Sello por el bicentenario de destacado científico cubano
3 de febrero de 2017
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Correos de Cuba puso en circulación una estampilla conmemorativa del bicentenario del natalicio del ingeniero Francisco de Albear y Fernàndez de Lara con el valor facial de ochenta y cinco centavos.
Fue impresa en papel cromo por el sistema OFF-SET, en formato horizontal con las medidas 48 por 31 milímetros y perforación 12 y medio.
El ingeniero Albear y Fernández de Lara fue un destacado científico de la segunda mitad del siglo diecinueve cubano que hizo grandes aportes a la ciencia en nuestro país.
Entre ellas el proyecto y ejecución del acueducto que hoy lleva su nombre construido a mediados del siglo XIX con el fin de mejorar el abastecimiento de agua a la capital cubana,
Esta obra consistía en un canal subterráneo que llevaba, por gravedad, las aguas de los manantiales de Vento, a más de veinticinco kilómetros al sur de La Habana, hasta la vieja ciudad.
Dicho canal tenía un determinado número de registros para comprobar el paso normal de las aguas ya que este acueducto no impulsaba las aguas por medio de bombas u otros equipos para ese fin, ya que todo era por gravedad.
Un monumento a su memoria da nombre al parque de Albear en la intersección de las calles Monserrate y Obispo, en La Habana Vieja, frente el mundialmente famoso bar-restaurant El Floridita.
En la actualidad el doce por ciento de los habaneros recibe los beneficios del Acueducto de Albear que continúa funcionando, como hace más de ciento cincuenta años, junto a otras fuentes que abastecen del precioso líquido a la capital cubana,
El sello conmemorativo del bicentenario del natalicio del ingeniero Francisco de Albear y Fernández de Lara circula a partir del 11 de enero de 2016.
Curiosidades de la filatelia
Las primeras estampillas conmemorativas del mundo fueron emitidas por la República Argentina en 1892, con motivo del cuarto centenario del Descubrimiento de América, mientras que cuatro años más tarde, en 1896, Grecia puso en circulación la segunda serie conmemorativa al celebrarse los Juegos Olímpicos.
En 1911 un periódico de gran circulación en la ciudad de Nueva York publicó el siguiente anuncio en su sección de clasificados.
Un coleccionista de sellos de correos que posee 12,544 ejemplares diferentes desea contraer matrimonio con joven coleccionista que posea el Mauricio Azul de 1847. No exige otros requisitos.
El sello de marras no era otro que el de dos peniques color azul oscuro de la Isla de Mauricio cuyo valor en catálogo era de 20,000 dólares.
Apuntes acerca del correo en Costa Rica
Con excepción del Correo de Guatemala, que desde principios del siglo diecisiete cruzaba el territorio de Costa Rica, no se tienen en el país centroamericano noticias de otro servicio postal oficial hasta la independencia.
Como consecuencia del cultivo del tabaco a fines del siglo diecisiete una especie de servicio de correos semiprivado,
Este servicio de correos, tan peculiar como tan necesario, no dependía del Correo Mayor de Guatemala y aunque su origen era oficial, siempre se movió por sus propios medios.
Por su parte el Correo Oficial se utilizaba, casi únicamente para las liquidaciones mensuales con la Casa Matriz de la ciudad de León en Nicaragua y para las comunicaciones con la Real Audiencia de Guatemala y sus dependencias.
Al producirse la independencia de Costa Rica solamente existían tres servicios de correos. Uno en la ciudad de Rivas en Nicaragua y otro con David en la Nueva Granada las que transportaban dos o tres libras de correspondencia.
En 1824 el gobierno costarricense ofreció premios en dinero y tierras a aquellos que descubrieran veredas aptas para facilitar las comunicaciones dentro del territorio, sin embargo tuvo que pasar mucho tiempo para que el correo costarricense pudiera operar con eficiencia.
Una mirada a la historia postal de Cuba
El Correo Insurrecto o Correo de la República de Cuba en Armas, al que nos hemos referido en ocasiones anteriores, contó con un servicio de correo aéreo. Si lo duda conozca los detalles.
Esta modalidad consistía en un correo primitivo que empleaba palomas mensajeras para transportar los mensajes más urgentes.
En tres de las provincias cubanas los mambises implantaron este servicio aero-postal que obligó a las autoridades coloniales españolas a tomar medidas cuando se percataron de su eficacia.
El entonces capitán general de la Isla Valeriano Weyler, de triste recordación, dictó un bando, el 16 de febrero de 1896, que amenazaba con aplicar procesos sumarísimos a aquellos que por medio de palomas, cohetes o señales proporcionaran noticias al enemigo.
En el bando se mencionaba el estado de incomunicación en que se encontraban las capitales de los distritos con el resto de las provincias y no podía permitirse que los mambises tuvieran resueltas tales dificultades,
La existencia del servicio postal aéreo por palomas mensajeras de los insurrectos cubanos fue confirmado por don Salvador Castelo en su documentada obra Colombofilia publicada en Madrid en Mil 890 cuando expresó.
Todos los españoles sabemos que durante nuestra desgraciada guerra en Cuba los yanquis y los insurrectos emplearon de continuo la telegrafía alada como medio de comunicación y es sabido que durante el bloqueo a la Isla por la flota americana se soltaban diariamente palomas mensajeras que daban noticas a su gobierno del resultado de los movimientos.
El lugarteniente general Antonio Maceo y Grajales recibió en Pinar del Río, la más occidental de las provincias cubanas, despachos por palomas mensajeras soltadas desde La Habana y se afirma que no pocas de ellas hicieron el recorrido cuatro veces.
Otros oficiales del Ejército Libertador Cubano que mantuvieron ese servicio informativo fueron el coronel Néstor Aranguren, con la capital cubana, al que se agregan los generales Pedro Betancourt y Carlos Rojas, así como el coronel Pedro Schweyer con personalidades de las ciudades de Matanzas y Cárdenas.
También por palomas mensajeras, según el testimonio del general cubano García Vélez, se anunciaba, desde la emigración, la próxima llegada de expediciones por la región oriental de Cuba.
Investigaciones posteriores, luego del cese de las hostilidades en 1898, han arrojado que dos eficientes organizadores de aquel correo por palomas mensajeras fueron el doctor Rafael Chaguaceda, dentista de profesión y el señor Ramón del Río.
Estos dos precursores de la Colombofilia en Cuba mantuvieron debidamente informado al general Maceo durante su estancia en la occidental provincia de Pinar del Río.
Los dos residían en el Paseo del Prado en la capital cubana y se vieron precisados a convivir con las palomas en el interior de sus casas para burlar así el bando del Capitán General Valeriano Weyler.
Así hemos recordado a aquellos que en el más absoluto silencio y con la mayor lealtad a la causa de la independencia de Cuba fueron los pioneros del servicio postal en nuestro país.
La mejor manera de honrarlos es que el servicio de correos que hoy se presta en la mayor de las Antillas esté a la altura del valor, el honor, la dignidad, la honradez y la vergüenza de aquellos patriotas como merece nuestro pueblo.
Buzón del filatelista
Carlos Chávez Aguirre
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