Sarah Vaughan
12 de septiembre de 2018
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No es tema muy conocido que la cantante Sarah Vaughan estuvo en La Habana. Pero el investigador y musicólogo Radamés Giro, en su excelente y exhaustivo Diccionario Enciclopédico de la Música en Cuba (2007), rescata este suceso poco divulgado.
Por ello, transcribiremos textualmente sus apuntes de la que sin dudas resultaría una jornada memorable para la cantante norteamericana e igualmente para los músicos cubanos acompañantes:
“En la década del 50 [Sarah Vaughan] se presentó en el cabaret Sans Souci, de La Habana, con un trío integrado por Jimmy Jones, piano; Richard Davis, contrabajo, y Roy Haynes, batería. Según Leonardo Acosta «compartió con músicos y cantantes cubanos en distintos jam sessions. Uno fue el cabaret Las Vegas […] Otro lugar en el salón-bar del propio Sans Souci después del segundo show. La sesión comenzó con un trío integrado por Bebo Valdés (piano), Papito Hernández (contrabajo), y Guillermo Barreto, batería; luego tocó el trío de Sarah, que comenzó con un fenomenal But Not for Me, donde sobresalió la maestría pianística de Jimmy Jones. Sarah se sumó cantando varios números, entre ellos un How High the Moon con improvisaciones en scat y también inventando nuevos textos. Al final compartimos músicos cubanos y norteamericanos: Pedro Chao, Leonardo Acosta (saxo tenores), Frank Emilio (piano), Richard Davis (bajo) y alternando Walfredo de los Reyes y Roy Haynes en la batería»”.
Nada más podemos añadir, salvo reiterar el agradecimiento a los musicólogos Radamés Giro y Leonardo Acosta (ya fallecido) por esta información.
Sarah Vaughan se vinculó con los creadores del estilo bebop, a saber, los grandes instrumentistas Charlie Parker y Dizzy Gillespie, a los cuales entregó las potencialidades de su voz. En Sarah es memorable el empleo del scat singing (ya mencionado antes), consistente en la emisión de sílabas sin sentido léxico alguno, pero que imitan el fraseo instrumental y confieren singular musicalidad a la interpretación.
Grabó durante décadas, sin decaer en la preferencia de los amantes del jazz. Tuvo admiradores en todo el mundo –muchísimos en Cuba– e hizo numerosas giras internacionales. Sus álbumes de canciones Sarah Sings Soulfully, de 1963; Sassy Swings Again, de 1967; Sarah Vaughan & Jimmy Rowles Quintet, de 1975, y How Long Has This Been Going On?, de 1978, alcanzaron grandes éxitos.
La cantante murió a los 66 años de edad, el 3 de abril de 1990, en California.
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