentalmente el polen mientras reciclan  la seda de sus telas.

Pero…no olvidemos, que más de 40 000 arañas en el mundo son depredadoras: se alimentan de presas. Y Bagheera va a disponer también de un suministro adicional de carne, pues en los nidos de hormigas va a encontrar no sólo adultos sino también sus larvas indefensas; dispondrá de moscas que se acercan a curiosear y lamer algún néctar; otros insectos con las mismas intenciones,  y hasta ejemplares de su propia especie…y si un día le da por volver a sus hábitos antiguos…¿quién sabe?

Recordemos que…”la Naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Sólo hay un modo de que perdure: respetarla y servirla.